11 de enero de 2011

ESPAÑA / BARÓMETRO DEL INSTITUTO DYM PARA ABC
El electorado socialista admite que Zapatero ha cedido poder a Rubalcaba y sitúa al vicepresidente primero como candidato del PSOE
ABC
MARIANO CALLEJA / MADRID
Día 10/01/2011 - 12.29h

ABC
«El único camino para que el Gobierno de España recupere el crédito es hacerlo nuevo y eso, aquí y en cualquier lugar del mundo, pasa por unas elecciones generales». El mensaje de Mariano Rajoy se repite en cada debate parlamentario desde este verano, y la respuesta que recibe de José Luis Rodríguez Zapatero siempre es la misma: «A lo único que ha venido aquí es a pedir elecciones anticipadas, que es lo único que quiere hacer el señor Rajoy en este país. Pues, ¿sabe lo que le digo, señor Rajoy? No va a pasar, no va a ganar usted unas elecciones». El presidente del Gobierno ha dejado claro que no piensa adelantar unas elecciones que están previstas para marzo de 2012, por muy mal que vayan las cosas en España.
Pero Rajoy no es el único que ve necesario un adelanto electoral. En el Debate sobre el estado de la Nación, CiU se sumó a esa petición, que empieza a extenderse en la calle. La mayoría de los ciudadanos, en concreto el 55 por ciento, creen que el Gobierno de Zapatero debería convocar elecciones anticipadas, según el último barómetro del Instituto DYM para ABC, realizado entre el 20 y el 30 de diciembre. Los que no consideran necesario un adelanto electoral se quedan en el 41 por ciento.
Y en esas elecciones, pocos ven a Zapatero ya como candidato del PSOE, incluso dentro de su propio partido. El cartel de Alfredo Pérez Rubalcaba como número uno socialistas y aspirante a La Moncloa empieza a hacerse realidad en la imaginación colectiva, activada por el protagonismo omnipresente que ha adquirido el vicepresidente primero y ministro del Interior en los últimos meses, en detrimento de su jefe.
La remontada
El rechazo de Zapatero a convocar elecciones antes de tiempo puede relacionarse directamente con el descalabro que sufre el PSOE en estos momentos en todas las encuestas. La brecha que separa al PP del PSOE sería ahora mismo de 18,5 puntos, según publicó ayer ABC, así que el Gobierno prefiere apurar la legislatura al máximo para intentar hacer realidad la «remontada». Un concepto que fía a la recuperación económica, o al menos a los primeros brotes verdes que no acaban de aparecer, sin perder de vista un hipotético final de ETA.
En el PP, sin embargo, se sostiene que 2011 será un año perdido para la recuperación de España si no se adelantan elecciones y otro Gobierno renovado toma las riendas del poder para acometer todas las reformas. De hecho, el 92 por ciento de los votantes del PP quieren que se convoquen elecciones por anticipado. En las filas socialistas son mayoría los que creen que debe agotarse la legislatura: un 70 por ciento, pero ya hay un 27 por ciento que ve la situación insostenible y apoya también el adelanto de las elecciones. De la misma forma opinan la mayoría de los entrevistados que votaron a los partidos minoritarios en los últimos comicios: el 53 por ciento quiere ir a las urnas cuanto antes, frente a un 41 por ciento que prefiere esperar hasta el final.
Dejación de funciones
En pleno desgaste político de Zapatero, que ya es un lastre para su partido ante cualquier cita en las urnas, la última remodelación del Gobierno, en octubre de 2010, dotó de mayor protagonismo a Alfredo Pérez Rubalcaba, portavoz del Ejecutivo además de vicepresidente primero y ministro del Interior. Rubalcaba (que obtiene un 5,3 en valoración, frente al 3,1 de Zapatero, según el barómetro de DYM) ha sido el responsable de dar la cara en los momentos más complicados del Gobierno en los últimos meses. Así, asumió el papel principal en la crisis de los controladores, que dio lugar a decretar el estado de alarma por primera vez en la historia. Zapatero, simplemente, se echó a un lado.
Los ciudadanos lo ven claro: el 63 por ciento cree que Zapatero ha cedido una parte de su poder a Rubalcaba, y lo piensan tanto los votantes del PP como los del PSOE y los de otros partidos. El 58 por ciento de los simpatizantes socialistas están convencidos de que Rubalcaba ha asumido parte del poder que le correspondía a Zapatero, mientras que el 31 por ciento cree que el presidente del Gobierno mantiene todas sus competencias.
Los votantes del PP lo tienen más claro aún: tres de cada cuatro (el 76 por ciento) opinan que Zapatero ha hecho dejación de sus funciones en favor de Rubalcaba, y sólo el 14 por ciento piensa lo contrario. Entre los ciudadanos más cercanos a otros partidos, la mayoría (seis de cada 10) también piensa que el «número dos» del Gobierno ha asumido parte del poder que le corresponde a Zapatero.
En pleno debate sobre la sucesión de Zapatero como candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, un debate promovido y regenerado desde las filas socialistas, en la opinión pública empieza a primar la idea de que Rubalcaba será el nuevo «número uno» de este partido. La mayoría de los votantes socialistas ya piensan que Zapatero no será candidato en las próximas elecciones, y que su lugar lo ocupará Rubalcaba. Así opinan el 51 por ciento de los socialistas, frente a un 30 por ciento que sigue sin ver al vicepresidente primero como cabeza de cartel electoral. Un nada despreciable 19 por ciento de los votantes del PSOE dicen que no saben o no contestan sobre esta cuestión. El debate se agitó estas Navidades cuando Zapatero planteó una adivinanza: ya ha tomado la decisión sobre su futuro, pero sólo se lo ha comunicado a un dirigente del PSOE.
El juego monclovita ha desconcertado a propios y extraños y al final los simpatizantes del PP opinan como los del PSOE. La mitad cree que Rubalcaba sucederá a Zapatero como número uno del PSOE, mientras que el 34 por ciento no lo tiene tan claro.