9 de junio de 2012
Los abogados piden que se unifique la doctrina en materia de Extranjería
ABC - Día 09/06/2012 - 04.07h
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Los abogados especializados en inmigración, que desde el pasado jueves y hasta hoy han mantenido en Valencia el XXII Encuentro de la Abogacía sobre Derecho de Extranjería y Asilo, denuncian la ausencia de una doctrina común en esta materia, de modo que las salas de lo Contencioso Administrativo de los tribunales Superiores de Justicia de cada comunidad autónoma aplican la ley de forma dispar aunque se trate de los mismos supuestos.
La situación es especialmente grave no solo porque produce indefensión a los inmigrantes y complica mucho el trabajo de los letrados, sino porque además afecta a una competencia, la de Extranjería, que es estatal: «No es solo que haya diferencias enormes a la hora de interpretar la ley entre los distintos tribunales superiores; es que también las hay entre dos salas de la misma comunidad e incluso entre los jueces», aseguran varios de los casi 200 abogados reunidos en la capital del Turia para compartir experiencias y diseñar nuevas estrategias.
«La ley de Extranjería, que además ha sido parcheada muchas veces, es de muy mala calidad desde un punto de vista técnico, lo que abre demasiado margen a la interpretación del juez», añaden los expertos. «Por eso, aunque la ley es la misma para todos la suerte que pueden correr nuestros clientes depende en gran medida de la sensibilidad de cada magistrado con estos temas».
El portavoz de la Subcomisión de Extranjería del Consejo General de la Abogacía, Francisco Solans, comparte esta visión general pero matiza a ABC que en realidad sí que existe una doctrina del Tribunal Supremo en materia de Extranjería, «aunque luego cada tribunal Superior de Justicia la interpreta a su manera».
En su opinión, esta anómala circunstancia tiene una explicación: «De 2000 a 2003 la ley de Extranjería determinaba que la casación correspondía al Tribunal Supremo. En ese periodo de tiempo se presentaron varios recursos, pero dado el tiempo que tarda el alto Tribunal en resolverlos las primeras sentencias no llegaron hasta pasados dos o tres años; es decir, en torno a 2006. Sin embargo, antes de que llegaran, en 2003 se modificó la ley de Jusrisdicción Contencioso-Administrativa, en el sentido de que estos asuntos se tramitasen como procedimiento abreviado. Eso suponía que la única casación correspondía a los tribunales superiores de cada comunidad».
Y es en este punto donde, según Francisco Solans, está la clave: «Ahora, los TSJ pueden retorcer hasta el límite la doctrina del Supremo con la tranquilidad de que no existe la posibilidad de que sus sentencias sean casadas por un tribunal superior», concluye Francisco Solans.
Una de las soluciones para salir de este círculo vicioso es que el Consejo General de la Abogacía presente ante el Tribunal Supremo un recurso de unificación de doctrina, posibilidad que está valorando seriamente, según las fuentes consultadas.
Pero mientras se resuelve esta situación, en el día a día los abogados tienen que resolver los problemas que se le plantean. El encuentro de Valencia está centrado precisamente en este asunto, ya que los asistentes comparten sus experiencias y proponen alternativas y estrategias en función de las mismas. En estos seminarios quedan reflejados con toda su crudeza los problemas que provoca esa falta de doctrina común, aunque como decía con cierta ironía una de las letradas «quizá sea mejor así, porque seguro que cuando exista esa unificación la interpretación de la ley será más restrictiva».
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