27 de diciembre de 2017
España se compromete con la OTAN a aumentar en un 80% su gasto militar para 2024
España se compromete con la OTAN a aumentar en un
80% su gasto militar para 2024
Los fondos para
defensa crecerán hasta los 18.000 millones de euros, pero no llegarán al 2% del
PIB
EL
PAIS - Madrid 27
DIC 2017 - 05:17 BRST
El
Gobierno español se ha comprometido con la OTAN a incrementar en más de un
80% su actual gasto militar en los próximos siete años, hasta rondar los 18.000
millones de euros. Así figura en la carta que ha remitido al secretario general
de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, en la que marca su hoja de ruta para
cumplir el mandato de la cumbre de Gales (2014), que consagró el objetivo del
2% del PIB para gasto militar en 2024. El incremento prometido por el Gobierno,
con ser enorme, no llega al 2%; se quedaría en torno al 1,5 o 1,6%
Uno
de los Eurofighter de la base de Morón de la Frontera, Sevilla, en 2015. ULY MARTÍN
La Alianza Atlántica dio de plazo hasta el 31 de
diciembre de este año para que sus 28 países miembros explicaran cómo piensan
cumplir el compromiso de destinar al menos el 2% de su Producto Interior Bruto
(PIB) al gasto militar. Este objetivo, consagrado en la cumbre de Newport
(Gales), se ha vuelto más apremiante tras la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, quien
en su primer encuentro con los líderes de la organización militar, en mayo
pasado en Bruselas, les echó en cara que le debían “enormes cantidades de
dinero” y aseguró que 23 de los 28 socios “no gastan lo que deben y esto es
injusto para el contribuyente estadounidense”. Incluso el 2%, advirtió, “es
insuficiente para cerrar la brecha” de lo que gastan Europa y EE UU.
Los cinco países de la OTAN que cumplen son Estados
Unidos, Reino Unido, Grecia, Estonia y Polonia, que gastan al menos el 2% del
PIB, a los que este año debe unirse Rumania. España está a la cola (0,92% de
previsión en 2017), solo por delante de Bélgica y Luxemburgo.
El Gobierno ya ha remitido una misiva a Stoltenberg
en la que le expone su plan para que el gasto militar crezca por encima del PIB
en los próximos siete años hasta llegar a los 18.000 millones de euros en 2024.
Esa cifra representa un incremento de alrededor del 80% sobre el gasto actual,
pero no llega al 2%. Dependiendo del crecimiento del PIB, y en términos
de precios constantes, supondría quedarse en el 1,5% o 1,6%. El 2%, en el mejor
de los casos, debería esperar al menos hasta 2028.
El Gobierno cree que, con este plan, cumple sus
compromisos con la OTAN ya que la cumbre de Gales, en contra de lo que se cree,
no obligaba a alcanzar el 2% en diez años. Lo que se acordó entonces es que los
países que no alcanzaban dicho porcentaje debían frenar el recorte del gasto
militar, aumentarlo en términos reales con el crecimiento del PIB y “avanzar
hacia el 2% en una década para cumplir los objetivos de capacidades de la OTAN
y cubrir sus carencias”.
La declaración de Gales también fijó como objetivo
que el 20% de los gastos de Defensa se destinara a la adquisición de equipos,
incluidos los programas de investigación y desarrollo. En este apartado, España
está mucho mejor situada, pues destina el 19,31% a equipamiento, según datos de
la OTAN.
También puede presumir de que dedica el 10% de su
gasto en Defensa a operaciones, algo que casi ningún otro aliado hace. España
ha participado en todas las misiones militares de la UE —de las que este año ha
sido el mayor contribuyente— y en casi todas las de la Alianza Atlántica.
Para medir el aumento del gasto en Defensa primero
hay que determinar qué se entiende como tal. La OTAN atribuye a España una
previsión de 10.739 millones de euros este año, tras el retroceso que se
produjo en 2016 por la parálisis política (9.014 millones, 0,81% del PIB).
En esta cifra no solo incluye el presupuesto de
Defensa (7.635 millones), sino también, entre otras partidas, las operaciones
en el exterior (1.076 millones previstos este año) y las pensiones que cobran
los militares retirados de la Seguridad Social y que otros países incluyen en
el presupuesto de Defensa.
Para engordar el
gasto militar y acercarse al objetivo de la OTAN, Hacienda ha propuesto
contabilizar el presupuesto de la Guardia Civil, un cuerpo de naturaleza
militar. Ello supondría sumar 2.700 millones y subir dos décimas de PIB.
Defensa rechaza este maquillaje y exige un crecimiento real del presupuesto,
pero es lógico incluir al menos el gasto de las misiones militares de la
Guardia Civil.
La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal,
ha pedido el consenso de la oposición para sacar adelante una ley que blinde
los gastos militares de los vaivenes políticos y garantice la financiación a
largo plazo de los programas de armamento.
La prueba de fuego serán los Presupuestos de 2018, si el Gobierno logra
aprobarlos. Defensa quiere consolidar los 1.817 millones que se incluyeron en
el presupuesto de este año para pagar la factura de los Programas Especiales de
Armamento (PEAS) de 2016 y 2017 e incrementar sustancialmente la partida
dedicada a mantenimiento, que arrastra un déficit crónico. Sería la rampa de
lanzamiento para cumplir el compromiso con la OTAN, pero Hacienda da prioridad
a otro compromiso: sacar a España del procedimiento de déficit excesivo de la
UE.
M.G.
Defensa quiere “mayor flexibilidad” para gestionar
los contingentes en misiones internacionales, pues se siente atada por los
techos que para cada una de ellas fija el Congreso. Se trata de que sea
posible, por ejemplo, aumentar efectivos en Malí y reducirlos paralelamente en
Congo, manteniendo la cifra global, en función de las circunstancias. “A veces
hay que reaccionar ante imprevistos que aconsejan reforzar la seguridad en un
lugar y estamos encorsetados”, alegan fuentes militares.
El objetivo es agrupar las misiones según la
organización de la que dependen (la OTAN, la UE, la ONU) de forma que sea
posible hacer trasvases dentro de cada grupo, que funcionarían como vasos
comunicantes.
La petición ya la ha trasladado el jefe del Estado
Mayor de la Defensa, el general Fernando Alejandre, a los miembros de la
Comisión de Defensa del Congreso, pero esta aún no se ha pronunciado. Lo que sí
hizo el pasado día 12 fue aprobar una proposición de Unidos Podemos que pide a
Defensa que informe periódicamente por escrito sobre dichas operaciones.
La ministra María Dolores de Cospedal tiene
previsto comparecer en enero en el Congreso para informar de las misiones
internacionales y pedir autorización para elevar a 292 efectivos el contingente
en Malí, ahora con 140 militares. A partir del 31 de enero, durante 11 meses,
el general español Enrique Millán Martínez mandará la misión de la UE en dicho
país.
España también aspira al mando de la misión de la ONU
en Líbano (Unifil). El general irlandés Michael Beary concluye su mandato el 19
de julio y España, que no consiguió el puesto el año pasado, quiere lograrlo
ahora. Para ello está dispuesta a aumentar su contingente en Líbano a 750
militares y participar por vez primera en la misión naval de la ONU que vigila
el contrabando de armas con un buque y 50 tripulantes.
España también aumentará en 2018 su contingente en
Irak con 30 militares, hasta 480, y con 65 en Afganistán, hasta 95.
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