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- Disturbios en Tánger: devastado el centro de la ciudad
En Tánger, desde la plaza del consulado francés hasta Iberia no ha habido disturbios, pero del consulado francés hacia abajo (cerca de Iberia se hallan el consulado español y el colegio e instituto españoles), todo ha sido atacado: bancos, cafeterías, empresas de telefonía, edificio de correos, etc.
Sobre las 18 horas ya se veían carreras de jóvenes. Grupos de ellos (no una manifestación, pues no parecía organizada como tal) subían avenida arriba, realizando actos vandálicos y provocando altercados. Extrañaba mucho de la ausencia de policía de arriba abajo de la calle: incluso en días normales es habitual el sonido de las sirenas. El domingo por la tarde, ni un coche, ni un furgón de policía a la vista... Cosa muy extraña, dado que había disturbios.
Sobre las 20 horas, el panorama era desolador. Todo el boulevard arrasado, los jóvenes todavía entrando en bancos, tiendas, cafeterías... Y ni un solo policía. Evidentemente les estaban dejando hacer: la policía marroquí no anda con bromas, la gente les teme y sobre todo los jóvenes, que en circunstancias normales son víctimas de abusos arbitrarios. Pero no se veía a policías ni antidisturbios. Quizá los gobernantes, que conocen los métodos de la policía, no querían dejarlos sueltos y que ocurriera una desgracia; o querían evitar que los propios policías fueran víctimas de la ira de la gente, como ocurrió en El Aaiún, en el Sahara ocupado, donde mataron a varios.
Se ha querido dejar hacer, por un lado para que el pueblo se ponga frente a los alborotadores, como víctima de estos; y para que el régimen no aparezca como promotor o justificador de lo ocurrido. Se ha querido evitar la foto de la policía "reprimiendo" a la gente: el Sultán de Marruecos quiere dar la impresión de estar con el pueblo y no con los "represores". Alguien le ha aconsejado que se evitaran las cargas policiales o el riesgo de víctimas, de otra forma no se explica la falta de intervención policial ante los actos vandálicos: en Marruecos, si algo es desproporcionado es el número de policías que hay.
No sólo han atacado bancos, empresas de telefonía y demás bienes públicos o de empresas grandes. Agencias de viajes, de alquiler de coches, cafeterías, una sombrerería que han quemado, lo que aparece en las fotos con los bomberos delante es una librería... En fin, han arrasado con todo. Los coches de bomberos atacados y con los cristales rotos. No han respetado nada y alguien ha inducido a ello: la sensación no es de una protesta contra el régimen, sino de actos vandálicos de saboteadores, que han puesto al pueblo más a favor del gobierno y del Sultán.
La Iglesia francesa, con su rector el Padre Roland, estaba en el ojo del huracán, pues se halla entre la central de Policía y la Gobernación de Tánger. Nos acordamos de que dos días atrás han degollado en Túnez a un sacerdote, y nos encaminamos allí. Al llegar comprobamos que todos los efectivos policiales estaban concentrados en la plaza de la central de policía. Cientos de policías de paisano y antidisturbios, en lo que parecía más una concentración que un operativo de actuación... Era extrañísimo verlos allí mientras el centro de la ciudad era pasto de los vándalos. El Padre Roland nos contó que en lo más crítico de la situación bajó a los sótanos de la iglesia, pues temía por su integridad. Los manifestantes embestían contra la Gobernación y los policías no actuaban. ¿Qué habrían hecho si hubieran atacado el templo? Nada. Estaba completamente abandonado. El Arzobispo de Tánger (diócesis previamente desmantelada por el Cardenal Amigo Vallejo, ahora Arzobispo emérito de Sevilla, pro mahometano notorio), Santiago Agrelo Martínez, está ecuménicamente entregado a los mahometanos y rechaza cualquier acción misionera o la simple defensa del cristianismo.
El sacerdote de la Iglesia Francesa había pedido ayer por la mañana un dispositivo policial para celebrar la Misa del domingo con tranquilidad. Siempre, en circunstancias normales hay algún policía en la entrada, tanto para evitar que entren alborotadores, como --sobre todo-- para controlar que no entren marroquíes y que no se evangelice a nadie. Pero este domingo de disturbios, no había un solo policía controlando la iglesia. ¿Se animaba así a los manifestantes a atacarla? El sentimiento de abandono es grande entre los vecinos de Tánger.
En el álbum Flickr de FARO "Tánger 20 febrero 2011" hay numerosas fotografías tomadas en el boulevard principal el domingo por la noche. Hay zonas que han quedado peor, como el paseo del mar y calles antiguas. No debe pasar desapercibido lo que aquí está ocurriendo.
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