ABC
EDITORIALES
Petraeus sí cree
Los soldados y guardias civiles destinados en Afganistán están demostrando que nuestras Fuerzas Armadas vuelven a estar entre las más poderosas y flexibles del mundo
Día 14/09/2010
AUNQUE la misión que desempeñan los militares españoles en Afganistán pueda estar más o menos delimitada por las instrucciones políticas del Gobierno, este condicionamiento no puede poner en cuestión su preparación y profesionalidad. Desde que participan en misiones internacionales en el marco de la OTAN, los soldados y guardias civiles destacados en Afganistán están llevando a cabo su tarea más compleja en mucho tiempo y, de algún modo, están demostrando que nuestras Fuerzas Armadas vuelven a estar entre las más poderosas y flexibles del mundo, como han reconocido nuestros aliados norteamericanos. La carta del general Petraeus alabando su modo de actuación en la zona donde ejercen su responsabilidad lo reafirma claramente.
La guerra en aquel escenario remoto es también especialmente compleja, y probablemente deje una herencia imborrable entre las filas de los militares españoles. Hasta ahora se ha demostrado que no será fácil llevar a cabo el objetivo de dejar un Afganistán estable, en el que los extremistas islámicos no puedan volver a tener su guarida para hostigar a Occidente. Los soldados españoles que están en la primera línea y que han compartido con ABC su tarea son los primeros en darse cuenta de que es necesario actuar con la mirada puesta en el respeto a la población, cuya estabilidad han venido a garantizar, pero con mano dura contra unos terroristas que van a hacer todo lo posible por destruirla. El secretario general de la OTAN decía en estas mismas páginas que la Alianza no se retirará hasta que no haya cumplido su misión. Entonces podremos sentirnos orgullosos de que los militares españoles han contribuido eficazmente a la consecución de esa victoria.