2 de noviembre de 2010

Conversó el pasado jueves con Trillo para asegurarle que «pondrá orden» y que no hay cambios en la política antiterrorista del Ejecutivo
ABC

CRISTINA DE LA HOZ / MADRID
Día 01/11/2010
Alfredo Pérez Rubalcaba no parece ya muy contento con esa anunciada intención de que todos y cada uno de los miembros del gabinete ministerial actúen como portavoces del Gobierno y mucho menos en un capítulo que a él le toca especialmente: el de la política antiterrorista y los movimientos en el mundo abertzale.
REUTERS

Rubalcaba, durante una comparecencia
Lo acontecido la última semana, con un cruce de declaraciones sobre si el fin de ETA está más o menos próximo así como respecto a la posibilidad de que los batasunos se presentan a las elecciones locales y forales de 2011, sólo ha contribuido a crear ruido, barullo, sobre la cuestión, hasta el punto de que en una conversación que mantuvo el pasado jueves con quien es su interlocutor en el PP, Federico Trillo, anunció que «iba a poner orden en el Gobierno para que se callaran todos», según señalaron a ABC fuentes populares.
Rubalcaba vino a admitir la falta de coordinación así como los mensajes equívocos que están trasladando tanto a los ciudadanos como al PP, que ha mantenido a lo largo de esta legislatura su apoyo a Moncloa en materia antiterrorista y aupado a Ajuria Enea a Patxi López, lo que ha permitido que haya un Ejecutivo no nacionalista en el País Vasco por vez primera en treinta años. El ministro admitió su incomodidad como hiciera en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros del pasado viernes, cuando dijo que había habido «muchas, demasiadas» declaraciones sobre ETA.
Génova se había quejado de falta de información desde que se produjo el cambio de Consejo de Ministros el 20 de octubre, coincidiendo con una escalada política en torno a supuestos movimientos en el entorno proetarra, clima al que contribuyeron las palabras del jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre que dichos movimientos no serían «en balde». A partir de ese momento se desencadenó un proceso que Interior ha sido incapaz de controlar. «Todo este cristo lo montó Zapatero» afirman fuentes próximas al líder del PP, formación que mantiene su apoyo a la política antiterrorista de Interior.
Unidad antiterrorista
«Mientras detengan etarras y no haya una negociación real, no hacemos atribución de intenciones. Lo gordo sería una oficialización de los contactos con Batasuna», agregan los mismos medios consultados, satisfechos con las explicaciones que han recibido del ministro del Interior en el sentido de que «no hay cambios en la política antiterrorista».
No son las únicas explicaciones recibidas. En el País Vasco la relación entre el PSE y el PP es más que fluida, por no decir constante. Precisamente, la pasada semana, el consejero de Interior, Rodolfo Ares —a quien consideran casi una prolongación del propio Rubalcaba— , y el portavoz parlamentario del PSE, Adolfo Pastor, transmitieron durante un almuerzo a sus interlocutores del PP que la afirmación de Zapatero había sido producto de la «improvisación», que no significaba «nada». «Nos dan todos los días el mensaje de que no nos preocupemos», señala a ABC un destacado dirigente del PP vasco, que defiende que el pacto con el PSE «es un valor en sí mismo para la lucha contra ETA», pero que se sustenta precisamente en eso, en la búsqueda de la derrota de la banda y en no dejar espacios de impunidad a los asesinos.
La información el viernes sobre una supuesta reunión del PSE con Batasuna —desmentida inmediatamente por todas las partes— contribuyó a crear más confusión sobre un escenario ya bastante enfangado. El líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, habló con Patxi López, y transmitió la información recibida a Mariano Rajoy. No obstante, los populares vascos solicitaron una reunión de la comisión de seguimiento del pacto, a la que se pondrá fecha a partir de mañana, una vez pasada la festividad de Todos los Santos.
En cuanto a las consecuencias que pueda traer consigo la declaración, el día 11, del presidente del PSE, Jesús Eguiguren, a petición de la defensa del proetarra Arnaldo Otegi, Génova recuerda que Eguiguren «lleva años hablando bien de Otegi. Eguiguren es Eguiguren», zanjan.