2 de julio de 2009
El Ayuntamiento de Madrid se traga el Orgullo
ELPAIS.COM
El Ayuntamiento de Madrid se traga el Orgullo
La celebración gay podrá seguir en Chueca.- Medio Ambiente, 24 horas después, dice que fue un 'malentendido'
DANIEL VERDÚ / MARÍA MARTÍN - Madrid - 01/07/2009
24 horas después, dice que fue un "malentendido". Que no. Que de buscarse otro sitio para celebrar el grueso de las fiestas, como anunció ayer el Ayuntamiento, ni pensarlo. "Que del barrio no se va nadie", dicen. Y así, cuando no habían pasado ni 24 horas desde que el Ayuntamiento anunció que las fiestas del Día del Orgullo Gay dejarían de ser en Chueca a partir de 2010, la asociación de gays, lesbianas y transexuales de Madrid (COGAM) ha alzado la voz para decir que de eso nada. Y funcionó, porque el Ayuntamiento ha dado marcha atrás, ha asegurado que había habido "un malentendido" y que el Orgullo podrá permanecer en el lugar que lo vio fortalecerse.
"Podemos suavizar la música. Incluso estudiar cambiar la ubicación de los escenarios de la plaza de Vázquez de Mella. No hay problema. Pero no vamos a salir de Chueca", anuncia tajantemente Miguel Ángel González, presidente de COGAM.
Esta asociación y los organizadores de las fiestas del orgullo se han revuelto hoy contra el Consistorio. Aseguran que ellos nunca se comprometieron a trasladar el evento fuera de Chueca, como anunció la concejalía que dirige Ana Botella. Simplemente acordaron estudiar cómo minimizar el impacto del festejo en los vecinos en la celebración de 2010. Nada más.
La cosa empezó en la mañana del martes cuando el Ayuntamiento se dirigió a los organizadores con un informe en el que les obligaba a clausurar el escenario de la plaza de Vázquez de Mella cada día a las 0.30 y lo suprimía el domingo. Por eso hubo una reunión luego en la concejalía de Medio Ambiente con Ana Botella, la titular. Y por eso, para salvar la situación que se les venía encima a 24 horas del comienzo del evento, cuentan los organizadores, aceptaron estudiar medidas para suavizar las molestias a los vecinos a partir de 2010. Pero nunca, dicen, acordaron abandonar el céntrico barrio.
Esta tarde, los organizadores volvieron a reunirse con Botella. Y esta vez salieron más tranquilos. El Ayuntamiento dio marcha atrás, reconoció que "hubo un malentendido" y les ofreció celebrar las siguientes ediciones de la fiesta "donde ellos elijan". "Ayer pensábamos que había un acuerdo en el sentido que manifestamos. Pero no ha sido así. Nos han dicho que no. No se han ratificado y les hemos manifestado que pueden elegir el lugar de los festejos", explicó una portavoz de Medio Ambiente.
"Todas las partes estamos convencidos de que es importante seguir manteniendo Chueca como corazón gay de la ciudad. Hay que buscar soluciones para que los vecinos puedan descansar y se puedan mantener ahí las fiestas", explicó al término de la reunión Juan Carlos Alonso, presidente de la Asociación de Empresas y Profesionales para Gays y Lesbianas de Madrid (AEGAL).
Fuentes de alcaldía explicaron que el primer edil, Alberto Ruiz-Gallardón, dio por la mañana la orden de que no se pusiera ninguna traba a las futuras celebraciones del festejo gay siempre y cuando se respete el descanso de los vecinos y los límites de la legalidad.
La organización lleva desde el mes de octubre preparando la celebración. Dicen que han trabajado "codo con codo" con el concejal de Centro, Enrique Núñez, y que "todo iba perfectamente". Habían mantenido reuniones con la policía y se comprometieron a colaborar para erradicar la venta de alcohol ambulante y para prevenir a la gente de los carteristas.
Pero Botella, por su cuenta, mantuvo la reunión y anunció un acuerdo que no conocía el resto del equipo de gobierno. Uno de los principales asuntos que preocupaba a Medio Ambiente es el de los pisos tutelados para mayores que hay en la plaza de Vázquez de Mella. Viven en los 20 pisos 40 personas mayores de 65 años y ocho de las viviendas dan directamente a la plaza. "Se ponen muy nerviosos porque pasan tres o cuatro días sin dormir. Pasamos una semana terrible. Los que pueden se marchan, pero no todos, porque viven con la pensión mínima de unos 300 euros al mes, no tienen medios", explica uno de los trabajadores sociales que trabaja en los pisos.
El Ayuntamiento de Madrid se traga el Orgullo
La celebración gay podrá seguir en Chueca.- Medio Ambiente, 24 horas después, dice que fue un 'malentendido'
DANIEL VERDÚ / MARÍA MARTÍN - Madrid - 01/07/2009
24 horas después, dice que fue un "malentendido". Que no. Que de buscarse otro sitio para celebrar el grueso de las fiestas, como anunció ayer el Ayuntamiento, ni pensarlo. "Que del barrio no se va nadie", dicen. Y así, cuando no habían pasado ni 24 horas desde que el Ayuntamiento anunció que las fiestas del Día del Orgullo Gay dejarían de ser en Chueca a partir de 2010, la asociación de gays, lesbianas y transexuales de Madrid (COGAM) ha alzado la voz para decir que de eso nada. Y funcionó, porque el Ayuntamiento ha dado marcha atrás, ha asegurado que había habido "un malentendido" y que el Orgullo podrá permanecer en el lugar que lo vio fortalecerse.
"Podemos suavizar la música. Incluso estudiar cambiar la ubicación de los escenarios de la plaza de Vázquez de Mella. No hay problema. Pero no vamos a salir de Chueca", anuncia tajantemente Miguel Ángel González, presidente de COGAM.
Esta asociación y los organizadores de las fiestas del orgullo se han revuelto hoy contra el Consistorio. Aseguran que ellos nunca se comprometieron a trasladar el evento fuera de Chueca, como anunció la concejalía que dirige Ana Botella. Simplemente acordaron estudiar cómo minimizar el impacto del festejo en los vecinos en la celebración de 2010. Nada más.
La cosa empezó en la mañana del martes cuando el Ayuntamiento se dirigió a los organizadores con un informe en el que les obligaba a clausurar el escenario de la plaza de Vázquez de Mella cada día a las 0.30 y lo suprimía el domingo. Por eso hubo una reunión luego en la concejalía de Medio Ambiente con Ana Botella, la titular. Y por eso, para salvar la situación que se les venía encima a 24 horas del comienzo del evento, cuentan los organizadores, aceptaron estudiar medidas para suavizar las molestias a los vecinos a partir de 2010. Pero nunca, dicen, acordaron abandonar el céntrico barrio.
Esta tarde, los organizadores volvieron a reunirse con Botella. Y esta vez salieron más tranquilos. El Ayuntamiento dio marcha atrás, reconoció que "hubo un malentendido" y les ofreció celebrar las siguientes ediciones de la fiesta "donde ellos elijan". "Ayer pensábamos que había un acuerdo en el sentido que manifestamos. Pero no ha sido así. Nos han dicho que no. No se han ratificado y les hemos manifestado que pueden elegir el lugar de los festejos", explicó una portavoz de Medio Ambiente.
"Todas las partes estamos convencidos de que es importante seguir manteniendo Chueca como corazón gay de la ciudad. Hay que buscar soluciones para que los vecinos puedan descansar y se puedan mantener ahí las fiestas", explicó al término de la reunión Juan Carlos Alonso, presidente de la Asociación de Empresas y Profesionales para Gays y Lesbianas de Madrid (AEGAL).
Fuentes de alcaldía explicaron que el primer edil, Alberto Ruiz-Gallardón, dio por la mañana la orden de que no se pusiera ninguna traba a las futuras celebraciones del festejo gay siempre y cuando se respete el descanso de los vecinos y los límites de la legalidad.
La organización lleva desde el mes de octubre preparando la celebración. Dicen que han trabajado "codo con codo" con el concejal de Centro, Enrique Núñez, y que "todo iba perfectamente". Habían mantenido reuniones con la policía y se comprometieron a colaborar para erradicar la venta de alcohol ambulante y para prevenir a la gente de los carteristas.
Pero Botella, por su cuenta, mantuvo la reunión y anunció un acuerdo que no conocía el resto del equipo de gobierno. Uno de los principales asuntos que preocupaba a Medio Ambiente es el de los pisos tutelados para mayores que hay en la plaza de Vázquez de Mella. Viven en los 20 pisos 40 personas mayores de 65 años y ocho de las viviendas dan directamente a la plaza. "Se ponen muy nerviosos porque pasan tres o cuatro días sin dormir. Pasamos una semana terrible. Los que pueden se marchan, pero no todos, porque viven con la pensión mínima de unos 300 euros al mes, no tienen medios", explica uno de los trabajadores sociales que trabaja en los pisos.