5 de noviembre de 2010

Los latinoamericanos son los más resistentes, mientras que pakistaníes, chinos y marroquíes no tienen problemas en reconocer que se sienten de aquí
ABC
EFE / CÓRDOBA
Día 04/11/2010 - 21.46h
Más del 60 por ciento de los hijos de inmigrantes no se identifican como españoles, aunque en general no han desarrollado una identidad reactiva hacia España, por lo que no se sienten discriminados.
Esta es una de las conclusiones que recoge el estudio estadístico "Autoidentidades, actitud hacia España y autoestima" en la segunda generación de inmigrantes que ha liderado el jefe del departamento de Sociología en la Universidad de Princeton (Estados Unidos), Alejandro Portes, y que ha dado a conocer hoy durante la inauguración en Córdoba del V Congreso Andaluz de Sociología. El estudio, el más amplio que se ha hecho hasta ahora en Europa, ha recogido de doscientos colegios de Madrid y Barcelona la opinión de 7.000 inmigrantes de 14 y 15 años cuyos progenitores proceden de 63 países.
En declaraciones a los periodistas, Portes ha detallado que el estudio incluye matices "interesantes", como que los hijos de inmigrantes nacidos en España, los de segunda generación, en su mayoría sí se identifican con el país, aunque la gran mayoría de los que llegaron a España de niños no se sienten identificados con el territorio receptor.
Por zona de procedencia, los latinoamericanos (principalmente ecuatorianos y colombianos) son los más resistentes a identificarse como españoles, mientras que los procedentes de culturas menos afines, como pakistaníes, chinos y marroquíes no tienen problemas en reconocer que se sienten españoles. Los principales factores que determinan la integración y la identificación con España son, según se indica en el estudio, el estatus socioeconómico de la familia, el conocimiento del castellano y el tiempo de residencia.
Portes espera que a largo plazo este grupo de inmigrantes de segunda generación se "integre plenamente, se identifique con el país y formen parte de él", por lo que ha descartado la formación de guetos.
El informe recoge que el 80 por ciento de los padres de inmigrantes encuestados desearía que su hijo se graduase en la universidad, aunque sólo la mitad de ellos ve posibilidades reales de que esto se produzca.