26 de noviembre de 2011
Ni se rinde ni se pronuncia
ANÁLISIS
Media hora de discurso ante los 250 principales dirigentes del PSOE tras la tragedia electoral del 20-N ha dejado algunas pistas de queRubalcaba no se rinde y otras de que Rubalcaba aún no sabe si peleará por dirigir el PSOE en la travesía del desierto de los próximos años.
El candidato que fracasó en las urnas ha sido capaz de encontrar algunos datos para la esperanza en la estadística electoral: “No hay derechización de la sociedad española. El PP se ha quedado a medio millón de votos de los que alcanzó el PSOE en 2008. Si el PSOE aglutina los votos de la mayoría progresista del país, puede ganar las elecciones generales. El PP no ha conseguido superar el techo electoral en las mejores condiciones para haberlo hecho. Si no lo ha hecho ahora, no lo hará nunca. Eso marcará nuestro trabajo electoral para el futuro”.
No entró en detalles sobre el futuro porque todavía no lo tiene claro aunque en su discurso sobresalieron algunas claves. Rubalcaba reivindicó el programa electoral y el proyecto político con el que acudió a la cita del 20-N; y defendió seguir en la oposición con ese proyecto que él abandera.
El líder socialista eligió para su intervención más esperada argumentos que llaman al optimismo y la esperanza. Rubalcaba admitió las dificultades de gestionar una crisis económica como la actual pero defendió una salida socialdemócrata que mantenga el Estado del bienestar.
Pasó de puntillas por los errores cometidos por el Gobierno en estos años y por él mismo durante la campaña electoral aunque dejó algunas referencias autocríticas.
Asumió la derrota “en primera persona” porque era el cabeza de lista pero de sus palabras no se podía deducir que, tras la frustrante aventura electoral, tenga deseos de abandonar la primera línea del partido y renunciar a competir por el liderazgo. Ni lo contrario.
Entre sus guiños a unos y a otros destacaron tres:
1.- Su loa a las virtudes de José Luis Rodríguez Zapatero como jefe del partido que supo integrar, como jefe del Gobierno que supo dar un impulso a los derechos sociales y civiles en España, y como gestor de una crisis porque puso los intereses generales por encima de los del partido.
2.- Su apoyo entusiasta a José Antonio Griñán, presidente andaluz, jefe de la delegación más poderosa en los órganos principales del partido que decidirán el futuro, y candidato en unas elecciones que todos los expertos dan por perdidas para el PSOE.
3.- Su apuesta por un proceso abierto y participativo para la elección del nuevo líder del PSOE: “Escuchar, hacer y explicar es mucho más que un lema de campaña. Es la forma de hacer política en el futuro, no vamos a poder hacer las cosas de otra manera. Es lo que creo que reclaman los militantes, que les escuchemos, que hagamos y que les explicamos, marca un futuro del que debemos aprender (…). Sabemos por experiencia que cuanto más abierto sea el congreso, más de debate y más participativo, tanto mejor para el PSOE.
El misterio continúa. Sus palabras no le delatan. Rubalcaba no se rinde.Ha decidido escuchar a los que decidirán el futuro del PSOE para decidir su propio futuro.
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