4 de noviembre de 2008
Cultura recibe la bandera republicana que acompañó al féretro de Azaña
EL PAIS - 4/11/2008
Cultura recibe la bandera republicana que acompañó al féretro de Azaña
El departamento de César Antonio Molina depositará la tricolor en el Centro de la Memoria Histórica de Salamanca
EP - Madrid - 03/11/2008
La bandera republicana que acompañó al presidente de la República Manuel Azaña hasta su fallecimiento en Francia y cubrió su féretro será depositada en el Centro Documental de la Memoria Histórica, en Salamanca. Linda Gregory, hija de uno de los guardaespaldas de Azaña, cuya familia conservaba la insignia tricolor, la ha entregado esta tarde al ministro de Cultura, César Antonio Molina. El acto ha finalizado con los aplausos de los asistentes y algunos gritos de "¡Viva la República!".
Este acto coincide con la conmemoración, mañana martes, del 68 aniversario de la muerte de Azaña, acaecida en su exilio en el hotel du Midi de Montauban (Francia). Además de la bandera, Linda Gregory ha entregado otros objetos y documentos. Para los Gregory, el presidente de la República era "como un familiar más".
"Recibimos y os agradecemos la entrega de esta bandera, tan llena de valor simbólico y testimonial. Y al mismo tiempo queremos trasladaros el reconocimiento público y la restitución moral para don Manuel Azaña y para los miles de compatriotas que padecieron el dolor y el sufrimiento del exilio durante las cuatro largas décadas de la dictadura franquista", ha dicho Molina, quien ha querido agradecer la entrega de este símbolo "tan preciado".
Guardaespaldas, valenciano y militante de izquierdas
Como recordó Linda, su padre, Jean Gregory de Valdés, que falleció en 2001, estuvo con Azaña hasta su muerte. Él, valenciano y militante de izquierdas, siempre guardó aquella bandera. "Mi padre era muy republicano, hasta la exageración. Más tarde entendimos el porqué", ha recordado Linda. Cuando fueron conscientes del valor de la insignia, escribieron al Gobierno español y, finalmente, decidieron cederla a Cultura.
Gregory fue testigo de la muerte de Azaña y presenció el incidente ocurrido poco antes de partir el cortejo fúnebre, cuando el prefecto de Montauban se dirigió al embajador mexicano para informarle -en su nombre y en el del general Petain, que "casualmente" llegaba ese día a la localidad- de que no permitiría ninguna manifestación pública de duelo en homenaje a Azaña, y amenazó con disolverla violentamente si se producía. Finalmente, el prefecto la autorizó, con la condición de que la bandera republicana no cubriera el ataúd, motivo por el que fue cubierto con la bandera de México, el país que lo protegió en sus últimos meses de vida, como ha explicado Molina.
"Hoy vivimos la España que él siempre imaginó: constitucional y democrática", ha señalado el ministro de Cultura, que será el encargado de llevar la bandera a Salamanca en su próxima visita. "Esta bandera simboliza la integridad de un hombre que vivió la política como máxima expresión de la cultura", ha agregado.
Hace un año, Cultura recibió con la "voz viva" de Manuel Azaña, el "emocionante" y célebre discurso Paz, piedad, perdón, cuya grabación digital acompañó las Obras Completas que preparó el profesor Santos Juliá, y que en este acto Molina ha entregado a Linda Gregory.
Cultura recibe la bandera republicana que acompañó al féretro de Azaña
El departamento de César Antonio Molina depositará la tricolor en el Centro de la Memoria Histórica de Salamanca
EP - Madrid - 03/11/2008
La bandera republicana que acompañó al presidente de la República Manuel Azaña hasta su fallecimiento en Francia y cubrió su féretro será depositada en el Centro Documental de la Memoria Histórica, en Salamanca. Linda Gregory, hija de uno de los guardaespaldas de Azaña, cuya familia conservaba la insignia tricolor, la ha entregado esta tarde al ministro de Cultura, César Antonio Molina. El acto ha finalizado con los aplausos de los asistentes y algunos gritos de "¡Viva la República!".
Este acto coincide con la conmemoración, mañana martes, del 68 aniversario de la muerte de Azaña, acaecida en su exilio en el hotel du Midi de Montauban (Francia). Además de la bandera, Linda Gregory ha entregado otros objetos y documentos. Para los Gregory, el presidente de la República era "como un familiar más".
"Recibimos y os agradecemos la entrega de esta bandera, tan llena de valor simbólico y testimonial. Y al mismo tiempo queremos trasladaros el reconocimiento público y la restitución moral para don Manuel Azaña y para los miles de compatriotas que padecieron el dolor y el sufrimiento del exilio durante las cuatro largas décadas de la dictadura franquista", ha dicho Molina, quien ha querido agradecer la entrega de este símbolo "tan preciado".
Guardaespaldas, valenciano y militante de izquierdas
Como recordó Linda, su padre, Jean Gregory de Valdés, que falleció en 2001, estuvo con Azaña hasta su muerte. Él, valenciano y militante de izquierdas, siempre guardó aquella bandera. "Mi padre era muy republicano, hasta la exageración. Más tarde entendimos el porqué", ha recordado Linda. Cuando fueron conscientes del valor de la insignia, escribieron al Gobierno español y, finalmente, decidieron cederla a Cultura.
Gregory fue testigo de la muerte de Azaña y presenció el incidente ocurrido poco antes de partir el cortejo fúnebre, cuando el prefecto de Montauban se dirigió al embajador mexicano para informarle -en su nombre y en el del general Petain, que "casualmente" llegaba ese día a la localidad- de que no permitiría ninguna manifestación pública de duelo en homenaje a Azaña, y amenazó con disolverla violentamente si se producía. Finalmente, el prefecto la autorizó, con la condición de que la bandera republicana no cubriera el ataúd, motivo por el que fue cubierto con la bandera de México, el país que lo protegió en sus últimos meses de vida, como ha explicado Molina.
"Hoy vivimos la España que él siempre imaginó: constitucional y democrática", ha señalado el ministro de Cultura, que será el encargado de llevar la bandera a Salamanca en su próxima visita. "Esta bandera simboliza la integridad de un hombre que vivió la política como máxima expresión de la cultura", ha agregado.
Hace un año, Cultura recibió con la "voz viva" de Manuel Azaña, el "emocionante" y célebre discurso Paz, piedad, perdón, cuya grabación digital acompañó las Obras Completas que preparó el profesor Santos Juliá, y que en este acto Molina ha entregado a Linda Gregory.