19 de marzo de 2013
Gestos de esperanza
Una reflexión coral sobre el
significado de la religión y lo religioso ahora, que se vive el proceso de
elección de un nuevo Papa en la Iglesia Católica, y siempre, cuando ya se haya
elegido y sean otros los acontecimientos. Una mirada sobre lo celestial y lo
terrenal, los asuntos generales y particulares de los creyentes, en la
jerarquía y a pie de calle. Sobre lo que tiene, le sobra y le falta a esta y
otras iglesias hoy, y sus retos en un mundo globalizado.
Por: EL PAÍS | 15 de marzo de 2013
Son días de gestos. Son tiempos de
gestos. Cuando las palabras sobran, en un mundo simbólico, el gesto es
importante. Y el gesto de Ratzinger fue inmenso. Ahora, su sucesor llega con
nuevos y reveladores gestos. Atentos a ellos porque son la punta de un iceberg.
Otra cosa es que lo dejen desarrollar lo que ellos significan. A mi juicio son
varias las claves que denotan
1. La puesta en escena fue
impresionante para una institución tan secular. Sencillo, amable, cargado de sentido común.
Un pastor entre lobos, decían algunas. Cara de buena persona decían otros.
Atuendo sencillo, saludo cordial y mucha empatía. Tenía esa “risa argentina”
tan peculiar, pero con sangre italiana. Va bene, comentaban los romanos. Puesta
en escena de un pastor. Soy el obispo de Roma. Lo dijo bien
claro. Alejamiento de una política de imperio, alejamiento de un escenario
excesivamente político. Un paso gigante. Y habrá mas. Ha eliminado en unas
horas muchos viejos muebles del escenario, algunos llevaban siglos. Le seguirán
dejando que limpie mas y los mande a los museos?
2. Un mensaje claro a la Curia. No ha podido la omnipotente curia de Sodano
imponer al candidato. La Conferencia Episcopal Italiana mando un texto de
saludo al nuevo papa. El texto decía Angelo Sodano. Creían que era él, tan solo
porque alguien, unos minutos antes de saberse el nombre, desactivo su cuenta de
Twitter. Sorpresa en la Curia. Los cardenales europeos con excepciones, querían
más de lo mismo. Los otros se atrevieron con la opción Bergoglio. La
Curia queda derrotada. Le han llegado nuevos tiempos. El vencedor es
Ratzinger que con su gesto quiso renovar la curia y con este nombramiento lo ha
logrado. Pero también Martini. El conclave ha homenajeado al cardenal Martini,
al que muchos quisieron como papa pero que el renuncio en el conclave que
eligió a Benedicto XVI. Ya entonces Martini, fallecido en agosto del pasado
año, le dio los votos a Bergoglio y este a Ratzinger en la cuarta votación.
Ahora los cardenales le han devuelto el agradecimiento por aquel gesto porque entonces
no podía ser otro que Ratzinger. Tomo un nombre de reformador, Benito. Este ha
tomado otro de reformador. Francisco. Dos reformadores desde banas distintas.
Uno desde lo ideológico, otro desde lo vital. Conjugando ambos podría avanzarse
para la credibilidad de la Iglesia.
3. Un mensaje geoestratégico. La vieja Europa no puede decidir ya tanto. La
mayoría de los cristianos están en el continente americano. No se puede hacer
todo a la europea, pensar, celebrar y hablar con criterios europeos. Hacen falta
aires nuevos desde el otro lado del continente, pero no de golpe. La Iglesia
debe hacer los cambios tranquilos. Por eso un papa de América, pero de un lugar
muy europeo de América, Argentina, el escenario en el que se representa Europa.
La Iglesia se abre allá y ha de seguir vibrando con aquellas iglesias, pese a
que hay escapes, fugas, pero también hay mucha pasión.
4. Es bueno saber que el nuevo papa
viaja en autobús, toma el tren, no vive en un palacio episcopal, atiende aun sacerdote mayor, suele compartir
mucho tiempo en las barriadas marginales. Es bueno saberlo. Habrá cambios en
este sentido. Habrá muchas sorpresas. Juan XXIII ya lo hizo. El
momento de la restauración de Juan Pablo II y Ratzinger ya ha acabado. Empieza
el momento de la renovación, de lo esencias, de lo que vale la pena.
5. Pero hay algo que no ha dejado
indiferente. Y es que es un hombre dispuesto a
abordar los grandes temas pendientes. No lo va a lograr, pero estoy seguro que
va a abrir un camino nuevo, va a facilitar una nueva forma de ver las cosas. El
confía mucho en los jóvenes. Lo ha demostrado y siempre estará atento a abrir
camino a ellos. Y eso es ya una revolución. Deja hacer, no obstruir, no
taponar. Vivir el evangelio desde otras categorías que no solo sean las intelectuales.
Ratzinger no ha muerto y ambos podrán ayudarse. Dos maneras de ser en un solo
cuerpo….
Daremos
los cien días, daremos el voto de confianza, pero
ya desde el principio el gesto de elegante sencillez ha cautivado al mundo,
como hizo Juan XXIII, como la Iglesia necesita.
Etiquetas:
Editoriales,
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Teología de la liberación,
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