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Por lo que ha podido saber FARO, las viudas en cuestión, Rosa Rodero y Cristina Sagarzazu, son militantes del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y mantienen un lujoso tren de vida. Cuando en 1993 fue asesinado el "ertzaina" Joseba Goikoetxea (marido de Rosa Rodero), estaba inhabilitado. Tras sufrir el atentado y antes de su muerte, el PNV negoció con el entonces Ministro socialista del Interior, Juan Alberto Belloch, para que Rosa Rodero pudiera cobrar su pensión cuando su marido muriera. Las dos viudas acudieron a homenajear a los asesinos de sus maridos acompañadas de una tercera, la del difunto dirigente del PNV Gorka Aguirre, imputado en 2006 por pertenecer a la red de extorsión de ETA y absuelto por falta de pruebas. El nacionalismo vasco, cuyo ejército es ETA, sigue asfixiando a la sociedad vascongada, bajo la mirada benevolente del Gobierno autonómico PSOE/PP. |