Acaba de llegar y ya tiene una petición para que se una al Gobierno. Isaac Herzog fue elegido nuevo líder del laborismo israelí en unas primarias celebradas ayer. Su partido y las facciones que lo forman pasaron de controlar los ejecutivos de Israel durante décadas a quedar como una fuerza política debilitada por el centro y la derecha sin un proyecto político sólido. Ante el refuerzo y el enroque de las facciones de ultraderecha en el actual gobierno de
Benjamín Netanyahu, la ministra de Justicia, Tzipi Livni, ya le ha pedido que considere entrar en la coalición para dar el necesario empuje definitivo al proceso de paz con los palestinos.
“Sólo pasos valientes hacia la paz con los palestinos nos permitirán ganar en todos los frentes”, dijo Herzog este viernes en un discurso en Tel Aviv después de conocerse los resultados definitivos. “Nos embarcamos en un nuevo viaje, al final del cual volveremos a ser un gran partido que puede desafiar al actual Gobierno”, añadió. Livni dijo en la red social de Facebook que Herzog “está comprometido con un acuerdo diplomático” con los palestinos y que espera “que
se una a los esfuerzos para mejorar el futuro”. “El proceso de paz necesita apoyo verdadero sin condiciones”, añadió.
Herzog viene de una familia de patricios políticos en Israel. Su padre, Chaim Herzog, fue presidente entre 1989 y 1993. Nacido en Tel Aviv en 1960, es legislador desde 2003. Fue ministro de Vivienda, Turismo, Servicios Sociales y Diáspora. Ha ganado las primarias del Partido Laborista (Havodá, en hebreo) con un 58,5% de los votos. En ellas votaron 28.806 militantes, un 52,7% del censo total. Algunos líderes laboristas han criticado que estos comicios se hayan celebrado a sólo 11 meses de las elecciones legislativas.
En ellas la anterior líder laborista, la periodista Shelly Yacimovich, quedó en tercer puesto tras el Likud y el partido centrista Hay Futuro (Yesh Atid). Después de que el ganador, Benjamín Netanyahu, lograra un complejo equilibrio de poderes para formar gobierno, Yacimovich quedó como líder de la oposición. Poco ha logrado desde ese puesto. El proceso de paz se ha reanudado al margen del laborismo. Netanyahu le ha encargado a Livni, de la formación centrista El Movimiento (Hatnuá) que lidere las conversaciones con los palestinos.
Para reactivar el proceso de paz, Netanyahu ha accedido
a liberar a 104 presos palestinos, muchos condenados por ataques con víctimas. Varios de los ministros ultraderechistas de su gobierno, sobre todo los de un partido, Casa Judía (Habayit Hayehudi), que representa los intereses de los colonos en Jerusalén y Cisjordania, han amagado con romper la coalición. Netanyahu y Livni confían en que, si así sucede, los laboristas accedan a entrar en el gobierno
para salvar el proceso de paz y evitar la convocatoria de nuevas elecciones. Ahora esa decisión dependerá de Herzog.
Yacimovich tomó el control del partido en 2011 pero nada pudo hacer para salvarlo de una creciente irrelevancia. Defendiendo un ideario socialdemócrata, ganó el apoyo de las bases indignadas que en el verano de aquel año protestaron en las calles y acamparon en las principales ciudades israelíes. Al proceso de paz lo dejó en un discreto segundo plano. En una entrevista con el diario Haaretz en 2011 había llegado a decir que no considera la expansión de asentamientos de colonos judíos en territorio palestino “un crimen o un pecado”.
Desde 2001 Israel no tiene un primer ministro laborista.
Ehud Barak gobernó entre 1999 y 2001. En ese breve mandato ordenó la retirada de las tropas israelíes del sur de Líbano y reactivó el proceso negociador con los palestinos tomando parte, junto a Yasir Arafat, en la cumbre de Camp David. En 2000 una visita del líder opositor Ariel Sharon, del Likud, a la explanada de las mezquitas en Jerusalén fue el detonante de una nueva
intifada, o revuelta palestina. Barak, sabedor de que había perdido el apoyo popular, convocó unas elecciones que perdió, permitiendo a Sharon acceder al gobierno.
En 2009 Barak accedió a entrar en una coalición de gobierno liderada por Netanyahu, logrando el puesto de ministro de Defensa. En enero de 2011, ante las negativa de una buena parte de los legisladores laboristas en el parlamento a seguir apoyando a un ejecutivo liderado por el Likud, se escindió y formó su propio partido, Independencia (Atzmaut).
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