El Tercio desembarca en la ciudad pese a los temores de rebaja de efectivos
F. J. P. - Málaga - 10/04/2009
Una de las tradiciones religioso-militares con más tirón popular de la Semana Santa malagueña, el desembarco de la Legión en la bahía para trasladar al Cristo de la Buena Muerte, se cumplió ayer una vez más, pese a los temores de que este año el Ministerio de Defensa lo suprimiera o realizara con menos efectivos por motivos económicos.
Miles de personas acudieron ayer al puerto de Málaga para presenciar el desembarco de una compañía del Tercio Don Juan de Austria con sede en Viator (Almería). Los 100 militares entraron en las calles entonando El novio de la muerte, y desfilaron con la típica marcha legionaria -160 pasos por minuto- hasta la iglesia de Santo Domingo, donde se encuentra el llamado Cristo de Mena, reconocido como protector de la Legión desde 1928.
Ante la mirada del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre (PP) y del subdelegado del Gobierno en la provincia, Hilario López Luna, los legionarios portaron la imagen del crucificado hasta la casa hermandad, donde los cofrades lo colocaron en su trono para sacarlo en procesión en la tarde-noche de ayer. La imagen actual, obra del escultor Francisco Palma Burgos data de 1942, y sustituye a la original, de Pedro de Mena, que fue quemada en 1931.
Mientras tanto, en Sevilla, la ciudad se preparaba para la Madrugá, en la que el Ayuntamiento preveía un millón de visitantes. El alcalde, Alfredo Sánchez-Monteseirín, pidió a los ciudadanos que utilicen el recién estrenado metro, infraestructura que tiene ante sí el reto de funcionar durante 43 horas seguidas, desde ayer a las 07.00 hasta las 02.00 de esta madrugada. Comenzar tan fuerte "es una prueba de fuego para un servicio que acaba de empezar a andar", reconoció el regidor, quien afirmó que esta "es una magnífica Semana Santa que no se ve afectada por ningún tipo de actitud depresiva" por la crisis. A la espera de otros datos, la festividad ha generado hasta ahora en Sevilla 524 toneladas de residuos, un 60% más que en 2008, año marcado por la lluvia.