1 de junio de 2011
El Movimiento 15-M quiere mantenerse pero encara la recta final de las acampadas
Sol se queda desnuda. Aunque aún no. Casi desnuda. Y todavía no se sabe cuándo. Los acampados desde el pasado 15 de mayo decidieron ayer, asamblea mediante, que retirarán poco a poco las tiendas permanentes. A cambio han negociado instalar una especie de "barracones reciclables de coste cero" en forma de rectángulo rígido y cerrado en los que se ubicarán las distintas comisiones "más relevantes" de las que consta la iniciativa. La biblioteca, por ejemplo, no es de las más relevantes. De ese modo, se trasladará junto con otras "que ocupan espacio" a un lugar indeterminado que ha cedido amablemente alguien indeterminado. Las tiendas de campaña que ahora ocupan el kilómetro cero, según lo acordado, desaparecerán durante el día como un primer paso. Por la noche, emergerán de nuevo con los más resistentes y militantes.
En Córdoba, se acabó. Los integrantes del Movimiento 15-M decidieron anoche dejar la acampada, que seguía una veintena de personas, y asumir la estrategia de llevar a los barrios sus reivindicaciones. Esta mañana han comenzado a limpiar el bulevar Gran Capitán de la capital. La despedida oficial será hoy a las ocho de la tarde, con la última asamblea.
En la reunión de ayer, quienes llevaban acampados más días reclamaron el fin de la protesta. Sólo algunos pidieron mantenerla. Pero el cansancio ha podido con la acampada y, además, los integrantes afirman que han conseguido el “impacto” que se perseguía.
La estrategia es similar a la acordada en el resto de concentraciones: llevar sus ideas por los barrios. En Sevilla, Málaga y Granada, las concentraciones, las más numerosas de Andalucía, se mantienen, aunque con menor participación que antes de las elecciones. Este fin de semana se volverá a plantear su continuidad en las dos primeras. Los concentrados granadinos aún mantienen la protesta de forma indefinida.
En Barcelona, los activistas que permanecen acampados en la plaza de Catalunya votarán a las seis de esta tarde su futuro, después de que la lluvia les obligara a aplazar la asamblea de ayer. La protesta ha vivido momentos de gran tensión en la ciudad condal, que llegaron a su punto álgido el pasado día 27, cuando el desalojo de los Mossos d'Esquadra, que esgrimieron como excusa la limpieza de la plaza, desembocó en una dura carga contra los Movimiento 15-M.
Mas arropa a Puig
El presidente catalán, Artur Mas, ha respaldado la actuación del consejero de Interior, Felip Puig, al frente de los Mossos contra losindignados, y ha dicho que grupos de personas no pueden ocupar el espacio público "sin límite" de tiempo. En la sesión de control del Parlament, Mas ha salido al paso de las críticas de los partidos por la actuación de la policía autonómica en el enfrentamiento que derivó en las cargas policiales, en Barcelona, y por la que Solidaritat ha pedido la destitución de Puig.
Poco después de que el propio consejero diese su opinión sobre el asunto en la sesión de control al Govern, Mas ha asegurado que las explicaciones de Puig han sido "más que amplias" y "muy precisas", ha dicho.
Puig, por su parte, ha denunciado que hay grupos de "indignados" que están "dispuestos a utilizar la violencia" y les ha culpado por haber “iniciado” el enfrentamiento que derivó en las cargas policiales.
El conseller ha vuelto a defender su actuación del viernes, aunque ha recordado que está elaborado un informe interno crítico para detectar posibles fallos y ha avanzado que comparecerá, posiblemente la próxima semana, en la comisión de Interior del Parlament para detallar sus conclusiones.
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