16 de junio de 2011
Puig acusa a grupúsculos del 15-M de actuar como "una guerrilla urbana"
El consejero de Interior de la Generalitat, Felip Puig, ha admitido hoy que el dispositivo policial de ayer se quedó "corto" y que hubo "insuficiencias" al proteger la entrada de diputados al Parlament, aunque ha negado fallos de previsión y ha destacado que lograron blindar la cámara y garantizar que se celebrara el pleno. En rueda de prensa, Puig ha asegurado que los Mossos d'Esquadra no actuaron con más dureza contra los violentos para evitar un "mal mayor", ya que entre los indignados había "profesionales del incidente" que actuaron como una "guerrilla urbana" y que tenían unas "ganas feroces" de que se desatara una "batalla campal".
El consejero ha subrayado las dificultades del operativo, ya que los Mossos d'Esquadra -que en los momentos cumbre desplegaron a 600 agentes- tenían que proteger "de forma dinámica" un perímetro de cuatro kilómetros, aunque ha apuntado que lograron los dos objetivos principales, que eran que nadie entrara al Parque de la Ciutadella sin permiso y que el pleno se pudiera celebrar con normalidad.
Puig ha asumido que hubo "insuficiencias" al garantizar la seguridad en la entrada de todos los diputados -algunos fueron insultados, zarandeados y acosados-, por lo que ha dado por hecho que para hoy ya habían corregido algunos aspectos y cambiado el sistema de entrada, para que los diputados pudieran entrar en autobús, aunque finalmente no ha sido necesario porque los indignados no han aparecido.
"Hay una evidencia: no fuimos capaces de defender en todo momento la integridad de todos los diputados", ha apuntado Puig, que no obstante ha vuelto a insistir en que sí lograron los dos objetivos que se habían marcado como prioritarios.
El consejero ha encargado a los servicios jurídicos de Interior que estudien si las afirmaciones del presidente de Justícia i Pau, Arcadi Oliveres, constituyen un delito de calumnias contra los Mossos. Oliveres afirmó que algunos de los incidentes habían sido alentados por policías de paisano, una acusación que Puig ha negado de plano.
Puig ha asegurado que la decisión de que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, llegara al Parlament en helicóptero es "excepcional", y la ha justificado porque se trataba también de una situación "excepcional".
A su juicio, la imagen conflictiva que Barcelona ofrece en el plano internacional es culpa de una "guerrilla urbana" que "cada vez crece más y se hace más fuerte" y utiliza "nuevos métodos" que ponen en entredicho la capacidad de la policía para atajarlos. "Usan la violencia extrema y métodos de información muy sofisticados".
A los seis detenidos de ayer se ha sumado esta madrugada una nueva persona que también participó en los incidentes. Los Mossos, además, han identificado a lo largo del día de hoy a otras diez personas para averiguar su participación en los hechos: "No queremos que ninguno de los actos violentos queden impunes", ha afirmado el consejero.
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