30 de noviembre de 2010

ESPAÑA
Con el 100% escrutado, la formación ultraderechista de Josep Anglada, Plataforma Per Catalunya, ha obtenido 75.321 votos
ABC
I. ZAMORA | E. MONTAÑÉS / MADRID
Día 29/11/2010 - 17.50h
INES BAUCELLS
La xenofobia escala peldaños en Cataluña. Aunque el partido ultraderechista del radical Josep Anglada no se colará en el Parlament, lo cierto es que las proclamas racistas del regidor de Vic han convertido a Plataforma per Catalunya en la octava formación política más votada por detrás de Solidaritat Catalana, el partido de Joan Laporta.
Con 75.321 votos, el discurso racista de la formación de Anglada no irrumpirá en el Govern catalán, lo que no significa que el polémico mensaje de la plataforma no haya calado en ciertos sectores de la ciudadanía que sí apoya el sonoro rechazo a la inmigración ilegal que Anglada propugna. Los resultados en los comicios no dejan ningún diputado para PxC, pero sí un claro mensaje en Cataluña, y es que los mensajes racistas y de ataque hacia la inmigración ilegal sí han sido aceptados por un sector importante de la ciudadanía.
«Invasión islámica»
El discurso de Anglada, centrado sobre todo en panfletos racistas y llamamientos constantes a la expulsión de los musulmanes de España, ha estado plagado de frases polémicas como la referida a que «invasión islámica que destruye España». El regidor de Vic, que se había mostrado en varias ocasiones concvencido de su presencia en el próximo Parlament, resume su programa político en el deseo de tener «una España para los españoles en una Europa para los Europeos». Asimismo, defiende como idea central la expulsión inmediata de inmigrantes ilegales, a pesar de rechazar que su partido sea denominado como «racista».
El lema «Los de casa, primero», que Anglada propugna en su discurso xenófobo ha movilizado al electorado catalán, lo que se refleja en los más de 75.000 ciudadanos que han respaldado al partido. El programa político de la formación de Anglada se basa principalmente en la oposición a la inmigración islámica, la «tolerancia cero» ante la delincuencia y el terrorismo, así como la defensa de los valores tradicionales de la familia.