17 de abril de 2009

Los presos de ETA avisan a la banda terrorista de que está perdiendo la partida

EL MUNDO

En un documento interno llamado 'Ekia'

Los presos de ETA avisan a la banda terrorista de que está perdiendo la partida

El etarra Iñaki Bilbao amenazando de muerte al magistrado de la Audiencia Nacional Alfonso Guevara, en 2006. EL MUNDO

• La firmeza de la política antiterrorista ha causado un efecto demoledor
• Los presos se desesperan por las ilegalizaciones y quieren pagar las fianzas
• Los jefes del colectivo admiten haber censurado intervenciones
Ángeles Escrivá Madrid
Actualizado viernes 17/04/2009 12:45 horas
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Una encuesta realizada por la dirección del colectivo de presos de ETA a los reclusos ingresados en centros españoles y franceses revela que éstos consideran que la banda está perdiendo la batalla. No opinan de la situación política ni de la estrategia de la banda porque sus jefes se lo prohíben expresamente, pero sus valoraciones sobre asuntos carcelarios dibujan un panorama más general complicado.
El documento interno -denominado Ekia- demuestra el efecto demoledor que ha causado en el ánimo y disciplina de los presos la aplicación de una política antiterrorista firme. Se duelen de las ilegalizaciones, manifiestan terror a que las bases abertzales se les escapen por miedo a ser detenidas.
Los reclusos creen que la izquierda 'abertzale' carece de "musculatura" para oponerse al Estado, exigen flexibilizar la situación, por lo menos en los casos en los que todavía hay posibilidad de no ingresar en prisión -pagando fianzas, aceptando juicios jurídicos y no sólo políticos e, incluso, negándose a asumir su militancia ante el juez si ésa es su única incriminación-.
La dirección recoge dos "observaciones" realizadas por los presos y que constituyen el reconocimiento de una derrota: "no hemos sido capaces de hacer frente a las medidas represivas" y las condiciones de vida son mejores que en el pasado pero la situación es peor porque los castigos son "más largos" y el "aislamiento de la sociedad es mayor".
Ilegalizaciones
La dirección del colectivo de presos preguntó también sobre las ilegalizaciones de las diferentes organizaciones de la izquierda 'abertzale'.
"Viendo la cantidad de gente que cae, no podemos seguir trabajando públicamente y dejando a los militantes en manos del enemigo. ¿Cuánto tiempo podemos seguir a ese ritmo?", se pregunta uno. "¿En manos de quién quedará la preparación de las generaciones futuras y el proyecto político?", se pregunta otro.
Una de las reacciones más interesantes del documento es la que los presos mantienen sobre el pago de fianzas. Se recogen 37 intervenciones. El Comité había proclamado: "Ya está bien. Se propone no pagar fianzas, ni grandes ni pequeñas". Pero 24 de los sondeados les desafían alegando razonamientos impensables en el pasado. Son argumentos en los que prima la conciencia de que ya no es tan fácil salir y que hay que dar facilidades para no entrar.
Incluso los abiertamente contrarios a pagar las fianzas porque constituyen una 'sangría' tienen un reproche brutal: "Hemos pagado fianzas inmensas por unos cuantos mandatarios de la izquierda abertzale, ¿cómo se le puede decir a un militante de a pie que no le dejamos pagar la fianza después de esto?", afirma uno.
Críticas a la política de la banda
ETA ya tiene más dirigentes y miembros históricos y de los otros dentro de prisión que fuera. Probablemente por ello, a la actual dirección no le hace ninguna gracia que voces autorizadas en reclusión puedan ponerla en cuestión y criticar sus crisis o sus estrategias.
Por ello, se ha visto obligada a recordar a sus presos -a través de los miembros de la dirección del colectivo-, que no es de su competencia opinar sobre política ni sobre la situación general de la banda.
Los coordinadores reconocen que, entre las aportaciones recibidas, hay "críticas" sobre "estrategia general y situación política", y admiten que las han sometido a censura y no piensan responderlas. Y elaboran cinco puntos entre los que destaca uno en el que recuerdan que "no nos corresponde a los presos hacer análisis a modo de colectivo ya que ésta no es nuestra tarea".
ETA trata de evitar que se reproduzcan casos como los que se han producido recientemente. Presos tan importantes como Pakito, Urrusolo Sistiaga o Carmen Guisasola han sido trasladados a cárceles próximas al País Vasco tras manifestar sus discrepancias con la dirección.