ETA atenta por segunda vez en tres días contra una sede socialista del País Vasco
AP La explosión de la bomba causó numerosos daños materiales en la sede socialista de Elgoibar
M.L.G.F. BILBAO.
El pasado 2 de abril, en el comunicado en el que asumió el asesinato del socialista Isaías Carrasco, ETA se dirigió a los militantes del PSOE con la siguiente amenaza: la banda no se va «a quedar de brazos cruzados viendo cómo con toda impunidad torturan a militantes vascos, los detienen, les imponen una condena de por vida o ilegalizan partidos políticos». Ayer, víspera del macrojuicio contra Gestoras pro Amnistía, los criminales hicieron estallar una bomba en la sede del PSE en Elgoibar (Guipúzcoa). Es el segundo atentado que en tres día perpetra la banda contra el PSOE. El objetivo de su siniestra ofensiva es presionar al Gobierno para que se siente de nuevo en una mesa de negociación.
El ataque se produjo en la madrugada de ayer. A las dos y media, un comunicante anónimo alertaba en nombre de ETA de la colocación del artefacto y de su explosión a través de una llamada a la Asociación de Ayuda en Carretera. Inmediatamente, la Ertzaintza se desplazó al lugar donde se preveía que iba a estallar, en la calle Urasandi número 14, donde, una vez localizado el paquete sospechoso, acordonaron la zona y desalojaron a los vecinos. Finalmente, la bomba, compuesta por tres kilos de explosivo, estalló donde estaba previsto, frente a la Casa del Pueblo, sin causar daños personales, pero sí a siete u ocho vehículos debido a la onda expansiva que también rompió varios cristales de los edificios contiguos. Además, varios vecinos tuvieron que ser desalojados de sus casas, aunque pudieron regresar a sus hogares una vez que se comprobó que no existía riesgo. Los ertzainas advirtieron por megafonía a otros vecinos que no salieran de sus casas y no se acercaran a sus ventanas. Varias personas que residían cerca del lugar de la explosión reconocieron que habían pasado «mucho miedo» ante este nuevo acto de la barbarie terrorista, y un vecino dijo que «ETA ya se pasa de la raya y me gustaría saber qué opinan algunos de mis amigos que son de HB».
Mientras, el consejero vasco de Interior, Javier Balza, aseguró que las Fuerzas de Seguridad han identificado a «alguno» de los «liberados» que podrían estar detrás de los atentados contra las casas del pueblo del PSE y que tanto la Ertzaintza como la Policía y la Guardia Civil disponen de «un análisis compartido sobre el tipo de infraestructura» que da cobertura a estas acciones terroristas. En medios de la lucha antiterrorista se atribuyen los últimos atentados al «comando Vizcaya», el más activo de la banda desde la ruptura de la tregua.
Desde entonces, los criminales han puesto a los socialistas en su punto de mira y así lo han advertido en casi todos los comunicados que ha hecho públicos en lo que va de año. El fracaso de las conversaciones del Gobierno, la persecución de los terroristas y la ilegalización de formaciones afines a ETA son los hechos en los que los criminales justifican sus atentados.