22 de junio de 2012
El Príncipe Felipe utilizó la caja de resonancia de las aulas de laUniversidad de Harvard, uno de los centros educativos más importantes del mundo, para reivindicar la identidad americana de España. Y para ello, construyó su intervención sobre cinco ejes -histórico, cultural, lingüístico, político y económico- que deberían ser los pilares para dar más dimensión a la relación especialmente con Iberoamérica, una potencia emergente.
La conferencia del heredero de la Corona rotó sobre la idea de “España: una nación americana”. Don Felipe habló del papel y de la identidad histórica que España tiene con Europa, especialmente en la región del Mediterráneo. Pero, a reglón seguido, echó en falta que “durante mucho tiempo no se haya sido mucho más expresivo -o hecho visible- nuestra implícita dimensión americana”.
El Príncipe de Asturias insistió en Harvard en el “fuerte” vínculo personal e institucional que tiene con todo el continente americano, desde el ártico canadiense al cabo de Hornos. También en su firme compromiso por promocionar tanto los intereses de negocios de España con los países de la región, como la contribución que puede hacer el país al desarrollo.
Don Felipe hizo múltiples referencias históricas para explicar la larga presencia y dimensión de España en el continente, no solo en Sudamérica. Impronta de varios siglos también en el frente cultural y económico, gracias al legado del español en esta especie de triángulo transatlántico formado también con EE UU. Y recodó cosas como, por ejemplo, que el símbolo del dólar está inspirado en la moneda utilizada en los territorios españoles.
El príncipe indicó que el español tiene un valor económico que equivale al 15% del producto interior bruto del país. Y el hecho de que la lengua se comparta con 20 países, potencia el impacto de las relaciones comerciales. En ese punto hizo referencia a la contribución del sector audiovisual, editorial, de las artes visuales y del turismo lingüístico.
“A menudo defiendo que un español que no incorpora o reconoce nuestra dimensión americana y herencia común, no entiende completamente su verdadera entidad”, remachó don Felipe. El príncipe destacó los 8.000 millones de dólares destinados por España a la ayuda al desarrollo de Latinoamérica, para combatir la pobreza y la desigualdad y reforzar sus instituciones.
El heredero, que desde enero de 1996 asiste en representación de España a las tomas de posesión de los presidentes en la región, destacó ante la Kennedy School of Government que en América Latina hay un consenso amplio en favor de los sistemas democráticos, la inclusión social en una economía de mercado y la tolerancia cultural. “Es una región llena de promesas”.
El príncipe resaltó en su discurso que este progreso en América Latina se está logrando gracias a que se mejora el nivel de vida de sus ciudadanos. “La pobreza y la desigualdad, aunque siguen presentes, se redujeron de manera significativa y creció la clase media”. Eso, explicó, da a estas economía emergentes un “colchón” para amortiguar condiciones externas adversas.
Don Felipe concluyó expresando su deseo de ver a España “no solo como un país europeo, americano y mediterráneo, sino como un país universal”. “Sí, España es desde luego una nación americana pero quizás más importante, el hemisferio americano por si mismo es y seguirá siendo profundamente hispano”, remachó antes de aceptar las preguntas de los asistentes.
En el turno de preguntas, una fue a la situación en España. El Príncipe volvió a hablar de que parte del problema actual es producto de la vulnerabilidad de la arquitectura del euro y que el atasco actual en sector financiera "puede potencialmente tener efectos catastróficos". Aun así, reiteró su plena confianza en España, su base económica y su base empresarial para superar la situación.
Antes de pronunciar la conferencia, los príncipes visitaron el pabellón de las empresas e instituciones españolas que participan en la BIO 2012. Se trata de la convención internacional más importante en el sector de la biotecnología. Esta feria está concebido como un espacio para que las empresas establezcan relaciones con otros actores relevantes del sector y desarrollar nuevas líneas de negocio.
El pabellón es uno de los mayores en esta convención de tipo comercial. En total, hay 108 participantes españoles en la convención , la mitad de ellas empresas. Con esta visita en su segundo día de gira por EE UU, los príncipes quisieron mostrar su apoyo al sector biotecnológico español, por el potencial que tiene para la economía en Andalucía, Cataluña y País Vasco.
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