27 de noviembre de 2010

Los obispos desoyen al Papa y atacan el condón
Afirman que utilizar el preservativo es siempre inmoral
JUAN G. BEDOYA - Madrid - 27/11/2010

EL PAIS
El portavoz de los obispos españoles, Juan Antonio Martínez Camino, se unió ayer a la ceremonia de la confusión en el orbe católico sobre el preservativo. Benedicto XVI justifica su uso "en algunos casos", el Vaticano lo niega y la Conferencia Episcopal se pone sin matices de parte de la supuesta doctrina clásica. La conclusión es que el preservativo siempre es inmoral. Lo dijo ayer Martínez Camino como cierre de la Asamblea Plenaria del episcopado. "En las palabras del Papa no hay, ni de lejos, una legitimación del preservativo. Leyendo detenidamente el libro, no se puede sacar esa conclusión", sentenció. Se refería a Luz del amor, de Peter Seewald, que acaba de publicarse.

La comprensión del Papa hacia el uso del preservativo "en algunos casos" ya fue matizada el martes nada menos que por el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Federico Lombardi. L'Osservatore Romano había publicado el día anterior que Benedicto XVI afirmaba en el libro que "pueden existir casos individuales en los que se justifique la utilización del preservativo". El Vaticano, en un comunicado emitido al día siguiente, negó que esto supusiera un viraje. "El Papa no reforma o cambia la enseñanza de la Iglesia, sino que la reafirma".
Dos días después, era el Papa quien afirmaba que sus palabras no necesitaban de matizaciones, ratificando lo escrito por Seewald. Esto es lo dicho por Benedicto XVI en el libro, cuando habla sobre centros de enfermos de sida gestionados por católicos en África: "La realidad es que, siempre que alguien lo requiere, se tienen preservativos a disposición". Líneas más abajo alude a su uso para "casos fundados de carácter aislado, por ejemplo, cuando un prostituido utiliza un preservativo, pudiendo ser esto un primer acto de moralización y de responsabilidad".
Consciente Seewald de que lo dicho por el Papa supone una inusitada novedad, repregunta: "¿Significa esto que la Iglesia católica no está por principio en contra de la utilización del preservativo?" Responde Benedicto XVI: "Es obvio que no lo ve como una solución real y moral. No obstante, puede ser, en atención de reducir el peligro de contagio, un primer paso en el camino hacia una sexualidad vivida de forma diferente". Pero el portavoz de los obispos españoles vuelve a la doctrina clásica: "El uso del preservativo siempre se produce en un contexto de inmoralidad".

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La comprensión del Papa hacia el uso del preservativo "en algunos casos" ya fue matizada el martes nada menos que por el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Federico Lombardi. L'Osservatore Romano había publicado el día anterior que Benedicto XVI afirmaba en el libro que "pueden existir casos individuales en los que se justifique la utilización del preservativo". El Vaticano, en un comunicado emitido al día siguiente, negó que esto supusiera un viraje. "El Papa no reforma o cambia la enseñanza de la Iglesia, sino que la reafirma".
Dos días después, era el Papa quien afirmaba que sus palabras no necesitaban de matizaciones, ratificando lo escrito por Seewald. Esto es lo dicho por Benedicto XVI en el libro, cuando habla sobre centros de enfermos de sida gestionados por católicos en África: "La realidad es que, siempre que alguien lo requiere, se tienen preservativos a disposición". Líneas más abajo alude a su uso para "casos fundados de carácter aislado, por ejemplo, cuando un prostituido utiliza un preservativo, pudiendo ser esto un primer acto de moralización y de responsabilidad".
Consciente Seewald de que lo dicho por el Papa supone una inusitada novedad, repregunta: "¿Significa esto que la Iglesia católica no está por principio en contra de la utilización del preservativo?" Responde Benedicto XVI: "Es obvio que no lo ve como una solución real y moral. No obstante, puede ser, en atención de reducir el peligro de contagio, un primer paso en el camino hacia una sexualidad vivida de forma diferente". Pero el portavoz de los obispos españoles vuelve a la doctrina clásica: "El uso del preservativo siempre se produce en un contexto de inmoralidad".