12 de noviembre de 2010

Cataluña estudia cómo actuar ante una violación entre niños
Un chico de 13 años, no imputable, atacó a dos amigas de 8
FERRAN BALSELLS - Tarragona - 12/11/2010

EL PAIS
El caso de un menor de 14 años acusado de violar a dos niños de ocho e intentar forzar a un tercero en Calafell (Baix Penedès) ha dejado fuera de juego a la Fiscalía de Menores. El presunto agresor, sobre el que pesan sólidos indicios de culpabilidad, según fuentes judiciales, habría cometido los delitos el pasado verano cuando tenía 13 años. La edad mínima para que un menor pueda ser considerado responsable penalmente son los 14.
Ante la imposibilidad de actuar, la fiscalía archivó las denuncias e instó a los Mossos d'Esquadra y a la Generalitat a que analizaran el caso. La Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) investiga ahora a los padres y al entorno familiar del menor para determinar si la Administración puede asumir la tutela del joven. "Es la única alternativa legal", señaló un portavoz de la DGAIA que definió esta actuación como "último recurso" para que el menor, si se demostrara que proviene de un núcleo familiar con problemas graves, pueda ser ingresado en un centro de menores.
Las supuestas violaciones, avaladas por el parte médico de las víctimas, se habrían producido entre pasatiempos infantiles: el chico de 13 años convenció a los menores para jugar al escondite. Ya ocultos y a solas, cometió las violaciones, según la denuncia presentada a principios de octubre a la que los Mossos otorgan credibilidad.
Los hechos han desatado la indignación entre los padres de la localidad, que exigen reabrir el debate para rebajar la edad a partir de la cual se puede procesar a los menores. "No puede quedarse sin castigo después de haber abusado de niños. Nuestros hijos tienen miedo hasta de salir a la calle", afirmó una de las madres.
El informe encargado por la DGAIA se resolverá "en semanas" y determinará si se remite al denunciado a un centro tutelado. En caso contrario, no ocurrirá nada. "Seguirá en el pueblo junto a nuestros hijos", lamentó una de las denunciantes.