19 de mayo de 2009
La emigración vuelve a ser una realidad en Andalucía debido a la crisis y el paro
ABC-18/05/09
La emigración vuelve a ser una realidad en Andalucía debido a la crisis y el paro
La comunidad registra un 15,3% de salidas de trabajadores frente al 10,4% de entradas
Un trabajador andaluz en la vendimia de Rivesaltes, en Francia, el pasado verano / ABC
Perfil del emigrante del siglo XXI
- El trabajador que se desplaza de su ciudad o su comunidad de origen es el de un hombre de 25 a 34 años
- Trabaja en la construcción (un 17,7 por ciento del total de trabajadores que se mueve) o en la agricultura (el 14,9 por ciento)
- La mayoría tienen estudios de educación secundaria (52,2 por ciento), ya sea por pertenecer a trabajadores que tienen hecha la ESO sin titulación (23,6 por ciento) o con graduado en ESO (28,6 por ciento)
- Los principales destinos a los que el trabajador se desplaza son Madrid, Toledo, Barcelona y la costa Mediterránea
- La movilidad de los trabajadores extranjeros supera a la de los españoles y es Jaén la provincia donde más se registra
M. CORREA SEVILLA
Con cerca de un millón de parados y una tasa de desempleo del 24% -una de las mayores de Europa-, Andalucía vuelve a vivir, cincuenta años después, el fenómeno de la emigración como única alternativa posible a la búsqueda de empleo. Un informe de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett) y el Centro de Predicción Económica (Ceprede) desvela que en Andalucía se registra un 15,3 por ciento de salidas de trabajadores, frente al 10,4 por ciento de trabajadores que llegan a la comunidad en busca de un puesto de trabajo.
Lo llamativo en esta nueva emigración del siglo XXI es que los trabajadores tienen mayor formación que los andaluces que salían a buscar empleo hace cuatro o cinco décadas, dándose la circunstancia de que más de la mitad de estos inmigrantes tienen estudios secundarios. Este hecho desvela la escasa capacidad de la comunidad andaluza para retener el talento dentro de sus fronteras geográficas cuando se trata de trabajadores cualificados.
De todo el escenario nacional, Madrid acapara el 23 por ciento de las entradas de los trabajadores, frente a sólo el 13,5 por ciento de las salidas. Y la capital de España es también la provincia con mayor atracción en los flujos interprovinciales, seguida de Barcelona y Sevilla.
El de Sevilla, según el informe de Agett y Ceprede es un caso paradigmático, pues es origen de trabajadores que se dirigen hacia su principal foco de atracción laboral (Madrid) y, además, mantiene una intensa movilidad de trabajadores con las provincias limítrofes.
Así, del total de los contratos que implican movilidad en el conjunto de España, el 5,24% tienen como destino Sevilla, mientras que el 5,07% se corresponde con contratos de trabajadores que salen de esta provincia. En Málaga se da una circunstancia similar, siendo mayor el porcentaje de trabajadores que llegan a esta provincia en busca de empleo que los que salen. En mucha menor proporción (ya que está más o menos equilibrado el número de trabajadores que entran y salen de la provincia), está Jaén.
El resto de provincias andaluzas registran una mayor salida de trabajadores en búsqueda de empleo que entradas. Un porcentaje que se dispara en el caso de la provincia de Cádiz, donde se registra una entrada de 38.625 personas frente a las 82.733 que abandonan la zona. De hecho, es una de las provincias donde la tasa de desempleo es históricamente de las más altas de España (actualmente ronda el 26%).
Más demanda que oferta
Las comunidades que más atraen a los trabajadores en busca de un empleo son Madrid, Baleares, país Vasco, Murcia, Cataluña, Navarra y Aragón, Incluso, aunque en menor porcentaje, Castilla-La Mancha. Andalucía, en cambio se sitúa entre las regiones que registran más salidas de trabajadores que entradas, teniendo por detrás sólo a Asturias, Cantabria, Galicia y Extremadura.
De hecho es la tercera comunidad (tras Madrid y Cataluña) que registra mayor movilidad de trabajadores, pero, al contrario de las mencionadas, porque cuenta con mayores demandantes de empleo en otras regiones que ofertas de trabajo para trabajadores de otras comunidades. La movilidad de los trabajadores extranjeros sigue siendo muy superior a la de los trabajadores españoles.
La emigración vuelve a ser una realidad en Andalucía debido a la crisis y el paro
La comunidad registra un 15,3% de salidas de trabajadores frente al 10,4% de entradas
Un trabajador andaluz en la vendimia de Rivesaltes, en Francia, el pasado verano / ABC
Perfil del emigrante del siglo XXI
- El trabajador que se desplaza de su ciudad o su comunidad de origen es el de un hombre de 25 a 34 años
- Trabaja en la construcción (un 17,7 por ciento del total de trabajadores que se mueve) o en la agricultura (el 14,9 por ciento)
- La mayoría tienen estudios de educación secundaria (52,2 por ciento), ya sea por pertenecer a trabajadores que tienen hecha la ESO sin titulación (23,6 por ciento) o con graduado en ESO (28,6 por ciento)
- Los principales destinos a los que el trabajador se desplaza son Madrid, Toledo, Barcelona y la costa Mediterránea
- La movilidad de los trabajadores extranjeros supera a la de los españoles y es Jaén la provincia donde más se registra
M. CORREA SEVILLA
Con cerca de un millón de parados y una tasa de desempleo del 24% -una de las mayores de Europa-, Andalucía vuelve a vivir, cincuenta años después, el fenómeno de la emigración como única alternativa posible a la búsqueda de empleo. Un informe de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett) y el Centro de Predicción Económica (Ceprede) desvela que en Andalucía se registra un 15,3 por ciento de salidas de trabajadores, frente al 10,4 por ciento de trabajadores que llegan a la comunidad en busca de un puesto de trabajo.
Lo llamativo en esta nueva emigración del siglo XXI es que los trabajadores tienen mayor formación que los andaluces que salían a buscar empleo hace cuatro o cinco décadas, dándose la circunstancia de que más de la mitad de estos inmigrantes tienen estudios secundarios. Este hecho desvela la escasa capacidad de la comunidad andaluza para retener el talento dentro de sus fronteras geográficas cuando se trata de trabajadores cualificados.
De todo el escenario nacional, Madrid acapara el 23 por ciento de las entradas de los trabajadores, frente a sólo el 13,5 por ciento de las salidas. Y la capital de España es también la provincia con mayor atracción en los flujos interprovinciales, seguida de Barcelona y Sevilla.
El de Sevilla, según el informe de Agett y Ceprede es un caso paradigmático, pues es origen de trabajadores que se dirigen hacia su principal foco de atracción laboral (Madrid) y, además, mantiene una intensa movilidad de trabajadores con las provincias limítrofes.
Así, del total de los contratos que implican movilidad en el conjunto de España, el 5,24% tienen como destino Sevilla, mientras que el 5,07% se corresponde con contratos de trabajadores que salen de esta provincia. En Málaga se da una circunstancia similar, siendo mayor el porcentaje de trabajadores que llegan a esta provincia en busca de empleo que los que salen. En mucha menor proporción (ya que está más o menos equilibrado el número de trabajadores que entran y salen de la provincia), está Jaén.
El resto de provincias andaluzas registran una mayor salida de trabajadores en búsqueda de empleo que entradas. Un porcentaje que se dispara en el caso de la provincia de Cádiz, donde se registra una entrada de 38.625 personas frente a las 82.733 que abandonan la zona. De hecho, es una de las provincias donde la tasa de desempleo es históricamente de las más altas de España (actualmente ronda el 26%).
Más demanda que oferta
Las comunidades que más atraen a los trabajadores en busca de un empleo son Madrid, Baleares, país Vasco, Murcia, Cataluña, Navarra y Aragón, Incluso, aunque en menor porcentaje, Castilla-La Mancha. Andalucía, en cambio se sitúa entre las regiones que registran más salidas de trabajadores que entradas, teniendo por detrás sólo a Asturias, Cantabria, Galicia y Extremadura.
De hecho es la tercera comunidad (tras Madrid y Cataluña) que registra mayor movilidad de trabajadores, pero, al contrario de las mencionadas, porque cuenta con mayores demandantes de empleo en otras regiones que ofertas de trabajo para trabajadores de otras comunidades. La movilidad de los trabajadores extranjeros sigue siendo muy superior a la de los trabajadores españoles.