8 de noviembre de 2010

Lombardi: "El Papa no quiso ser polémico, quiere encuentro y no choque"
El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, trata de quitar hierro hoy a las controvertidas declaraciones del Papa sobre el "agresivo laicismo español"
MIGUEL MORA | Barcelona 07/11/2010
EL PAIS

El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, ha tratado de quitar hierro hoy a las controvertidas declaraciones del Papa sobre el "agresivo" laicismo español. "El Papa no quiso ser negativo ni polémico", ha dicho Lombardi, que piensa que se han "interpretando de forma injusta" las frases de Benedicto XVI en el avión que le trajo a España.

"El Papa solo dio una respuesta oral a una pregunta sobre la disminución de la práctica religiosa en Occidente y en España, no hizo un estudio histórico o científico sobre el asunto", ha explicado Lombardi en la conferencia de prensa posterior a la dedicación de la Sagrada Familia. "En todo caso, el sentido de lo que dijo no quiso ser polémico, sino positivo, porque invitó al encuentro entre fe y laicismo y no al desencuentro".
Según Lombardi, "el Papa explicó que esa confrontación o desencuentro entre la fe y el laicismo existe en Europa y también en España, y eso sería ridículo negarlo". Preguntado sobre si no le parecía injusto que el Papa no destacara el diálogo y el tratamiento cordial y preferente (elevar a definitivo el generoso sistema de financiación pública y aumento del 34% de la cuota del IPRF que Hacienda entrega a los obispos por la contribución de los fieles) que ha tenido la Iglesia católica por parte del Gobierno socialista, Lombardi ha dicho en tono conciliador: "Lo que es injusto es centrar toda la atención en una respuesta que ofrece distintas interpretaciones. El Papa, como pastor, quiso subrayar los aspectos positivos, los puntos de apoyo para responder al reto del laicismo. Habló de la gran tradición cristiana española, habló también de la potente tradición laicista, de ese desencuentro entre dos tradiciones, y al final invitó al encuentro, no al desencuentro. Lo hizo con buena voluntad de contribuir al bien común, pese a las tensiones. Con una actitud positiva. Lo que propuso es que haya una tensión dinámica, pero no un choque".
Sobre las referencias del Papa al "anticlericalismo de los años treinta", Lombardi ha afirmado: "No creo que el Papa quisiera hacer análisis históricos sobre el tema. Creo que es evidente que en los años treinta hubo fuertes tensiones. El problema del laicismo existe, eso es obvio, pero lo que dijo es que hoy es un problema europeo que en cada país se vive de forma distinta. Es obvio que hay un olvido de la trascendencia y una secularización general. No solo en España. Como pastor, el Papa subraya sobre todo los aspectos positivos, el dinamismo de la Iglesia. Pero, desde luego, su intención no fue en ningún caso ser polémico".