ESPAÑA
La sociedad civil de Cataluña da la espalda a la secesión auspiciada por Mas
MARIANO CALLEJA / MADRID
ABC - Día 11/11/2013 - 13.21h
El Gobierno de Mariano Rajoy ve fundamental que instituciones clave estén defendiendo la unidad de España
En el Palacio de la Moncloa han tomado buena nota de las voces que se están escuchando desde la sociedad civil catalana en contra de la secesión que impulsan Artur Mas y sus socios. Son instituciones como el Foment del Treball, la Fundación Círculo de Economía, el Círculo Ecuestre y la Cámara de Comercio de Estados Unidos, desde las que se alerta de las graves consecuencias que tendría una hipotética independencia de Cataluña y se defiende la unidad frente a la división. Fuentes del Gobierno de Rajoy han destacado el enorme valor que tienen las manifestaciones que se han multiplicado en las últimas semanas desde la sociedad civil catalana y han destacado la influencia que pueden tener en las decisiones futuras de Mas.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aceptó la invitación del presidente de la Fundación Círculo de Economía, Carlos Cuatrecasas, para presidir en Madrid la concesión de los Premios al patrocinio y mecenazgo empresarial. Ante la «número dos» del Ejecutivo de Rajoy, Cuatrecasas hizo una defensa redonda de la unidad de España y de los múltiples lazos que unen a los catalanes con el resto de españoles. Santamaría escuchó muy satisfecha sus palabras por la nitidez y contundencia con que se mostró contrario a las aventuras que propone Mas, según fuentes próximas a la vicepresidenta.
Llamamiento a todos
«Desde hace 500 años, con nuestras peculiaridades y diferencias, afinidades y discrepancias, desencuentros e, incluso, enfrentamientos, pero también con el diálogo, pactos, acuerdos y compromisos hemos construido un gran país: España», explicó Cuatrecasas ante Santamaría. «No permitamos que entre unos y otros se nos escape de las manos», advirtió.
El presidente de la Fundación hizo un llamamiento a «todos, a ambos lados del puente», porque tienen la «responsabilidad histórica de sentar bases justas, razonables, equitativas y sólidas para reforzar los lazos de convivencia y comprensión entre todas las partes de España, una España plural, abierta y atractiva en la que todos quepan y todos se sientan a gusto; en pocas palabras, que sea para todos mejor estar dentro que fuera de ella».
Es un discurso que el Gobierno asume sin ningún problema también cuando pide un «diálogo, sereno, inteligente, razonable, del que tan necesitado está hoy todo el país». De hecho, tres días después, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz del Gobierno insistía en defender un «clima de diálogo y colaboración» con la Generalitat de Cataluña, mientras fuera de micrófono se valoraban los gestos de aproximación que se están produciendo entre ambas partes en las últimas semanas. Diálogo y firmeza con la ley en la mano, sigue siendo los dos pilares de la estrategia del Gobierno ante el intento sedicioso que encabeza Artur Mas.
«Estabilidad institucional»
Desde el Círculo Ecuestre (club privado inaugurado en 1856, clave en el debate de la sociedad civil y la burguesía catalana), que preside Borja García-Nieto, se ha favorecido el diálogo y se ha defendido el mensaje de que unidos siempre se consigue más y se llega más lejos que separados. Pero también se ha desmontado la acusación de «expolio» que el nacionalismo catalán ha dirigido contra el Gobierno de España. García-Nieto siempre se ha mostrado partidario de la línea del entendimiento y no de la ruptura, y de una Cataluña como parte fundamental de España.
Desde Foment del Treball, su presidente, Joaquim Gay de Montellà, ha pedido con insistencia «que se preserve la estabilidad institucional» y ha advertido de que lo contrario «no ayuda a superar esta situación económica difícil». Gay de Montellà, que defiende al «pacto fiscal» para Cataluña, pero sin romper España, defiende el diálogo frente a situaciones irreversibles ilegales: «Los empresarios queremos que los puentes no se destruyan, porque si eso pasara sería muy difícil reconstruirlos».
En una línea muy parecida, la Cámara de Comercio de Estados Unidos, que tiene su sede social en Barcelona, ha alertado de las consecuencias muy negativas que tendría una declaración de independencia o una secesión. «Los políticos tienen que ser conscientes de que todas sus decisiones tienen consecuencias, y los ciudadanos deben saberlo también», ha advertido el presidente de la Cámara, Jaime Malet.
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