XIII Estación
Jesús es bajado de la cruz
V. Adorámus te Christe et benedícimus tibi.
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V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
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R. Quia per sanctam Crucem tuam redemísti mundum.
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R. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
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El descanso del Sepulcro os aguarda, Señor. En las sombras de la muerte, abrís el Cielo a los justos del limbo mientras en la tierra, alrededor de vuestra Madre, se reúnen unos pocos fieles para tributaros honores fúnebres. Hay en el silencio de estos instantes una primera claridad de esperanza que nace. Estos primeros homenajes que os son prestados son el marco inaugural de una serie de actos de amor de la humanidad redimida, que se prolongarán hasta el fin de los siglos.
Cuadro de dolor, de desolación, pero de mucha paz. Cuadro en que se presagia algo de triunfal en los cuidados indecibles con que Vuestro Divino Cuerpo es tratado.
Sí, aquellas almas piadosas se compadecían, pero algo en ellas les hacía presentir en Vos al Triunfador glorioso.
Que yo pueda también, Señor, en las grandes desolaciones de la Iglesia, ser siempre fiel, estar presente en las horas más tristes, conservando inquebrantable la certeza de que vuestra Esposa triunfará por la fidelidad de los buenos, puesto que la asiste vuestra protección.
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Pater Noster. Ave Maria. Gloria Patri.
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Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
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V. Miserére nostri Dómine.
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V. Ten piedad de nosotros, Señor
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R. Miserére nostri.
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R. Señor, ten piedad de nosotros
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V. Fidélium ánimae per misericordiam Dei requiéscant in pace.
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V. Que las almas de los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz
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R. Amen.
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R. Amén
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