EL PAIS
Dos guardias civiles y un intérprete,
asesinados por un terrorista en Afganistán
El agresor, chófer de uno de los fallecidos desde hace tiempo, ha sido abatido por el resto de agentes que participaben en una clase de formación de policías afganos
MIGUEL GONZÁLEZ / NATALIA JUNQUERA - Madrid - 25/08/2010
Dos guardias civiles españoles, el capitán José María Galera Córdoba, de 33 años, y el alférez Abraham Leoncio Bravo Picallo, de 34, además de su intérprete, el español de origen iraní Ataolá Taefik Alili, han muerto hoy en la antigua base de Qala-i-Naw, capital de la provincia de Badghis, al ser tiroteados por un afgano, chófer de uno de ellos, durante una sesión de adiestramiento, según ha informado el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que ha definido el acto como un "atentado premeditado". El "terrorista", como el propio ministro lo ha calificado, ha sido abatido por el resto de guardias civiles que participaban en la clase. Posteriormente, alertados por el incidente, varios cientos de afganos se han concentrado frente a la base militar y han arrojado piedras hasta ser dispersados por la policía afgana.
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Los hechos se han producido sobre las 6.20 de la mañana (8.50 en España), cuando nueve agentes de la Guardia Civil, acompañados de dos soldados españoles, impartían una clase de formación a 47 policías-alumnos afganos. Entonces, el conductor, que según Rubalcaba era "chófer de uno de los dos fallecidos del capitán, creo", ha abierto fuego "con un rifle de asalto", presumiblemente unKalashnikov, contra los dos agentes y el intérprete. Acto seguido, los compañeros allí presentes, otros siete guardias civiles y dos soldados, lo han abatido a tiros.
Los fallecidos son José María Galera Córdoba, capitán de 33 años natural de Albacete y Abraham Leoncio Bravo Picallo, alférez de 34 años nacido en A Coruña. Ambos estaban destinados en la Unidad de Acción Rural con base en Logroño, en el Centro de Adiestramientos Especiales, según han informado fuentes de la Guardia Civil. Ambos iban a ser relevados el 22 de septiembre para regresar a España, según el Ministerio del Interior. El intérprete ha sido identificado por el ministro como Ataola Taefik Alili.
Tras el incidente, alertados por el sonido de los disparos, se han concentrado a las puertas de la base unos cuantos cientos de personas. Fuentes militares españolas estiman la multitud en unas 200 personas, mientras que las agencias hablan de hasta 2.000. Los concentrados, informados por megafonía de lo sucedido en el interior de la base, protestaban por el incidente y reclaman el cuerpo del policía afgano. Dichas fuentes aseguran que se han vivido "momentos de tensión" con los concentrados, pero que no ha habido heridos. Las agencias hablan de una concentración mucho más violenta, incluso de que un hospital de la ciudad ha recibido a personas con heridas de bala. En imágenes de CNN+, se ha podido ver a los manifestantes arrojando piedras contra la base y profiriendo gritos. Finalmente, la policía afgana ha dispersado a los manifestantes y se ha hecho cargo de la seguridad en la zona.
Los agentes fallecidos formaban parte del contingente de 37 Guardias Civiles desplegados en Afganistán en distintas misiones, entre ellas la de contribuir a la formación de las fuerzas de seguridad locales que deberán hacerse cargo de la seguridad paulatinamente a medida que las tropas extranjeras de la OTAN vayan siendo replegadas. El repliegue estadounidense debe comenzar el año que viene, pero antes, el año pasado, el presidente de EE UU, Barack Obama, decidió aumentar el contingente estadounidense para atajar el avance de los talibanes, que recuperaban terreno. Adeás, pidió a los socios de la OTAN que aumentaran sus contingentes. España se negó, pero el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, prometió en diciembre a Obama que España llevaría a cabo una "contribución importante" a la formación de las fuerzas de seguridad afganas a través de la Guardia Civil. Este anuncio se unía al hecho por Zapatero en abril cuando dijo que mandaría 40 agentes dentro de una operación con la Gendarmería francesa y los Carabinieri italianos.
Especialistas en adiestramiento policial condecorados por la OTAN
Jorge A. Rodríguez | Madrid
Los guardias civiles asesinados hoy en Qala-i-Naw tenían una gran experiencia en la formación en técnicas policiales y ambos habían sido condecorados por la OTAN. El capitán José María Galera Córdoba, de 33 años, ingresó en la Guardia Civil en el año 2000 y estaba destinado en el Centro de Adiestramiento Especiales de la Unidad de Acción Rural, con sede en Logroño. Estaba, pues, especializado en la formación en técnicas policiales antiterroristas y antidisturbios. Tenía dos Cruces al Mérito de la Guardia Civil y una medalla de la OTAN.
Por su parte, Abraham Leoncio Bravo Picallo, alférez de 34 años, había ingresado en el Instituto Armado en 1999 y estaba destinado en la misma unidad que su compañero. Especialista, pues, en la enseñanza de técnicas policiales. Había nacido en Bimianzo (A Coruña) y también había sido condecorado con una medalla de la OTAN.
Ambos estaban destinados en Afganistán como miembros de los Equipos Operativos Policiales de Adiestramiento y Enlace (POMLT) e iban a ser relevados el próximo 22 de septiembre. La unidad de adiestramiento de Qala-i-Naw está formada por un teniente coronel y 17 guardias civiles, además de algunos soldados.
