10 de abril de 2013

Un hombre logra mover solo con el pensamiento la cola de una rata


CIENCIA / NEUROCIENCIA

Un hombre logra mover solo con el pensamiento la cola de una rata

ABC - Día 10/04/2013 - 17.56h

Científicos unen por primera vez los cerebros de dos especies distintas, el ser humano y un roedor, con un procedimiento no invasivo

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PLOS ONE
Un voluntario logra mover la cola de una rata con sus pensamientos
Parece telepatía, pero es ciencia. Científicos de la Escuela de Medicina de Harvard en Boston (EE.UU.) han conseguido unir los cerebros de un ser humano y una rata, de forma que el hombre puede mover la cola del roedor solo con sus pensamientos. Se trata de la primera interfaz de cerebro a cerebro entre especies, un procedimiento no invasivo, que no requiere cirugía ni implantar electrodos en la cabeza. La investigación aparece publicada en la revista PLoS ONE.
En pasado mes febrero, los científicos revelaron que habían conectado los cerebros de dos ratas. Los roedores podían transmitirse entre sí información que les permitía realizar tareas sencillas, como averiguar qué palanca presionar para obtener un premio, incluso a distancias intercontinentales. Sin embargo, las ratas llevaban electrodos microscópicos implantados en sus cabezas. En otro experimento, un científico inglés, Kevin Warwik, logró mover mediante un chip implantado en su brazo y conectado a internet un brazo mecánico situado en EE.UU.
En el nuevo experimento, los investigadores no necesitaron implantes. El voluntario tenía electrodos pegados en su cuero cabelludo que recogían la actividad de las ondas cerebrales. Mientras tanto, su compañera roedora, anestesiada para que no se moviera, recibía impulsos de ultrasonidos en el cerebro a través del cráneo.

Ondas sincronizadas

El mecanismo es más o menos el que sigue: el hombre debía observar una pantalla de vídeo que muestra una luz parpadeante. Si prestaba la debida atención y miraba a la pantalla, sus ondas cerebrales se sincronizaban con la luz. Cuando el hombre se centraba en el patrón de parpadeo, esa acción era recogida por el ordenador, que después indicaba al ultrasonido que estimulara la parte del cerebro de la rata responsable del movimiento del cuerpo. Como respuesta, la rata meneaba la cola. Seis voluntarios diferentes probaron el sistema con éxito y con apenas dificultad.
En el futuro dos o más humanos podrían utilizar el mismo sistema para compartir su pensamiento o hacer una actividad en común, algo que puede ser maravilloso, pero que es inevitable que plantee ciertas inquietudes.

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