EL PAIS
Los radicales israelíes exigen a Netanyahu firmeza ante EE UU
Los colonos advierten contra el recorte de los asentamientos
ENRIC GONZÁLEZ - Jerusalén - 14/09/2010
Benjamín Netanyahu parece haber optado por una fórmula intermedia: permitir que se reanude la construcción dentro de las mayores colonias israelíes en los territorios ocupados, y no permitirla en las colonias pequeñas. Es muy posible que ese arreglo no sea considerado suficiente por la Autoridad Palestina, que reclama una congelación total de las construcciones para seguir negociando. Y es seguro que enfurecerá a los colonos más radicales. Quienes se niegan a ceder un palmo de terreno a los palestinos empiezan a lanzar amenazas contra el primer ministro israelí.
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Un líder de los colonos dice que el Gobierno sigue un "sendero suicida"
En las calles de Israel abundan unos carteles en los que aparece Netanyahu con una máscara de Ariel Sharon (en coma desde hace cuatro años y medio), el líder ultranacionalista que al final de su carrera política evacuó por la fuerza a los colonos de Gaza y cedió esa franja a los palestinos.
Los carteles contra Netanyahu, aparecidos en cuanto el primer ministro aceptó hablar nuevamente de paz con la Autoridad Palestina -hoy celebran su primera reunión en Sharm el Sheij (Egipto)-, son acompañados de anuncios de prensa de tono muy virulento en los que se le exige que resista las presiones de "un mundo árabe malevolente", "una corrupta entidad yihadistadisfrazada de Estado palestino", una Administración estadounidense que es "la más hostil en 62 años", "unas Naciones Unidas que solo están unidas por su odio a todo lo israelí" y "una Unión Europea desprovista de compás moral".
Uno de los dirigentes de los colonos en los territorios ocupados, Gershon Mesika, declaró el domingo que si Netanyahu no permitiera la expansión de los asentamientos pequeños, las "cabezas de puente" con los que se sigue colonizando el territorio ocupado, estaría en la práctica renunciando a "Judea y Samaria", los nombres bíblicos con los que se invoca el supuesto derecho de propiedad de los judíos sobre Cisjordania. "Eso sería el fin del Gobierno de Netanyahu", dijo Mesika.
"Existe un límite a la fraudulencia, incluso cuando viene de un político como Netanyahu", siguió. "Quiere ser Sharon, y los nacionalistas le vomitaremos y le expulsaremos del Gobierno". Otro dirigente de los colonos, Benny Katzover, recomendó al primer ministro que no siguiera por "el sendero suicida" que en su día abrió Sharon con la evacuación de Gaza. El tono de las amenazas y las acusaciones de traición recuerda el de 2005, cuando los israelíes abandonaron la franja, pero también el de 1995, cuando el primer ministro Isaac Rabin, que firmó los Acuerdos de Oslo, fue asesinado por un colono.
En el propio partido de Netanyahu, la formación nacionalista Likud, se alzan voces como la del diputado Danny Danon: "El 26 de septiembre
[fecha en que concluyen los 10 meses de moratoria sobre la construcción y ampliación de colonias] dejaremos de pedir el permiso del mundo y empezaremos a construir en todas partes".