6 de marzo de 2018
Así se está hundiendo el socialismo en Europa, país por país
La socialdemocracia en Europa sigue hundiéndose. La debacle del Partido Democrático de Matteo Renzi en las elecciones legislativas de Italia es solo un paso más del socialismo en su alejamiento del poder.
La izquierda populista ha barrido Partido Democrático, la etiqueta de la socialdemocracia en Italia. El Movimiento 5 Estrellas se ha apropiado por completo de los votos del sur, con porcentajes superiores al 50% en algunas circunscripciones. Gran parte de culpa de la debacle del PD está en su división interna, sumado al desgaste en el Gobierno. La escisión de su ala más izquierdista, Libres e Iguales, ha obtenido unos resultados irrelevantes. El desastre electoral ha forzado la dimisión del líder del PD, el ex primer ministro Matteo Renzi.
El antes todopoderoso SPD alemán era la referencia en la izquierda europea hasta hace una década. En las elecciones de 2017 los socialistas bajaron del 25,7 al 20,5% de los votos, el peor resultado de la historia de los socialistas alemanes. El gobierno de «gran coalición» con la canciller Angela Merkel fue penalizado por los votantes socialistas. A pesar de que el líder socialista Martin Schulz prometió no reeditar la alianza con el CDU/CSU, finalmente firmó el pacto, ante la imposibilidad de otra coalición de partidos, previa autorización de sus bases.
Lejos quedan los tiempos de François Mitterrand. El socialismo francés no concurrió a la segunda vuelta en las elecciones de 2017. Quedó en quinta posición, con un 6,35% de los votos. Benoît Hamon, el candidato socialista, elegido en primarias en contra de los deseos del aparato del partido, hundió los resultados de un PS que sale de la presidencia de François Hollande por la puerta de atrás. Hollande ha sido el único presidente de la V República que no se presenta a la reelección, con su popularidad por los suelos, a pesar de haber cumplido el sueño de recuperar el Elíseo para los socialistas. Hamon, alejado del socialismo ortodoxo y más próximo a posiciones radicales, salió perjudicado en su deseo de competir en un terreno dominado por el auge de la izquierda populista de Jean-Luc Mélenchon.
Después del largo gobierno de Tony Blair, el laborismo británico vive una etapa de zozobra. La «tercera vía» que defendió el entonces primer ministro como alternativa al socialismo está ya enterrada. El líder actual, Jeremy Corbyn, de posiciones radicales, logró derrotar al aparato del partido para acercarlo al populismo de izquierdas en auge en Europa. El líder laborista tiene parte de culpa de la salida de Reino Unido de la Unión Europea, cuya defensa de la permanencia se quedó corta. Sin embargo, el error de cálculo de la primera ministra conservadora, Theresa May, de adelantar las elecciones, impulsó al líder laborista. May pensó que, debido a la enorme debilidad de Corbyn, según auguraban las encuestas, podría obtener mayor libertad para gestionar el Brexit. Los británicos, sin embargo, la castigaron en las urnas y auparon a los laboristas. Del 30,4% de los votos en 2015 pasaron al 40% en 2017.
La fórmula para la supervivencia del Partido Socialista portugués ha sido una alianza con los radicales de izquierdas. Han logrado así encaramarse al poder a pesar de no haber sido el partido más votado. El actual primer ministro, António Costa, recupera así el poder para un partido que había quedado hundido tras el gobierno de José Sócrates, en el cargo cuando Portugal solicitó el rescate y, tras su dimisión, encarcelado por corrupción.
En Grecia, el antes poderoso Pasok es ahora un partido irrelevante. Su espacio político ha sido ocupado en su práctica totalidad por los radicales de izquierda de Syriza.
Los votantes penalizaron al Partido Laborista Holandés (PvdA) por la «gran coalición» formada con los democristianos. En las elecciones de 2017 pasaron de ser la segunda fuerza más votada en 2012 a quedar por debajo del 6% de los votos. En Austria dejaron de ser la fuerza más votada el año pasado.
La socialdemocracia sueca es la gran superviviente en Europa. Espejo durante décadas de aplicación del modelo socialista, se mantiene todavía como bastión en el continente, ahora de la mano del moderado Stefan Löfven, antiguo líder sindical. Los socialistas son favoritos según las encuestas para reeditar su victoria en las elecciones de septiembre de este año. Escandinavia, sin embargo, ya no es el bastión socialdemócrata de antaño. Recientemente han perdido el Gobierno en Noruega y Dinamarca.
En el siguiente mapa se puede observar en qué países están actualmente en el poder la derecha y el centro-derecha (azul), la socialdemocracia, en solitario o coalición (rojo), los populistas de izquierdas y los verdes. En Italia, todavía en rojo por el gobierno socialista en funciones, el poder está aún por decidir después de unas elecciones donde el partido más votado ha sido la izquierda populista del Movimiento 5 Estrellas.
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