15 de junio de 2012
La Iglesia asistió en sus necesidades básicas a más de 4,1 millones de personas
ABC - Día 15/06/2012 - 13.51h
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La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha hecho pública esta mañana su Memoria Justificativa de Actividades correspondiente al ejercicio 2010. No hay cifras más recientes porque la Agencia Tributaria ha entregado en abril de este año los datos de 2010. A eso, la CEE añade la información suministrada por las 69 diócesis españolas.
Como ha destacado Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario de la CEE para asuntos económicos, la memoria «ilustra la gran labor que la Iglesia desarrolla y justifica el empleo de los recursos obtenidosmediante las libres aportaciones de los contribuyentes». Aunque valorar en términos económicos la aportación que realiza la Iglesia a la sociedad es una misión compleja, la actividad desplegada, en el ámbito pastoral, educativo, cultural y asistencial, supone «un ahorro de miles de decenas de millones de euros para las arcas públicas».
Pero hay que partir de lo primero, que es la tarea de evangelización, la misión esencial de la Iglesia. En este sentido, «las actividades pastorales, sacramentales y de atención personal ofrecidas por la Iglesia suponen la activación de una extraordinaria cantidad de recursos humanos. Sacerdotes, religiosos y seglares entregan lo mejor de ellos mismos al servicio de los más necesitados, en un total de más de 45 millones de horas de dedicación a los demás». En 2010, hubo 349.820 bautismos, 280.654 primeras comuniones, 74.289 matrimonios, se celebraron 309.458 exequias, más de 5 millones de eucaristías y más de 10 millones de personas asistieron a Misa cada fin de semana.
Según explicó Barriocanal, cada euro que se invierte en la Iglesia rinde como 2,35 euros en su servicio equivalente en el mercado. Esto es posible gracias a la entrega generosa de miles de personas que se realiza aplicando los criterios de gratuidad de los recursos y eficiencia de su uso.
La memoria dedica un pequeño apartado a la actividad evangelizadora en el extranjero. Hay 13.953 misioneros españoles en el mundo.
El portavoz económico de la CEE también resaltó algo que a veces se confunde: «El patrimonio de la Iglesia es una fuente de riqueza y valor para toda la sociedad. Un patrimonio que anualmente supone para la Iglesia un gran esfuerzo económico en rehabilitación, conservación y mantenimiento ordinario», cuando es palpable que «estos bienes son una clara aportación al desarrollo económico de la zona por su gran valor cultural y la atracción turística que generan». Barriocanal puso el ejemplo de Ciudad Rodrigo, a la que se visita por sus iglesias. O el Año Santo Compostelano, celebrado precisamente en 2010. Por este motivo acudieron a Santiago de Compostela, un total de 272.135 peregrinos. El impacto económico supuso el 10,6% del PIB en Galicia (6.138 millones de euros); se crearon 135.718 puestos de trabajo y aumentó el número de pernoctaciones en la ciudad en un 9,4%.
En el contexto de la crisis que padecemos, en el año 2010, uno de los principales destinos de los recursos de las diócesis españolas fueron las actividades de tipo asistencial. El gasto corriente en este apartado se incrementó un 56,5% en relación con el año 2009.
En 2010, fueron ya 4.165.250 las personas atendidas en sus necesidades básicas (comedores sociales, centros de acogida, de promoción de trabajo, de víctimas de la violencia, etc). La cifra no ha dejado de aumentar en los últimos años y crece un 14,23% con respecto a la de 2009.
Barriocanal insistió en que «es imposible separar esta labor de la actividad pastoral de la Iglesia. Los voluntarios que dedican su tiempo y sus mejores esfuerzos a quienes más lo necesitan pertenecen a la Iglesia, han recibido el anuncio de la Buena Noticia y alimentan su fe en la comunidad eclesial. Esa experiencia es la que da razón de ser a toda su actividad».
Desde 2008, el sostenimiento de la Iglesia depende solo de los católicos y de las personas que reconocen la labor que la Iglesia realizan marcando la casilla de la Iglesia católica en la Declaración de la Renta. Un 0,7% de sus impuestos tendrán esa finalidad, sin coste adicional para el contribuyente. Además es compatible con marcar la casilla de los llamados «Otros fines sociales».
Cada año son más las personas que asignan a favor de la Iglesia, resaltó Barriocanal. «Es un sencillo gesto que no cuesta nada y que, sin embargo, como se puede comprobar en la Memoria, rinde mucho».
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