2 de septiembre de 2010

Figueras cede una fortaleza militar para el rezo del Ramadán

ABC

Figueras cede una fortaleza militar para el rezo del Ramadán

El castillo de San Fernando, del Ministerio de Defensa, lugar de culto islámico

M. R. CASTILLO / GERONA

Día 01/09/2010

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Conflicto ciudadano abierto en Figueras (Gerona), después de una polémica decisión del Consistorio que comanda el convergente Santi Vila y que ha permitido la ocupación de una parte del Castillo de San Fernando por centenares de fieles musulmanes que se congregan a diario en el centro para adorar a su Dios. El uso religioso del espacio es temporal (no está previsto que se alargue más allá de la época del Ramadán) pero ha levantado críticas por el hecho que la utilización del espacio público les salga gratis a los seguidores de Mahoma.
La cesión la ha hecho el consorcio del Castillo de San Fernando pero fue requerido por el propio Ayuntamiento de la capital ampurdanesa, que medió en la petición. En concreto, el Consistorio (gobernado por un pacto nacionalista entre CiU y ERC) se encargó de hacer la solicitud al consorcio en nombre de la asociación Attawhid. La licencia habilita a los fieles para pregar en el recinto cada noche des de el pasado 11 de agosto hasta el próximo 10 de septiembre, época durante la que se alarga el período del Ramadán. Es precisamente por la noche, cuando termina el ayuno que impone el Alcorán, cuando más afluencia hay de fieles al improvisado templo.
La fortaleza de San Fernando data del siglo XVIII y está gestionada por un consorcio a tres integrado por el Consistorio local, la Generalitat y el Ministerio de Defensa. El Ministerio es quien tiene la propiedad de las instalaciones y la cesión del espacio ha causado desagrado entre representantes del colectivo militar. De hecho, de un tiempo a esta parte el castillo es escenario de actos y jornadas organizadas por el Ministerio de Defensa, además de otros eventos de carácter cultural u ocioso.
El PP denuncia que no haya ningún tipo de contraprestación económica
Se calcula que entre 200 y 400 musulmanes se reúnen al anochecer en el castillo para rezarle al profeta y desde el Consistorio apuntan que con la cesión del espacio se ha querido terminar con la congestión que registraban otros locales de la ciudad, que venían siendo habilitados como improvisados centros de culto (sobre todo en el barrio del Culubret). El Ayuntamiento apunta que con la medida se busca mejorar la convivencia entre los distintos colectivos que viven en Figueras. De hecho, el mismo Ayuntamiento ya decidió recientemente prohibir llevar la «cara tapada» en instalaciones municipales en lugar de restringir el uso del «burka» o el «niqab». El Consistorio plasmó el eufemístico veto a través de una modificación de la ordenanza municipal.
En lo que refiere a la cesión de San Fernando, el Partido Popular ha denunciado que la cesión se haya hecho sin ningún tipo de contraprestación económica ya que, cobrar por alquilar espacios municipales, viene siendo práctica habitual e indiscutible en la ciudad.
Las reuniones de más de 300 fieles congestiona los accesos a la fortaleza
El Castillo de San Fernando es una joya de la arquitectura del siglo XVIII.Según se anuncia en su «web», es el lugar elegido por particulares, empresas, compañías, productoras de cine y televisión para organizar eventos culturales, sociales, bodas, deportivos y realizar filmaciones, etc.
De la República a Tejero La fortaleza, construida en el siglo XVIII para evitar las invasiones de tropas francesas en territorio español, ha sido testigo de varios momentos claves de nuestra historia reciente. El 1 de febrero de 1939 tuvo lugar en el Castillo la última reunión de las cortes de la República. Una semana después, el ejército republicano, en su retirada hacia Francia, destruye todo el armamento, municiones y explosivos almacenados en el Castillo, ocasionando daños irreparables.
En 1965, las unidades militares sitas en la fortaleza pasan a ubicarse en el CIR número 9 de Sant Climent de Sescebes (Gerona), quedando solo en el castillo, durante un año más, la clínica militar, cuyo edificio pasa a alojar una prisión militar que permanece hasta el año 1991. Fue en este presidio donde cumplió parte de su condena el teniente coronel Antonio Tejero por liderar el golpe del 23-F.