22 de julio de 2009

El nieto de Franco: 'Mi madre perdió la piedra lunar que le regalaron a mi abuelo'

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Martes 21/07/2009. Actualizado 11:32h.


ESPACIO | El hijo de Carrero Blanco donó otra roca al Museo Naval

El nieto de Franco: 'Mi madre perdió la piedra lunar que le regalaron a mi abuelo'

Roca lunar donada por el hijo de Carrero Blanco, expuesta en el Museo Naval de Madrid. | Museo Naval de Madrid

· Niega que su padre, el marqués de Villaverde, la vendiera en Londres
· Afirma que fue "un regalo personal a mi abuelo, no al pueblo español"
Pablo Jáuregui | Madrid
Actualizado lunes 20/07/2009 23:24 horas
«La piedra lunar fue un regalo personal a mi abuelo, no al pueblo español». Con estas palabras, el nieto del General Franco, Francisco Franco Martínez Bordiú, ha intentado justificar a elmundo.es el hecho de que el fragmento de suelo selenita que el Gobierno de EEUU dio al Jefe de Estado español en julio de 1973 nunca se donara a un museo, sino que siempre estuvo en su despacho del Palacio de El Pardo, y posteriormente, tras su muerte, en el domicilio de su hija, Carmen Franco Polo.
Este periódico también ha comprobado que el Secretario de Estado norteamericano durante la Administración Nixon, Henry Kissinger, regaló otra piedra lunar al Almirante Carrero Blanco, que en 2007 fue donada al Museo Naval de Madrid por su hijo.
En respuesta a la información publicada ayer por este periódico, Francisco Franco desmintió que su padre, Cristóbal Martínez Bordiú, marqués de Villaverde, intentara vender la piedra lunar en Londres. Sin embargo, reconoció que, a principios de los años 90, un amigo de la familia «hizo averiguaciones» para considerar la posibilidad de vender la reliquia espacial a una casa de subastas. Pero el nieto de Franco asegura que, finalmente, nunca se vendió y en estos momentos se desconoce su paradero, ya que: "mi madre perdió la roca lunar que dieron a mi abuelo".
«Es totalmente falso que mi padre intentara vender la piedra», aseguró Franco, rechazando así la versión de los hechos relatada a este periódico por Luis Ruiz de Gopegui, ex director de las estaciones de la NASA en España. "Lo único cierto es que un amigo mío fue a Londres para plantear esta posibilidad a Sotheby's o alguna otra casa de subastas, pero al final nunca se vendió", explicó.
'Propiedad privada'
El nieto de Franco recalcó que ni él ni ningún otro miembro de su familia se plantearon que pudiera existir algún problema legal o ético por el hecho de poner en venta la piedra lunar, ya que consideraban que se trataba de un objeto de su propiedad como cualquier otro. "Si te dan algo y es tuyo, ¿por qué no lo vas a vender?", dijo.
En todo caso, al final la roca jamás se vendió, pero según Franco, en estos momentos no se sabe donde está. "Como mi madre es una mujer con muchas cosas en muchas casas, en algún traslado o al redecorar alguna habitación, al final debió extraviarse", explica.
Consultado por elmundo.es sobre este asunto, el investigador Jesús Martínez Frías, uno de los mayores expertos en meteoritos de nuestro país, se lamenta de que una piedra lunar regalada a España haya acabado en paradero desconocido. "Este tipo de muestras deberían estar únicamente en museos o centros de investigación, ya que se trata de un material muy valioso tanto desde el punto de vista científico como divulgativo y cultural", resalta este investigador del Centro de Astrobiología (CAB) de Madrid. Por ello, Martínez Frías defiende que debería existir una legislación internacional que evitara la comercialización de este tipo de muestras.
En cuanto a la piedra que Kissinger regaló a Carrero Blanco, según confirmó ayer el hijo del Almirante asesinado por ETA, Luis Carrero Blanco, esa piedra estuvo en posesión de la familia (primero en casa de su viuda, y después en la de su primogénito), hasta que en 2007 decidieron donarla el Museo Naval, donde está expuesta en la actualidad, junto con una bandera española preconstitucional que viajó a bordo de la misión Apolo 17 a la Luna.
"Mi hijo me señaló que el obsequio estaba dedicado al 'pueblo español', así que me pareció correcto donarla", recuerda Luis Carrero Blanco.