26 de enero de 2011

El «president» se reunió con entidades que piden el desacato al Tribunal Supremo
ABC
MARÍA JESÚS CAÑIZARES / BARCELONA
Día 26/01/2011

YOLANDA CARDO
Definitivamente, una imagen vale más que mil palabras y la que protagonizó ayer el presidente de la Generalitat, Artur Mas, lo decía todo. Precisamente en materia lingüísticas. El dirigente nacionalistas se reunió con representantes de entidades que, contrarias a los dictámenes del Tribunal Supremo, defienden el actual modelo de inmersión en las escuelas.
Entre estas entidades se encuentra la muy subvencionada Òmnium Cultural, organizadora el pasado 10 de julio de una manifestación con alto contenido independentista, en contra de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto, en la que se advierte de que el catalán no puede ser considerada como lengua preminente en detrimento del castellano. Posteriormente, el Supremo dictaría tres fallos en los que da la razón a padres defensores de la escolarización en castellano.
Además de Òmnium Cultural, representada por su presidenta, Muriel Casals, asistieron al encuentro la presidenta de FAPAC, Imma Fuyà; el director de Unescocat, Miquel Àngel Essomba; la responsable de asuntos educativos de Plataforma por la Lengua, Teresa Casals —esta entidad facilitó formularios para denunciar establecimientos que rotulan solo en castellano con la finalidad de que sean multados—; el presidente de la Federación de los Movimientos de Renovación Pedagógica, Raül Manzano; el representante del sindicato USTEC, Josep Maria Cervelló, y la del PEN Català, Carme Arenas.
Todos ellos firmaron el pasado 22 de spetiembre un manifiesto de rechazo a las sentencias del Tribunal Supremo y ayer instaron a Mas a ser inflexible en la defensa del modelo de inmersión lingüística. Asimismo, le pidieron que busque mecanismos para asesorar a los alumnos castellanohablantes. Como se sabe, el líder de CiU ya ha avisado en varias ocasiones que no piensa acatar las sentencias del TC y del Supremo. También estuvieron presentes en el encuentro los consejeros de Educación y Cultura, Irene Rigau y Ferran Mascarell, respectivamente.
Las sentencias se cumplen
El portavoz de Ciutadans, Jordi Cañas, criticó duramente la reunión. «Artur Mas le ha durado poco su declaración de buenos propósitos para su mandato. Pronto ha renunciado a ser el presidente de todos catalanes para ser exclusivamente el representante de los ciudadanos catalanes nacionalistas». Recordó además «que la gran mayoría de ciudadanos de Cataluña estaría a favor de una educación trilingüe. La misma que él eligió para sus hijos» y advirtió de que las sentencias judiciales «no son opinativas, se cumplen y punto. Igual que los ciudadanos nos pueden elegir si pagan impuestos o no, Mas no puede decidir si cumple o no con el bilingüismo en las escuelas pública».
Los nacionalistas parecen estar dispuestos a dar una vuelta de tuerca a sus posiciones ideológicas, pues el ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, barajó ayer por primera vez de manera abierta la independencia de Cataluña como una posible «alternativa» ante «la marginación y el ahogo» al que, en su opinión, se quiere someter a los catalanes en la España actual. Por ello, ya no ve argumentos de peso para oponerse a un Estado propio.