4 de octubre de 2010
El triunfo de la camisa blanca
EL PAIS
REPORTAJE: MODA
El triunfo de la camisa blanca
La prenda más simple es la clave para la primavera / verano del próximo año
EUGENIA DE LA TORRIENTE - París - 04/10/2010
¿Qué se puede hacer con una camisa blanca? Esta simple prenda guarda la llave de la moda para primavera / verano 2011. Todo el mundo parece interesado en darle vueltas. El reto es hacerla avanzar sin que pierda su mayor virtud, la belleza de su simplicidad. Lo consiguió la tercera colección de Phoebe Philo para Céline, que dotó de calidez a su magnífica reinvención del minimalismo.
A FONDO
Las camisas de Philo flotan, se transforman en túnicas manteniendo sus grandes puños y se cubren con ponchos de bereber. El norte de África se sintió como una brisa templada, ya que las asépticas batas de quirófano conviven con lana mullida y trenzada. El blanco inicial cedió espacio al caldera y chocolate y a los estampados de baldosas geo-métricas. Incluso aparecieron franjas de colores, que recorrían la banda de los pantalones de forma que su vitalidad se incorpora a la narración matemática sin que esta pierda su calculada pauta.
Un puñado de códigos comunes pueden gestar criatu-ras diferentes. También los holandeses Viktor & Rolf se fijaron en la camisa en su colección. En lugar de repensarla desde la lógica del vestir contemporáneo, le aplicaron una sobredosis de surrealismo. La primera modelo llevaba una pieza con cuatro exagerados puños y cuellos de banquero en cascada. Después, se repitió la secuencia recurrente estos días: un arranque en blanco que deja paso a colores vibrantes. La Sinfonía de la camisa (así llamaron a la colección) terminaba con un estrambótico vestido de novia hecho con sus paneles. La pieza era más propia del carnaval que de una iglesia y su teatralidad contrastaba con el conjunto precedente: una camisa corta por delante y larguísima por detrás sobre un pantalón de esmoquin negro. Reducido a su esquema, el mensaje resultaba más potente e interesante.
Los patrones compactos impuestos por Philo están por todas partes. Era imposible ignorarlos en la colección de Stuart Vevers para Loewe que se presentó el sábado. Pero el británico les inyectó un atractivo pueril con estampados de mariposas y colores de golosina. Infantilizar a la mujer Loe-we se antoja un gesto sorprendente cuando el curso de la moda enfoca a la madurez.
La síntesis narrativa le hubiera sentado bien a Jean-Paul Gaultier. El diseñador francés subió a la pasarela a Beth Ditto -la cantante de The Gossip- en el arranque de una colección excesiva. Una reflexión sobre lo variado de la belleza (XXL / XXS era su título), junto a estampados que se ven en 3D con las pertinentes gafas y el recuerdo de Joan Jett en los ochenta son demasiados ingredientes para que la receta no acabe en empacho. Ditto cerró el desfile cantando a capela y se metió al público en el bolsillo. La cruda realidad, sin artificios, no está tan mal después de todo. Como una camisa blanca.