4 de marzo de 2013
El Rey está ya en planta y presenta “una evolución muy positiva”
EL PAIS - NATALIA JUNQUERA Madrid 4 MAR 2013 - 13:07 CET44
El Rey se encuentra desde las once de la mañana en planta tras pasar la noche en la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica La Milagrosa, según el último parte médico hecho público este mediodía por el centro sanitario, donde fue sometido ayer a una intervención por una doble hernia discal. Según la clínica, don Juan Carlos, que ya ha recibido la primera cura postoperatoria, ha podido descansar y su evolución está siendo "muy positiva". El neurocirujano Manuel de la Torre extirpó dos segmentos herniados de disco en la zona lumbo-sacra de la columna vertebral, en una intervención que duró unas tres horas.
El jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, ha acudido a la clínica en torno a las diez de la mañana. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, también ha llegado a La Milagrosa, alrededor de la una de este mediodía, para visitar al Rey.
En la intervención, el neurocirujano extirpó al Rey la hernia que tenía en la zona lumbar de la columna y que afectaba a dos segmentos. Don Juan Carlos ha permanecido esta noche en observación y tras una semana de ingreso hospitalario le espera una larga rehabilitación, que realizará en La Zarzuela.
El Rey recibió ayer la visita de la Reina, la infanta Elena, la infanta Cristina, que viajó desde Barcelona sin su marido, Iñaki Urdangarin, y los Príncipes de Asturias. Acompañando a las Infantas, llegó al hospital su secretario personal, Carlos García Revenga, que el sábado de la semana pasada declaró como imputado en el caso Nóos justo después del yerno del Rey.
A su salida de la clínica, el príncipe Felipe declaró: "El equipo médico ha hecho un trabajo magnífico. Ya está despierto, hemos intercambiado unas palabras para que supiera que estábamos aquí. Ahora le espera una época de trabajo duro y esfuerzo para recuperarse".
Esta es la cuarta vez que el Monarca, de 75 años, pasa por el quirófano —o como a él le gusta llamarlo, “el taller”— en apenas 10 meses; la séptima desde mayo de 2010 y la número 12 en toda su vida.
La operación de hoy pretendía “la descompresión neurológica y la estabilización raquídea” en la columna del Monarca, según el comunicado del jefe del servicio médico de la Casa del Rey, Miguel Fernández Tapia-Ruano. Don Juan Carlos sufría esta hernia desde hacía tiempo, pero se ha agudizado en los últimos meses, lo que le impedía caminar erguido del todo.
La hernia se había complicado con una estenosis del canal, es decir, el estrechamiento del canal raquídeo, que ejerce presión sobre la médula espinal o las raíces nerviosas. Una dolencia relativamente frecuente entre los mayores de 65 años, que produce dolor y adormecimiento de las piernas.
El pasado miércoles, el Rey volvió a pasar por el quirófano, aunque no para operarse, sino para que el doctor Ángel Villamor le volviera a ajustar la prótesis que le colocó en la cadera el pasado 23 de noviembre y que se había salido en un mal movimiento. La Casa del Rey decidió no informar sobre ello “para no alarmar”, según fuentes de La Zarzuela, “porque la luxación no tenía relevancia” y el Monarca permaneció “apenas una hora en el quirófano”.
La salud de don Juan Carlos se ha resentido especialmente en los últimos tres años. En ese intervalo ha sido intervenido tres veces de la cadera: dos en abril de 2012 tras romperse el lado derecho en una cacería en Botsuana y la última en noviembre pasado en el lado izquierdo, por artrosis. Además, ha sido operado de una rotura del tendón de Aquiles (septiembre de 2011), de la rodilla derecha para colocar otra prótesis (junio de 2011) y de un tumor benigno en el pulmón derecho (mayo de 2010).
Antes de 2010, y salvo una intervención para eliminar varices de la pierna derecha en marzo de 2001, todas las operaciones del Monarca habían tenido que ver con lesiones consecuencia de la práctica de sus deportes favoritos. Así, en diciembre de 1991 tuvo que ser operado en la rodilla derecha tras chocar con un esquiador en la estación de Baqueira (Lleida); en 1985 fue intervenido por una fibrosis debido a una caída esquiando en Suiza dos años antes, en la que había sufrido una fisura en la pelvis; y en 1981 pasó por el quirófano por heridas en tórax, muslo, antebrazo, manos y nariz tras romper una puerta de cristal durante un partido de squash en La Zarzuela con el tenista Manolo Santana.
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