26 de octubre de 2009

Muere Sabino Fernández Campo, fiel consejero del Rey durante el 23-F

Lunes, 26/10/2009, 12:40 h

ELPAIS

España

Muere Sabino Fernández Campo, fiel consejero del Rey durante el 23-F

Ex jefe de su Casa y militar en la reserva, permaneció al lado de don Juan Carlos durante el intento de golpe de Estado

MÁBEL GALAZ - Madrid - 26/10/2009


Sabino Fernández Campo murió esta madrugada, a las 0.15, en la clínica Ruber Internacional de Madrid. Tenía 91 años de edad. Consejero privado del Rey, ex jefe de su Casa y militar en la reserva, fue una figura clave el 23-F cuando permaneció al lado de Rey durante el intento de golpe de Estado, aconsejándole y manteniendo numerosos contactos con los mandos rebeldes para impedir el triunfo de los golpistas.

* Al lado del Rey
* A Sabino Fernández Campo, Conde de Latores


La capilla ardiente ha sido instalada en el tanatorio de Tres Cantos y permanecerá abierta hasta las 12.00 de mañana, cuando el cuerpo será trasladado a Oviedo para ser enterrado alrededor de las 17.00.

Esta mañana se celebrará una misa en el propio tanatorio que oficiará el Padre Ángel y a la que acudirán las infantas Elena y Cristina. Los Reyes tienen previsto acudir a la capilla ardiente a las siete de esta tarde, mientras los Príncipes de Asturias, que se encuentran en Barcelona, la visitarán a última hora.

Fue el pasado viernes, mientras los Príncipes de Asturias entregaban en Oviedo los premios que llevan su nombre, cuando el conde de Latores agonizaba. Él fue precisamente uno de los grandes impulsores de estos galardones que con el paso de los años se han convertido en un referente internacional.

Fernández Campo permaneció hospitalizado en las últimas semanas tras sufrir un grave revés en su salud. Pendientes de su evolución han estado permanentemente informados los Reyes de España y sus hijos que siempre han mantenido una cordial amistad con quien fue tan leal a ellos. Una de las últimas veces que se les vió juntos a don Juan Carlos y a Fernández Campos fue con motivo del 90º cumpleaños de éste. El Rey se sumó a una fiesta sorpresa que habían organizado familiares y amigos. El abrazo de don Juan Carlos fue esa noche el mejor de los regalos que pudo recibir.

Y es que la historia de la monarquía española no sería probablemente la misma si Fernández Campo no hubiera estado en el palacio de La Zarzuela y hubiera pronunciado su afortunada frase de "No está aquí ni se le espera" como respuesta a si se encontraba allí también el conspirador y antiguo secretario del Rey, Alfonso Armada la tarde-noche del 23F.

Fortalecida su figura por su intervención ese día, Fernández Campo pasó de ser la sombra del Rey a fiel guardián de la Monarquía, papel que desempeñó hasta su fallecimiento.

Mantuvo una gran amistad con Adolfo Suárez, tanto es así que supo de la dimisión de éste como presidente del Gobierno antes que el Rey. Con Felipe González mantuvo también una cordial relación que le llevó a reconocer que los monárquicos más acérrimos no habían dado tantas muestras de apoyo a la Corona como lo hizo el Gobierno del PSOE, que con su presidente a la cabeza "se desvivía" por atender los deseos del monarca.

Admirador de doña Sofía, a quien siempre consideró la "encarnación perfecta" de lo que debe ser una reina, nunca eludió pronunciarse sobre ninguna cuestión relativa a la Casa del Rey. A raíz de la polémica surgida por las opiniones de la Reina en contra de la eutanasia, el aborto y que se llame matrimonio a la unión de personas del mismo sexo recogidas en el libro de Pilar Urbano, La reina muy de cerca, aseguró: "Doña Sofía tiene derecho a opinar. El ser reina no le impide decir lo que siente".

Aún así hay una frase que en más de una ocasión pronunció: "En mi caso, el silencio es la mejor lealtad". Fernández Campo aseguró que nunca escribiría sus memorias. "El honor de haber servido tan de cerca y tan directamente al Rey y a su familia tiene una contrapartida: la lealtad y la discreción. En una palabra, el silencio".

En 1992, don Juan Carlos le concedió el título de conde de Latores, con Grandeza de España, por su "larga y brillante trayectoria de servicios destacados, militares y civiles al Estado", según el real-decreto publicado con su nombramiento.

Estuvo casado con Elena Fernández-Vega Diego, con quien tuvo diez hijos: María Elena, Margarita, María Cristina, María Isabel, María Eugenia, Álvaro, Sabino, Luis y Miguel. Enviudó en 1993 y al año siguiente murió su hijo Sabino. En octubre de 1997 contrajo matrimonio con la escritora y periodista María Teresa Álvarez, que ha sido su fiel y devota compañera en estos últimos años.