4 de noviembre de 2014

Cayo Lara: “La corrupción es la antesala del populismo y del fascismo”

Cayo Lara: “La corrupción es la antesala del populismo y del fascismo”

El coordinador de IU anuncia un plan para que los delitos económicos no prescriban

Izquierda Unida quiere llevar la batuta en la iniciativa política contra los escándalos de corrupción, que según Cayo Lara son "la antesala del populismo y en muchos países del fascismo". Tras una legislatura centrada en la defensa de la regeneración democrática, el coordinador federal de la formación ha anunciado este lunes un plan integral de medidas para su debate en el Congreso de los Diputados. El proyecto propone modificar la ley "con el fin de que los delitos económicos relacionados con la corrupción no tengan fecha de prescripción" y ampliar la inhabilitación "hasta 30 para ocupar cualquier cargo público electo, de libre designación o por concurso público para los condenados" por malversación, cohecho, blanqueo, soborno o uso de información privilegiada.
La coalición de izquierdas, que ya se sitúa por debajo de Podemos en todas las encuestas a pesar de muchas coincidencias programáticas, vive una revolución interna por las consecuencias del escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid. El PCE y varias federaciones exigen que caigan los responsables políticos que, directa o indirectamente, permitieron el último pacto de estabilidad de la entidad. Un sector del partido pide un relevo en la cúpula, una renovación y un cambio radical de estrategia.
Cayo Lara defiende la historia de IU y, aunque está dispuesto a pactar con Podemos en el marco del proyecto de convergencia de la formación, ha querido advertir un desayuno informativo de que "no se puede tener un Gobierno que sea una jaula de grillos en la que cada uno tire para una parte". El coordinador federal ha insistido en que para gobernar hay que ofrecer "garantías y seguridades", porque "al día siguiente hay abrir el grifo y tiene que salir agua". No obstante, ha evitado admitir preocupación por el ascenso de la formación de Pablo Iglesias. "Muchas propuestas que están de moda y han ganado hegemonía han nacido hace muchos años y muchos no saben de quién en la autoría", ha considerado. "Eso ayuda a converger y a tejer alianzas sólidas". El objetivo de IU, en definitiva, es elaborar un programa realista, "con los pies en el suelo". 
Se ha pronunciado sobre la refundación del partido, manteniendo que debe hacerse sin perder la identidad y "sobre bases programáticas y hechos políticos".  Ha asegurado que no será "un tapón" para el cambio en Izquierda Unida ante las voces que piden un relevo al frente de la organización, un proceso del que el diputado Alberto Garzón es el nuevo hombre fuerte. "Si doy un paso al lado o atrás es porque me lo pide mi organización", ha señalado antes de añadir: "Insisto. Esto no es un problema de sucesiones. Esto no es la monarquía".

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