ESPAÑA / INTERIOR
Las reticencias del Ministerio de Defensa frenan, por ahora, las aspiraciones del Instituto Armado
ABC - ía 06/06/2012 - 01.49h
GUARDIA CIVIL
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El reciente nombramiento del teniente general Pablo Martín Alonsocomo jefe del Mando de Operaciones de la Guardia Civil ha vuelto a poner sobre el tapete una vieja aspiración del Instituto Armado: la de tener un general de cuatro estrellas. Lo cierto es que ya hace años, cuando el teniente genera ahora retiradoJosé Manuel García Varelaocupaba la Dirección Adjunta Operativa, estuvo a punto de conseguirlo, aunque en el último momento un ministro del Gobierno de Zapatero, con gran influencia y aún en activo, paralizó el ascenso.
La nueva estructura de la Dirección General de la Guardia Civil supone que el actual director Adjunto Operativo, teniente general Cándido Cardiel, ejerza la coordinación de las tres subdirecciones generales: la de Apoyo, la de Personal y la nueva del Mando de Operaciones, que dirigen los también tenientes generales Francisco Gabella, Pascual Solís y el ya citado Pablo Martín Alonso. «Lo lógico -aseguran fuentes del Instituto Armado consultadas por ABC-, es que quien ocupa en la estructura un lugar superior tenga también un empleo superior, y que fuera un general de cuatro estrellas. Pero es que además ninguno de los tres ejércitos tiene tantos hombres y mujeres como nosotros, que superamos los 70.000. Y tampoco se puede argumentar que vaya a suponer más gasto».
Una vez más son los recelos del Ministerio de Defensa los que impiden, de momento, que se imponga la lógica. En su día ya se opuso a que hubiera tenientes generales en la Guardia Civil y ahora no ve con buenos ojos un general de cuatro estrellas, según las versiones recogidas. «Para nosotros es importante también que finalmente se produzca este nombramiento, porque cuando negociamos con el Jefe del Estado Mayor del Ejército o algún otro general de cuatro estrellas no es lo mismo que nuestro interlocutor tenga el mismo empleo que ellos», continúan las fuentes consultadas, que consideran además que no sería necesario que formase parte de la Junta de Jefes de Estado Mayor por la distinta naturaleza de las misiones que realizan.
Si finalmente Cándido Cardiel no asciende, pasará a la reserva a mediados de julio, cuando la nueva estructura lleve apenas mes y medio en marcha. Eso plantearía el problema añadido del nombramiento de un nuevo director Adjunto Operativo: en caso de que se eligiese por antigüedad, el designado sería Pascual Solís, pero tiene el inconveniente de que también le quedan pocos meses para pasar a la reserva.
El ascenso de Cándido Cardiel sería, pues, no solo el premio a una trayectoria profesional impecable, sino una forma de dar mayor estabilidad a la nueva estructura de la Guardia Civil. El teniente general goza de un enorme prestigio en la Benemérita, Institución que conoce como pocos. Ha sido jefe de Estado Mayor y puso en marcha el Centro de Coordinación de Canarias en plena crisis de los cayucos.
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