22 de febrero de 2011
Día 21/02/2011
La percepción de los directivos españoles sobre la situación económica del país no solo no mejora, sino que incluso ha empeorado en los últimos meses. Así se desprende de la tercera edición del Informe Perspectivas, elaborado por KPMG, que recoge la opinión de 215 directivos sobre la situación económica actual y sus perspectivas a corto y medio plazo.
Según el citado estudio, al que ha tenido acceso ABC, en el último trimestre del año un 83% de los encuestados consideraban que la situación de la economía española era mala o muy mala, frente a un 16% que la calificaron de regular y solo un 1% que consideró que era buena. Estas cifras suponen una peor valoración de la situación que los mismos directivos realizaban solo tres meses antes. En ese momento el porcentaje que consideraba que la situación de la economía española era mala o muy mala ascendía al 78%.
El informe argumenta que «tras un verano en el que el paro no siguió creciendo y la actividad económica se activó ligeramente en especial por el efecto estacional, los datos sobre el sentimiento de la situación empezaron a mejorar ligeramente para luego volver a los niveles anteriores también influenciados por la crisis irlandesa y portuguesa». Las perspectivas para el futuro próximo no son mucho mejores. El estudio de KPMG asegura que 2011 va a ser un año en el que a nivel económico deberán empezar a moderarse los desequilibrios y a avanzar en las reformas estructurales.
Pero a pesar de ello la visión que los directivos tienen empeoró al cierre de 2010. El 94% de los encuestados aseguraron en ese momento que la situación a mitad de 2011 sería igual, peor o mucho peor que al cierre de 2010. Las perspectivas a un año son algo más optimistas. Un 27% cree que que mejorarán. No obstante este porcentaje es muy inferior al 43% que tres meses antes percibía una mejora a 12 meses vista.
Pero mientras la percepción de la situación económica empeoraba a lo largo del año, las perspectivas de crecimiento de las ventas fueron creciendo a medida que avanzaban los meses. En el cuarto trimestre, el 51% de los encuestados esperaban que los datos de venta de final de año fueran positivos. Y respecto al futuro, al cierre del ejercicio las expectativas de crecer en ventas netas más de un 5% aumentaron respecto al trimestre anterior mientras que las de crecer entre un 1% y un 5% disminuyeron en 11 puntos porcentuales.
No obstante, las empresas españolas siguen llevando a cabo procesos de ajuste para poder combatir los efectos de la crisis que continúa azotando al país. Así, aproximadamente el 73% de los encuestados realizaron ajustes empresariales en 2010, la mayoría dirigidos a reducir costes y plantilla. Según la encuesta, aproximadamente el 28% del total de las empresas, casi una de cada tres, despidió a parte de su personal en 2010.
Tampoco La Caixa es muy optimista sobre la economía española y su futuro inmediato. En su último informe de coyuntura, la entidad advierte de que la escalada de los precios a finales de 2010 y comienzos de este año puede «poner trabas» a la aún incipiente recuperación, al «intensificar» la contención del consumo interno y «agravar» el entorno de la actividad económica.
La entidad presidida por Isidro Fainé advierte además de la diferencia entre el impacto de una escalada de precios fundamentada en incrementos de impuestos indirectos, como los del tabaco en diciembre o el IVA, y los que se producen por la fortaleza del consumo, lo que no está ocurriendo en estos momentos. Aún así, coincide con el Gobierno en que la inflación tenderá a ceder por la debilidad de la demanda interna ante la «reversión» del efecto de la subida del IVA en la segunda mitad de 2011 y por la reducción de los precios de las materias primas.
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