7 de enero de 2011

Las dudas sobre Portugal disparan la presión contra la deuda española
La prima de riesgo española vuelve a tocar los 260 puntos básicos ante la especulación de que Portugal no sea capaz de alcanzar sus necesidades de financiación a corto plazo
EL PAÍS 07/01/2011


Las dudas sobre Portugal y las especulaciones de que tenga que acabar solicitando el rescate de sus socios del euro por sus problemas de financiación están recrudeciendo la presión sobre su deuda y, por extensión, contra la de España. Por este motivo, las primas de riesgo de ambos Estados, bajo sospecha por sus excesivos déficits, están prorrogando las subidas de ayer, cuando las tensiones se despertaron tras el paréntesis del cambio de año, aunque el repunte volvía a ser más acusado en el caso de Portugal, señalada como la posible próxima víctima de la crisis tras la caída de Grecia (mayo) e Irlanda (noviembre). También están aumentado con fuerza el coste por asegurarse contra un eventual impago de los países de la península ibérica, los llamados CDS.

Ante el recrudecimiento de la crisis, el BCE ha reactivado su programa de compra de deuda adquiriendo títulos de Portugal, principalmente a corto plazo, según informa Bloomberg.
A media mañana, la prima de riesgo, que equivale al sobreprecio que deben pagar los países por colocar sus bonos frente a los alemanes, de referencia, ha llegado a repuntar 20 puntos básicos en el caso de Portugal hasta los 426, con lo que cada vez está más cerca de su anterior récord histórico. Esto es, los 459 puntos básicos que marcó a finales de noviembre. Los bonos a 10 años, por su parte, se intercambiaban en el mercado secundario con un interés cercano al 7,4%. No obstante, pasado el mediodía, la entrada del BCE se hacía patente en un suave relajo de la presión, con lo que el repunte se moderaba a 14 puntos básicos.
En el caso de España, que hasta ayer se había beneficiado de la muestra de confianza de China, el también llamado riesgo país ha tocado los 263 puntos con la rentabilidad de sus bonos a 10 años, que son los que se utilizan como base para el análisis de la evolución de la deuda pública, en el 5,54%, su nivel más alto desde 2000. En noviembre, después de que Irlanda sucumbiese ante el acoso de los mercados, tocó los 283 puntos básicos, su máximo hasta la fecha. A pocos minutos de las 13.00, se frenaba, aunque menos que en el caso de Portugal, hasta 259. También están sufriendo hoy Bélgica e Italia, con sus bonos a 10 años con tipos superiores al 4%.
Portugal, que a principios de semana encendió las alarmas al verse obligado a elevar en un 80% el precio por emitir letras a seis meses, tiene que acudir a lo largo de este mes con urgencia al mercado para captar abundante financiación. No obstante, lo inversores temen que no pueda conseguirlo, ya que existen dudas sobre su solvencia, lo que para los posibles compradores de bonos se traduce en riesgo y recelos para apostar por su deuda. Si quiere convencerles, al Gobierno luso no le queda otra que subir la rentabilidad de sus títulos, con el consiguiente aumento del coste para financiarse, lo que a su vez alimenta las dudas sobre si será capaz de cumplir en tiempo y cantidad con sus compromisos de pago.
Para España, que tiene sus propios problemas de déficit y financiación, la posible caída de Portugal supone un problema añadido para la banca, ya que está muy expuesta a la deuda portuguesa. Por este motivo, el aumento de la presión sobre el Estado luso supone también un castigo para la confianza en España, lo que al mismo tiempo provoca que sus entidades financieras se estén viendo penalizadas en Bolsa.
De hecho, hoy están siendo los bancos españoles los que más están cayendo en un día de pérdidas en toda Europa. Por este motivo, dado el mayor peso que el sector financiero tiene en la Bolsa española, el Ibex 35 era asimismo el índice que más bajaba del Viejo Continente. Tras un primer momento de pánico en el que el selectivo ha llegado a caer un 2%, a media mañana los descensos se moderaban ligeramente al 1,3%. En el mercado de divisas, el euro se mantenía por debajo de los 1,30 dólares, su nivel más bajo en cinco semanas, por las renovadas dudas sobre sus países periféricos y el repunte del dólar ante la expectativa de que el dato de paro en EE UU que se publicará hoy será positivo. Este factor también está moderando las pérdidas en el conjunto de las Bolsas, empezando por los futuros de Wall Street.

marg= � o t �� ��� margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(19, 77, 134); text-decoration: underline; outline-style: none; outline-width: initial; outline-color: initial; ">la prima de riesgo, que equivale al sobreprecio que deben pagar los países por colocar sus bonos frente a los alemanes, de referencia, ha llegado a repuntar 20 puntos básicos en el caso de Portugal hasta los 426, con lo que cada vez está más cerca de su anterior récord histórico. Esto es, los 459 puntos básicos que marcó a finales de noviembre. Los bonos a 10 años, por su parte, se intercambiaban en el mercado secundario con un interés cercano al 7,4%. No obstante, pasado el mediodía, la entrada del BCE se hacía patente en un suave relajo de la presión, con lo que el repunte se moderaba a 14 puntos básicos.
En el caso de España, que hasta ayer se había beneficiado de la muestra de confianza de China, el también llamado riesgo país ha tocado los 263 puntos con la rentabilidad de sus bonos a 10 años, que son los que se utilizan como base para el análisis de la evolución de la deuda pública, en el 5,54%, su nivel más alto desde 2000. En noviembre, después de que Irlanda sucumbiese ante el acoso de los mercados, tocó los 283 puntos básicos, su máximo hasta la fecha. A pocos minutos de las 13.00, se frenaba, aunque menos que en el caso de Portugal, hasta 259. También están sufriendo hoy Bélgica e Italia, con sus bonos a 10 años con tipos superiores al 4%.
Portugal, que a principios de semana encendió las alarmas al verse obligado a elevar en un 80% el precio por emitir letras a seis meses, tiene que acudir a lo largo de este mes con urgencia al mercado para captar abundante financiación. No obstante, lo inversores temen que no pueda conseguirlo, ya que existen dudas sobre su solvencia, lo que para los posibles compradores de bonos se traduce en riesgo y recelos para apostar por su deuda. Si quiere convencerles, al Gobierno luso no le queda otra que subir la rentabilidad de sus títulos, con el consiguiente aumento del coste para financiarse, lo que a su vez alimenta las dudas sobre si será capaz de cumplir en tiempo y cantidad con sus compromisos de pago.
Para España, que tiene sus propios problemas de déficit y financiación, la posible caída de Portugal supone un problema añadido para la banca, ya que está muy expuesta a la deuda portuguesa. Por este motivo, el aumento de la presión sobre el Estado luso supone también un castigo para la confianza en España, lo que al mismo tiempo provoca que sus entidades financieras se estén viendo penalizadas en Bolsa.
De hecho, hoy están siendo los bancos españoles los que más están cayendo en un día de pérdidas en toda Europa. Por este motivo, dado el mayor peso que el sector financiero tiene en la Bolsa española, el Ibex 35 era asimismo el índice que más bajaba del Viejo Continente. Tras un primer momento de pánico en el que el selectivo ha llegado a caer un 2%, a media mañana los descensos se moderaban ligeramente al 1,3%. En el mercado de divisas, el euro se mantenía por debajo de los 1,30 dólares, su nivel más bajo en cinco semanas, por las renovadas dudas sobre sus países periféricos y el repunte del dólar ante la expectativa de que el dato de paro en EE UU que se publicará hoy será positivo. Este factor también está moderando las pérdidas en el conjunto de las Bolsas, empezando por los futuros de Wall Street.