23 de julio de 2009

Otra bofetada a las víctimas al permitir la Audiencia más actos a favor de 15 etarras


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Jueves, 23 de Julio de 2009

Madrid

Otra bofetada a las víctimas al permitir la Audiencia más actos a favor de 15 etarras

El homenaje al etarra que intervino en el asesinato de la niña de Santa Pola se producirá días antes del convocado para el séptimo aniversario de la muerte de Silvia


Estado en el que quedó la casa-cuartel de Santa Pola (Alicante), en agosto de 2002, tras el atentado etarra

Los asesinos en serie homenajeados

D. MARTÍNEZ / N. VILLANUEVA | MADRID
En menos de dos semanas la Audiencia Nacional ha permitido que la «izquierda abertzale» rinda homenaje a treinta cinco presos de ETA. La última autorización lleva la firma del juez Santiago Pedraz en un auto en el que se permiten cinco actos a favor de quince etarras, entre ellos uno de los presuntos autores del asesinato de la niña de seis años Silvia Martínez Santiago, ocurrido en 2002 en Santa Pola. El homenaje que en Villabona (Guipúzcoa) recibirá el criminal Óscar Celarain, que formó parte «comando» que perpetró esa salvajada, sólo distará unos días del previsto para conmemorar el séptimo aniversario del asesinato de la pequeña Silvia.
El juez, que autorizó un acto similar la semana pasada, argumenta que los eventos previstos no constituyen «un homenaje a la actuación de tales presos», sino que se trata de protestas contra la política de «dispersión».
Esta justificación de Pedraz es rechazada de plano por asociaciones de víctimas, como Covite. En opinión de su portavoz, Cristina Cuesta, los actos convocados constituyen una clara «apología del crimen», al tiempo que advierte que no hay que caer en las trampas del mundo de ETA, porque «es público y notorio que estos actos son convocados para la exaltación y enaltecimiento del terrorismo», informa Servimedia. Cuesta valoraba así que el juez haya argumentado que pedir el acercamiento de los presos etarras no es en sí delito y que no pueden ser prohibidos actos con lemas como «Porque los queremos en casa» o «Basta de dispersión».
Mucho más dura con el magistrado es Toñi Santiago, madre de la niña Silvia Martínez. A su juicio, la decisión de Pedraz es «una humillación para las víctimas. Parece mentira que ETA lleve cuarenta años matando inocentes y aún haya personas, y es más grave por tratarse de un juez, que no sepan lo que es el terrorismo. Yo me preguntó cuál sería la reacción de Pedraz si estuviera en mi lugar».
La madre de la niña de Santa Pola afirma que la decisión de Pedraz es «una humillación para las víctimas»
Profundamente herida por «el homenaje - no puedo llamarlo de otra manera-» que recibirá uno de los asesinos de su hija, Toñi Santiago destaca «la maldita coincidencia -pero así es la realidad en este país-» que el acto previsto en apoyo del etarra Celarain se vaya a producir tan sólo unos días antes del homenaje organizado para conmemorar el séptimo aniversario del asesinato de la pequeña. Fue el 4 de agosto de 2002 cuando un coche bomba acabó con su vida y con la de Cecilio Gallego, de 57 años.
Toñi Santiago lamenta que la AVT no haya pedido, como Dignidad y Justicia, la prohibición de los actos en apoyo del ex número 1 de ETA Francisco Múgica Garmendia, Mikel Otegi, Rufino Arriaga, Idoia y Ekain Mendizabal Múgica, Mikel Corta Carrión, Óscar Celarain Ortiz, Julen Celarain Arzti, José María Olarra Aguiriano, Peio Celarain Oiarzabal y Eneko Galarraga Godoy, entre otros, hasta alcanzar la cifra de quince.
Son ya 35 los etarras que recibirán homenajes gracias a la autorización de la Audiencia Nacional
En contra de lo sostenido por asociación de Daniel Portero, Pedraz señala en el auto que «no consta» que los actos hayan sido organizados por la ilegal Askatasuna, al no haberse acreditado, según explica, que el anagrama que aparece en la web utilizada por los convocantes corresponda a esta asociación. En todo caso, recuerda que para que se celebren estos actos deberá existir una «autorización administrativa» y que, sin perjuicio de esta resolución, se adoptarían medidas penales en el caso de que durante su desarrollo se produjera algún tipo de actividad delictiva.