27 de febrero de 2014

Greenpeace amordaza durante segundos los leones del Congreso de los Diputados

Greenpeace amordaza durante segundos los leones del Congreso de los Diputados

La ONG protesta contra el proyecto de ley de Seguridad Ciudadana impulsada por Interior

“Esta vez estábamos preparados para que no escalaran el Congreso”, dicen fuentes policiales

Los ecologistas llaman a la ciudadanía a "amordazar" lugares públicos de forma pacífica el sábado

Seis activistas de Greenpeace han amordazado durante unos segundos este jueves las estatuas de los leones que presiden la fachada del Congreso de los Diputados, en Madrid, en contra del anteproyecto de ley de Protección de Seguridad Ciudadana, ampliamente criticado por políticos y ciudadanos. Los ecologistas ya quisieron dar un golpe de efecto en mayo pasado, cuando escalaron hasta el tejado del edificio. El incidente se ha cerrado con la identificación de los activistas, que se encuentran en libertad, según la policía y la ONG. El presidente del Congreso, Jesús Posada, había asegurado a los periodistas que había dos arrestados.
La organización de ecologistas ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para "amordazar" lugares públicos de sus ciudades de forma pacífica el próximo sábado 1 de marzo. "Si lo que pretenden es pararnos, no lo van a conseguir", ha asegurado el director ejecutivo de Greenpeace en España, Mario Rodríguez, en una rueda de prensa posterior a la acción.
“Estaban algunos por delante del Congreso y otros por detrás, pero los hemos podido detener al ser conscientes de lo que pretendían”, señalan fuentes policiales de la Cámara baja, que estaban convencidos de que la intención era alcanzar la cubierta del edificio, extremo que ha negado Greenpeace. En la presidencia del Congreso y en las fuerzas de seguridad había una espina clavada desde mayo, cuando la organización pacifista llegó a la cima. En su descargo señalan que en esa ocasión les resultó fácil porque “tuvieron una escalera a su disposición”.
Se refieren las fuentes parlamentarias a los andamios que estaban instalados por las obras de reparación que se estaban llevando a cabo en la cubierta del palacio de la Carrera de San Jerónimo. “Llegaron en una furgoneta, bajaron a toda velocidad y subieron a lo alto”. Ahora, el equipo de 11 ecologistas fue identificado casi de inmediato. “Esta vez estábamos preparados”, señalan las mismas fuentes.
Sobre las 9 de la mañana, seis miembros del grupo han colocado una cinta amarilla alrededor de las fauces de una de las estatuas y han sostenido una pancarta donde se podía leer: "No a la ley mordaza". La acción de protesta apenas ha durado medio minuto, porque agentes que custodian el Parlamento han obligado a los activistas a despejar el lugar y han retirado las mordazas. En el lugar, donde se está celebrando la última sesión del debate sobre el estado de la nación, se encontraban 36 policías repartidos en seis furgones, según Greenpeace.
La llamada ley Fernández, ley Antiprotesta, pretendía multar en un principio con 600.000 euros las marchas no autorizadas ante el Congreso. Las críticas al anteproyecto de Interior llevaron al ministerio a rebajar la cuantía hasta los 30.000 euros. "La norma no es necesaria, crea un estado de alarma que no existe y criminaliza a los ciudadanos", ha detallado Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña en contra de esta normativa. 
Por otra parte, un informe previo elaborado por dos vocales (el conservador Wenceslao Olea y la progresista Victoria Cinto), y que dentro de un mes votará el pleno del Consejo General del Poder Judicial, plantea que el texto elaborado por Interior establece criterios “excesivamente amplios” para justificar la intervención policial. "Crea inseguridad jurídica debido a la vaguedad del texto y la arbitrariedad", ha añadido. En el artículo 36.6 del anteproyecto, se señala como infracción leve "la falta de respeto y de la consideración debida a la autoridad". "¿Cómo puede determinarse esto?", advierten los ecologistas.

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