15 de julio de 2009
Treinta de los 36 nuevos fiscales de Cataluña tendrán tutores para aprender catalán
ABC.es - Noticias de España y del mundo
Miércoles, 15 de Julio de 2009
Madrid
Treinta de los 36 nuevos fiscales de Cataluña tendrán tutores para aprender catalán
ABC / E. ARMORA | BARCELONA
Los 30 nuevos fiscales — de los 36 destinados este año a la Comunidad de Cataluña—, que ayer juraron su cargo en la Audiencia de Barcelona y no conocen el catalán, dispondrán, por primera vez, de un servicio de atención individualizada y de un curso acelerado para que en unos meses puedan familiarizarse con el lenguaje jurídico en la lengua propia de esta comunidad.
Este servicio pionero forma parte de un plan piloto impulsado por la Fiscalía de Cataluña y los departamentos de Justicia y Vicepresidencia, del que depende Política Lingüística.
Y mientras se incentiva el catalán en la carrera fiscal, un estudio reveló ayer la primacía de este idioma en el ámbito educativo, al menos en este momento. El 76% de los estudiantes universitarios cree que el catalán es la primera lengua de uso en la vida académica, aunque más de la mitad —un 56%— están convencidos de que esta situación cambiará en un futuro próximo con la entrada en vigor del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). Una vez más, la realidad social se impone al dictado político.
Afán normalizador
Según los datos del primer estudio interuniversitario sobre usos lingüísticos, impulsado por la Generalitat y en el que han participado todas las universidades públicas, las dos lenguas más usadas en el futuro serán el castellano y el inglés. Esta última es la que más crecerá, según la percepción de los universitarios, seguido del castellano, mientras que el catalán, que ahora tiene una posición hegemónica en las aulas —más de la mitad de los alumnos toma apuntes en esta lengua y un 61% la usa para responder en los exámenes— , se estancará. Por mucho afán normalizador que haya —la Generalitat lleva años intentando incentivar el uso de la lengua autonómica en los campus—, la apertura de fronteras hacia Europa y Latinoamérica ha hecho que la realidad social de las universidades sea multilingüe.
Miércoles, 15 de Julio de 2009
Madrid
Treinta de los 36 nuevos fiscales de Cataluña tendrán tutores para aprender catalán
ABC / E. ARMORA | BARCELONA
Los 30 nuevos fiscales — de los 36 destinados este año a la Comunidad de Cataluña—, que ayer juraron su cargo en la Audiencia de Barcelona y no conocen el catalán, dispondrán, por primera vez, de un servicio de atención individualizada y de un curso acelerado para que en unos meses puedan familiarizarse con el lenguaje jurídico en la lengua propia de esta comunidad.
Este servicio pionero forma parte de un plan piloto impulsado por la Fiscalía de Cataluña y los departamentos de Justicia y Vicepresidencia, del que depende Política Lingüística.
Y mientras se incentiva el catalán en la carrera fiscal, un estudio reveló ayer la primacía de este idioma en el ámbito educativo, al menos en este momento. El 76% de los estudiantes universitarios cree que el catalán es la primera lengua de uso en la vida académica, aunque más de la mitad —un 56%— están convencidos de que esta situación cambiará en un futuro próximo con la entrada en vigor del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). Una vez más, la realidad social se impone al dictado político.
Afán normalizador
Según los datos del primer estudio interuniversitario sobre usos lingüísticos, impulsado por la Generalitat y en el que han participado todas las universidades públicas, las dos lenguas más usadas en el futuro serán el castellano y el inglés. Esta última es la que más crecerá, según la percepción de los universitarios, seguido del castellano, mientras que el catalán, que ahora tiene una posición hegemónica en las aulas —más de la mitad de los alumnos toma apuntes en esta lengua y un 61% la usa para responder en los exámenes— , se estancará. Por mucho afán normalizador que haya —la Generalitat lleva años intentando incentivar el uso de la lengua autonómica en los campus—, la apertura de fronteras hacia Europa y Latinoamérica ha hecho que la realidad social de las universidades sea multilingüe.