19 de agosto de 2010

Pueblo rico busca vecinos
















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Sociedad

Pueblo rico busca vecinos

Castelnou, en Teruel, organiza la caravana de los niños para atraer nuevos inquilinos a la localidad

YOLANDA AZNAR / ZARAGOZA

Día 19/08/2010 - 09.25h

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BEATRIZ SEVERINO


El alcalde de Castelnou, en una panorámica del pueblo
Sus vecinos pueden considerarse unos privilegiados, y es que no pagan impuestos municipales, reciben al mes 30 euros para hacer frente a los gastos de la luz, cuentan con todo tipo de actividades gratuitas e incluso tienen a su disposición un taxi de nueve plazas para llevarles al centro sanitario más cercano tantas veces como les haga falta. Sus mayores no necesitan acogerse a la Ley de la Dependencia, pues disponen de asistencia social en su casa. Y como no podía ser de otra forma hablando de Castelnou, esto también es gratis. Además tienen un servicio de tienda a domicilio para la gente mayor y del restaurante, si hace falta, les llevan la comida a precio de centro de día. Por si esto fuera poco, dos operarios del pueblo están siempre disponibles, gratuitamente, para cualquier petición de los vecinos, ya sea ayudarles con las bombonas de gas, transportar la leña o realizar todo tipo de encargos y recados.

Para muchos, podría tratarse del paraíso, sin embargo, este pequeño pueblo turolense añora algo tan simple como tener una escuela. No hay niños suficientes para ello, y es que el municipio se enfrenta desde hace años a un grave problema, la despoblación. La localidad cuenta con 150 vecinos censados, de ellos, el 70 por ciento sobrepasa los 60 años y sólo nueve niños corretean por sus calles. Y es precisamente ahí donde reside uno de los grandes quebraderos de cabeza del Ayuntamiento. Llevan mucho tiempo intentando dar con la solución, luchando para que los nueve niños de la localidad tengan nuevos amigos con quien jugar, y ahora parece que han dado en clavo. Han convocado la caravana de los niños.
Siguiendo la estela de sus paisanos oscenses —que hace ahora 25 años pusieron en marcha, con gran éxito, la caravana de mujeres en Plan—, en este pueblo turolense han recuperado la iniciativa pero esta vez encaminada a las familias. Lo que buscan son parejas jóvenes con hijos, que estén dispuestas a quedarse a vivir en Castelnou y, lo más importante, que lleguen con un proyecto de futuro bajo el brazo. Y es que de lo que se trata es de rejuvenecer el pueblo, pero también dotarlo de nuevos servicios y actividades. Y para ello tan necesario son los niños como unos padres emprendedores.
Su alcalde, José Miguel Esteruelas, lo explica así: «Necesitábamos atraer nuevas empresas por un lado, pero también era importante la llegada de gente joven. Se nos ocurrió esta idea y así matamos dos pájaros de un tiro». Eso sí, deja claro que en ningún momento el Ayuntamiento ofrece puestos de trabajo o vivienda gratis, sino todo lo contrario, de lo que se trata es de que las nuevas familias monten su propio negocio y tengan los medios suficientes para asentarse en el pueblo.
El Ayuntamiento les brinda todo tipo de facilidades: suelo gratis para la construcción de la vivienda y la puesta en marcha de un negocio; están exentos de pagar la licencia municipal de obras e incluso ofrecen ayudas especiales a la rehabilitación. Por si esto fuera poco, se están construyendo cuatro viviendas, de unos 180 metros cuadrados, completamente equipadas a precio de coste, es decir, unos 105.000 euros. Todo un lujo si se tienen en cuenta los precios desorbitados que estas casas podrían alcanzar en el mercado inmobiliario. Las familias con hijos también cuentan con una canguro de forma gratuita y todo el material escolar está subvencionado al 75 por ciento.
Las ventajas son tantas que la convocatoria está siendo todo un éxito. Los teléfonos del Ayuntamiento andan últimamente colapsados y hacía mucho tiempo que los servicios postales no tenían tanto trabajo en la localidad. Más de 400 familias ya han enviado su proyecto de futuro para Castelnou y ahora la pelota se encuentra en el tejado del Ayuntamiento. Aseguran estar «encantados y sobrepasados» por la respuesta que ha tenido su convocatoria y ahora en el pueblo todos trabajan a contrarreloj para que sus calles luzcan su mejor imagen. El próximo miércoles la localidad celebrará una fiesta para conocer a todos los candidatos. Se espera que acudan en torno a unas 800 personas. Habrá una comida popular y juegos para los más pequeños, los grandes protagonistas de la cita. La jornada servirá para intercambiar opiniones e impresiones. Tras este encuentro, el Consistorio decidirá qué familias se convierten en los nuevos inquilinos de Castelnou.
Ingenio para captar vecinos
Esta iniciativa no es la única que se ha puesto en marcha en los últimos años en la provincia turolense para luchar contra la despoblación, uno de los males endémicos de la región. Otras localidades también han echado mano del ingenio para tratar de captar nuevos vecinos. «El pueblo donde nunca pasa nada» fue el eslogan elegido por Miravete de la Sierra, un pequeño municipio de Teruel, para lanzar una campaña de publicidad que sacara del anonimato a este bello rincón del Maestrazgo. Otros como Aguaviva han sido también pioneros en esta materia y su ejemplo ha sido muy imitado en el resto de España. Fueron los primeros en ofrecer trabajo y vivienda a familias inmigrantes que se animaran a repoblar la localidad. El programa se puso en marcha en el año 2000 y desde entonces el número de habitantes de la localidad no ha dejado de crecer. Ya son más de 700 vecinos.
A pesar de estas y otras muchas iniciativas la despoblación sigue siendo uno de los mayores problemas de Teruel, junto con la falta de infraestructuras. Según los últimos datos del Anuario 2010 elaborado por la Fundación Economía Aragonesa (Fundear) cinco de las ocho comarcas menos pobladas de la Comunidad están en la provincia turolense. Por eso, administraciones públicas e instituciones trabajan para mitigar el envejecimiento y la falta de población. Se han impulsado multiservicios, aulas infantiles, asistencia a mayores o el fomento del teletrabajo, sin embargo todo parece poco para poner fin a uno de los grandes males de los pueblos españoles.