21 de enero de 2011

Alivio del Gobierno por la elección de Sala al frente del Constitucional

Una maniobra del PP pudo dar la presidencia al conservador Rodríguez Arribas
JULIO M. LÁZARO - Madrid - 21/01/2011

El magistrado progresista Pascual Sala, de 75 años, fue elegido ayer presidente del Tribunal Constitucional. Es la primera ocasión en que un juez de carrera accede a este cargo, que hasta ayer habían ostentado sucesivamente siete catedráticos. La elección de Sala, que no quedó despejada hasta el último momento, causó un profundo alivio y satisfacción en el Gobierno, que temía una maniobra estratégica del PP para situar a un conservador al frente de la institución. El nuevo presidente salió elegido en segunda votación, por seis votos a favor, cuatro abstenciones y ningún voto en contra. Su principal oponente, el también progresista Manuel Aragón, votó en blanco. El conservador Ramón Rodríguez Arribas obtuvo un voto, de un magistrado de su sector.
·         Mayoría "escuálida"

Gay negoció con los conservadores su voto a cambio de la presidencia
El pleno eligió a continuación vicepresidente al abogado catalán y ex presidente del Consejo General de la Abogacía Española Eugeni Gay, por seis votos a favor y cinco en blanco. Gay está adscrito al grupo progresista dentro de la cuota del PSOE, aunque procede de las filas del nacionalismo catalán.
La promoción de Gay a la vicepresidencia fue fruto de un pacto previo en el seno del sector progresista para amarrar su voto, ante la evidencia de que las malas relaciones entre Sala y Aragón harían imposible contar con el voto de este último. Según las fuentes consultadas, Gay negoció su voto en la tarde previa a la elección con la minoría conservadora, que le ofreció la vicepresidencia a cambio de su voto para que saliera presidente el conservador Ramón Rodríguez Arribas. Con el voto en blanco de Aragón, Rodríguez Arribas podría salir presidente en tercera votación, al empatar con Sala, dado que es un año mayor que este. Gay contestó que solo le interesaba la presidencia, pero los conservadores se la negaron.
De vuelta con los de su grupo, accedió a votar a Sala a cambio de la vicepresidencia, pero con condiciones: para que su candidatura no quedase en solitario, debía obtener algunos sufragios en la primera vuelta. Fue así como en la primera votación Sala obtuvo tres votos y Gay otros tres, dos de ellos prestados por magistrados del sector progresista. En la segunda votación, los tres votos de Gay fueron a parar a Pascual Sala, que alcanzó los seis necesarios. A continuación, Gay salió elegido con los votos de seis progresistas y cinco en blanco. Los magistrados que apoyaron a Sala fueron los progresistas Elisa Pérez Vera, Eugeni Gay, Pablo Pérez Tremps, Adela Asúa y Luis Ignacio Ortega.
Pascual Sala (Valencia, 1935), con una larga trayectoria en la carrera judicial como magistrado especialista de la élite de lo Contencioso-Administrativo, fue presidente entre noviembre de 1990 y julio de 1996 del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial más convulso de la historia, por lo que tiene una amplia experiencia en el gobierno de instituciones en crisis. Es el actual líder del sector progresista del tribunal y sucede en el cargo a la ex presidenta María Emilia Casas, de la que ha sido fiel colaborador los últimos cinco años de traumática presidencia.
Sala tendrá que afrontar ahora, entre otros, los recursos de inconstitucionalidad del PP contra la ley del aborto -que tiene tramitación preferente-, el matrimonio homosexual, el Estatuto de Andalucía, y la denominada doctrina Atutxa, elaborada por la Sala Penal del Tribunal Supremo y que sirvió de base para juzgar y condenar al ex presidente del Parlamento vasco.
En declaraciones anoche a EL PAÍS, Pascual Sala mostró su satisfacción por la elección, "que acepto", dijo, "con pleno sentido de la responsabilidad". Apostó además por "una completa normalización de la composición del tribunal".
El nuevo presidente subrayó que la elección se había cumplimentado "en sentido positivo, sin votos en contra de nadie", y añadió que las relaciones entre los magistrados no estaban tan "deterioradas" como desde fuera pudiera parecer.
Apuesta por la renovación pendiente
El nuevo presidente del Constitucional apostó ayer por normalizar la composición del tribunal, lo que no sucederá hasta que el Congreso renueve a los tres magistrados que tienen su mandato caducado: Javier Delgado, Elisa Pérez Vera y el nuevo vicepresidente, Eugeni Gay. La ley orgánica del tribunal prevé el nombramiento del nuevo presidente por tres años, pero también establece que en la elección deben participar todos los magistrados, y los nuevos que accedan por el tercio del Congreso deberían poder hacerlo. Es seguro que habrá que elegir entonces nuevo vicepresidente, ya que Gay se marchará con la renovación, y el PP previsiblemente reclamará una nueva elección de presidente. Pero la lógica y la futura composición del tribunal tras esa renovación, en la que habrá siete progresistas y seis conservadores, vaticinan que Sala pueda continuar hasta la expiración de su mandato, en junio de 2013.
En cualquier caso, debido al órdago del PP con el magistrado de la Audiencia Nacional Enrique López, en el tribunal se cree que no habrá renovación antes de las elecciones de 2012.
Mayoría "escuálida"
- Gobierno. El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, elogió la "experiencia" de Sala en la defensa de los derechos de los ciudadanos, y destacó su "compromiso" con los valores constitucionales.
- PP. El portavoz popular en el Senado, Agustín Conde, tildó el nombramiento de "irregular" y pidió que se repita la votación cuando el Congreso designe a los cuatro magistrados que debe renovar. Ana Mato, vicesecretaria de Organización, deseó a Sala el "máximo acierto", ya que es "imprescindible recuperar el prestigio" de la institución.
- PSOE. El portavoz socialista de Justicia en el Senado, Julio Villarrubia, calificó al nuevo presidente de "brillante", y destacó su "magnífico perfil".
- Jueces para la Democracia. La asociación judicial, de perfil progresista, definió a Sala como una "persona muy equilibrada, prudente y con una gran capacidad técnica".
- Asociación Profesional de la Magistratura. La organización, mayoritaria y conservadora, consideró que Sala fue nombrado con una mayoría "mínima y escuálida", y lamentó que el Constitucional no haya esperado a la designación de los magistrados del Congreso.
- Francisco de Vitoria. La asociación destacó a Sala como "la persona más indicada" para ese cargo.
- Nacionalistas. Joan Ridao (ERC) recordó que Sala "no se mostró hostil" al Estatuto de Cataluña. Francisco Jorquera (BNG) afirmó que el nombramiento "traslada el bipartidismo al Constitucional". Y Laia Ortiz (IC) le instó a tener "una visión más abierta de los derechos y libertades constitucionales", y a acabar con el "acecho contra Cataluña".