11 de abril de 2009

La Policía ‘censa’ en Cataluña las empresas gestionadas por árabes

elmundo.es España
Viernes 10/04/2009
. Actualizado 10:31h.

Lucha antiterrorista

La Policía ‘censa’ en Cataluña las empresas gestionadas por árabes

Fernando Lázaro Madrid
Actualizado viernes 10/04/2009 10:27 horas
La Policía está elaborando en Cataluña «un censo de negocios regentados por árabes». La medida se justifica en que se ha detectado que los movimientos islamistas están recaudando entre la comunidad musulmana grandes cantidades de dinero para financiar la yihad internacional.
Por esta razón, los mandos policiales de Cataluña ordenaron a principios de este año a sus agentes de la lucha antiterrorista que elaboren «un censo de negocios regentados por árabes», según consta en un informe en el que se marcan las líneas de actuación fijadas por la jefatura policial para el curso de 2009 y al que ha tenido acceso EL MUNDO.
Los responsables policiales no consideran que la situación sea extremadamente alarmante, pero sí tan preocupante como para poner en marcha medidas específicas. El área caliente: Cataluña. Y dentro de esa comunidad autónoma, con especial incidencia en localidades como Tarrasa y Reus.
No se trata, en propiedad, de que exista el temor a que células durmientes se conviertan en operativas; ni a que grupos radicales puedan estar preparando atentados terroristas en esa comunidad o en el resto del territorio español. No. La preocupación policial se centra en el ámbito económico y de financiación de las redes vinculadas a Al Qaeda y al resto de movimientos de la yihad.Y hacia ese punto se dirigen los esfuerzos. Según explicaron fuentes policiales a este periódico, el plan consiste en aumentar el control en esas zonas más calientes de Cataluña (Tarrasa o Reus), en las que existen sospechas fundadas de que hay un gran número de negocios que son utilizados para captar fondos con los que financiar al terrorismo yihadista internacional.
En sus escritos, los mandos policiales advierten: «En Tarragona provincia y en Reus, concretamente, tenemos una comunidad árabe importante». Además, entienden que se trata de un colectivo con carácter emprendedor y bien asentado en el territorio. Los mandos señalan que no se trata de una actuación general, pero consideran que sí se debe «apretar» en las investigaciones económicas.
Durante los últimos años, las operaciones policiales en esta zona de Cataluña contra presuntas células islamistas dedicadas a la financiación del terrorismo internacional han sido constantes.Cierto es que, en la mayoría de las ocasiones, pese a la espectacularidad de las acciones policiales, un buena parte de los detenidos ha acabado en libertad sin cargos.
Estas operaciones son competencia de los jueces centrales de instrucción de la Audiencia Nacional. En la mayoría de los casos, las ha dirigido Baltasar Garzón. El criterio está siendo preventivo. Según aclararon fuentes policiales, se trata de actuar contra sospechosos antes de que las tramas en las que pueden estar implicados se compliquen y se vinculen todavía más con los entramados del terrorismo internacional.
Los mandos catalanes advierten en su escrito de que los efectivos destinados a las «zonas calientes» deben actuar de forma coordinada con los responsables de la Brigada Provincial de Información de Barcelona. Información es «una gran familia», recuerdan siempre los responsables policiales, y no se deben realizar detenciones sin consultar con la Brigada Provincial de Barcelona. En la «zona caliente», la Policía tiene puestas en marcha varias actuaciones contra sospechosos. Una de ellas, la denominada operación Burgos, está muy avanzada, según explicaron a este periódico fuentes bien informadas de la lucha antiterrorista.
Las pesquisas no se centran únicamente en los negocios. El control policial se fija también en el ámbito de los hostales de la zona.Entienden los analistas que ésta es una vía muy utilizada por los radicales islamistas como vías rápidas de tránsito en las que creen que pasan más desapercibidos, sobre todo si su estancia se prolonga pocos días. No es ése el único punto que preocupa.Los mandos policiales de Cataluña también advierten de que se debe aumentar el control en las estaciones de autobuses y tren.Según aseguraron fuentes policiales a este periódico, no se trata únicamente de control preventivo, sino también de tratar de identificar sospechosos cuando acceden a la peligrosa «zona caliente».
La nueva estrategia 'preventiva'
No se quiere esperar ni un minuto. Es la orden. No es lo mismo investigar el terrorismo autóctono (ETA), que el internacional.Según explican a este periódico analistas de la lucha antiterrorista, la complejidad del fenómeno islamista requiere en muchas ocasiones actuaciones no solo más contundentes, sino también más inmediatas, rápidas.
Esos medios aclaran que no se puede investigar, 'pinchar' y seguir a los sospechosos de pertenecer a células vinculadas con Al Qaeda durante meses o años, como se produce con supuestos miembros de ETA, porque la posibilidad de que el seguimiento sea detectado es enorme.
Pero, además, los expertos advierten de la rapidez con que una célula de las denominadas durmientes se convierte en operativa es enorme y el riesgo de que se «pierda su pista», también. Por este motivo, cuando la Policía tiene suficientes indicios sobre la peligrosidad de los investigados, los aporta al juez y, como dicen en su argot, «tira de ellos». «Es preferible acelerar que dormir las operaciones», recuerdan estas fuentes.
Esta es la explicación que ofrecen los responsables policiales para justificar las últimas actuaciones llevadas a cabo por la Policía Nacional y la Guardia Civil contra supuestos entramados de terrorismo internacional. La mayoría de los detenidos quedan en libertad tras prestar declaración ante el juez.
El concepto nuevo de actuación es el «preventivo». Si existen sospechas de que un grupo puede estar implicado, se le detiene.
Porque, tras el 11-M y los enormes fallos policiales que se produjeron a la hora de detectar las intenciones de los autores de la matanza, se intenta evitar por todos los medios que, por nuevas negligencias, se pueda correr otra situación de riesgo.
«Es mejor pasarnos que quedarnos cortos», apuntan estos mandos, que no esconden que el funcionamiento más preciso requiere investigaciones más profundas y la aportación de algo más que indicios: pruebas.