15 de enero de 2014
El aborto español llega a Europa
el pais - LUCÍA ABELLÁN Bruselas 13 ENE 2014 - 21:34 CET296
El malestar por el giro radical que pretende aplicar el Gobierno español a la normativa sobre el aborto ha llegado a Europa. El Parlamento Europeo debatirá esta semana los cambios que plantea España y las consecuencias que tendrán para la salud y la libertad de las mujeres en su derecho a decidir sobre su salud y sobre la reproducción. Socialdemócratas, verdes, la izquierda unitaria y probablemente buena parte de los liberales se opondrán a la reforma del Ejecutivo español, que acaba con la actual ley de plazos, mayoritaria en Europa, y crea un sistema de supuestos del que se excluyen hasta las anomalías fetales.
Varios representantes parlamentarios, entre ellos el jefe de los socialdemócratas, Hannes Swoboda, comparecerán mañana ante la prensa para avanzar su descontento antes del pleno del jueves, al que están convocados todos los eurodiputados.
Previamente, el debate lo ha abierto ya el presidente de la Comisión de los Derechos de la Mujer en la Eurocámara; Mikael Gustafsson envió el pasado viernes una carta urgente a todos los diputados en la que expone “la gran preocupación” que le genera una medida que supone “un claro retroceso de los derechos de las mujeres en España de más de 30 años”. Gustafsson invita a todos los eurodiputados a firmarla y lograr así un pronunciamiento claro de la Eurocámara respecto a la norma española.
Francia. Este país ha sido el que con más contundencia ha reaccionado ante el anuncio del Gobierno español de cambiar la ley que regula la interrupción del embarazo. La ministra de Derechos de las Mujeres y portavoz del Gobierno francés, Najat Vallaud-Belkacem, en una medida muy poco frecuente, remitió una carta al Gobierno español en la que se afirmaba que se trata de “un retroceso” ante el que muestra su “honda preocupación”. “Es terrible ver que en un país como España, que en estos últimos años se había convertido en una referencia contra la violencia hacia la mujer, vaya a conocer un retroceso en materia de derecho a disponer del cuerpo propio”, afirmó Vallaud-Belkacem. Manuel Valls, el ministro del Interior, la apoyó. En cambio, Jean-Marie Le Pen, el fundador del ultraderechista Frente Nacional, mostró su apoyo a la ley. En Twitter manifestó que “el proyecto de ley española sobre el aborto demuestra que se puede actuar en la cuestión con mesura, inteligencia y preocupación por el respeto a la vida”.
El Vaticano. Sin referirse a España, ayer el papa Francisco se refirió al aborto. Dijo que le despierta “horror que haya niños que jamás podrán ver la luz, víctimas del aborto”.
Medios. El diario francés Le Monde tituló un editorial Aborto: retroceso español, donde afirmaba que “Rajoy había prometido, durante la campaña electoral, reformar la ley, pero no avisó de que sería tan radical”. The Times (Reino Unido) acusó a Rajoy de “abuso de poder” y de gobernar para una “pequeña minoría”. El alemán Süddeutsche Zeitung afirmaba que se trataba de “una incomprensible restricción a la libertad”. La agencia italiana Ansa dijo que la ley era una “marcha atrás”.
Mujeres. De entre todas las que se han posicionado, la filósofa italiana Chiara Lalli se pregunta si “el embrión es vida, ¿por qué deja de serlo si es fruto de una violencia?”. “La libertad del cuerpo es inviolable. Lo contrario significa precipitar en el Medievo”, afirma Elisabetta Ambrosi.
“Es una cuestión de derechos humanos, que las mujeres puedan decidir sobre su propio cuerpo y no que sean los hombres quienes decidan”, explica en conversación telefónica Gustafsson. El eurodiputado confía en lograr múltiples adhesiones a su iniciativa, que podría plantearse como una resolución del Parlamento Europeo (es decir, un pronunciamiento formal) si logra el apoyo necesario. “Sería una importante señal política”, considera este sueco, miembro del grupo de la izquierda unitaria, aunque en principio no lo ha planteado de manera formal. Gustafsson aclara, además, que se ha dirigido a los miembros del Parlamento como simple diputado y no como presidente de la Comisión de Igualdad.
Toda la izquierda parlamentaria (casi el 40% de la Cámara, contando con los verdes) y al menos una parte de los liberales están dispuestos a darle la máxima visibilidad a este asunto, una iniciativa de los socialistas españoles, que han logrado de este modo darle dimensión europea al problema. Además de la de Gustafsson, que estará rodeado de otros diputados españoles, mañana se celebrarán otras dos conferencias de prensa, una de ellas con el presidente europeo de los socialdemócratas.
“No ha sido solo empeño nuestro. Hay una preocupación de todos los socialistas europeos por el retroceso en los derechos y libertades de las mujeres”, explica Iratxe García, que comparecerá junto con Swoboda mañana para explicar el rechazo a la norma española. Esta eurodiputada del PSOE subraya, además, la discriminación económica que se creará entre las mujeres respecto al aborto: las que tengan más recursos podrán viajar a otros países para acceder a él, mientras el resto no podrán permitírselo, o se arriesgarán a realizarlo clandestinamente, como destaca también en su carta el sueco Gustafsson: “Consideramos que es urgente y necesario apoyar a las mujeres españolas en la defensa de su derecho a decidir sobre su salud”, dice la misiva.
El debate real llegará el jueves, aunque bajo el críptico título de No discriminación en los derechos sexuales y reproductivos. Se trata de enmarcar la discusión en un contexto más amplio, aunque la mayoría de los intervinientes aludirán expresamente al caso español. No así la Comisión Europea, que abrirá el debate con una defensa genérica del derecho a la salud y la necesidad de eliminar “cualquier forma de inequidad y discriminación” a ese respecto, explican fuentes parlamentarias.
El Ejecutivo comunitario prefiere, en todo caso, mantener un perfil bajo en este asunto. Muestra de ello es que ha decidido enviar como representante a Siim Kallas, vicepresidente y comisario de Transportes, una disciplina completamente ajena al debate.
La discusión entre los eurodiputados no tendrá consecuencias prácticas. No habrá votación ni resolución; esa ha sido la clave para que el Partido Popular Europeo (PPE) haya transigido con una iniciativa que le incomoda. Los diputados del PPE se escudarán en que la UE no tiene competencias en la regulación del aborto y apelarán a la autonomía española para reformar su ley.
La inquietud de la Eurocámara se suma a la expresada a finales de diciembre por la ministra francesa de Igualdad, Najat Vallaud-Belkacem, que cree que la reforma española del aborto amenaza “la autonomía de las mujeres”. La mayor parte de los países comunitarios cuenta con una ley de plazos similar a la que todavía rige en España y las últimas reformas que han aplicado diferentes países caminaban en ese sentido.
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