A ambos lados del altar del jubileo se ubicaron pantallas de televisión para que los feligreses vieran la ceremonia y salvaran las imponentes columnas de la catedral. Una decena de cámaras de televisión y 30 periodistas siguieron el funeral. El heredero del título e hijo primogénito,
Carlos, permaneció unos minutos arrodillado durante la ceremonia, algo que llamó la atención de los asistentes. El color negro dominó en las vestimentas de las decenas de personas que siguieron el oficio religioso frente al altar del Jubileo.
El féretro de Cayetana Fitz-James Stuart ha sido cubierto por la bandera de España y la de la Casa de Alba
A continuación, los restos de la duquesa, fueron trasladados al cementerio para su incineración. Desde ahí, la familia se trasladó a la iglesia del Valle, sede de la hermandad de Los Gitanos, ubicada en el casco antiguo de la ciudad, y de la que formó parte la duquesa, que además contribuyó como hermana de la cofradía a la reconstrucción de dicha iglesia.
El hijo menor de la aristócrata, Cayetano Martínez de Irujo, llevaba la urna con las cenizas en una bolsa de tela a la entrada al templo.
La colocación de las cenizas estuvo precedida de un breve oficio religioso, al que por deseo de la familia sólo asistieron los familiares directos de la aristócrata y la junta de gobierno de la hermandad, de la que la duquesa era muy devota.
“Aquí reposan las cenizas de nuestra hermana, doña Cayetana Fitz-James Stuart y de Silva, duquesa de Alba. Camarera de honor de María Santísima de las Angustias, medalla de oro y gran benefactora de esta Hermandad de los Gitanos, gracias a cuya contribución y ayuda fue posible la reconstrucción de este Santuario. Estará por siempre en la memoria de nuestra hermandad. 1926-2014”, reza la lápida. El confesor de la duquesa, Ignacio Sánchez Dalp, pronunció unas palabras de despedida, en las que dirigiéndose a los familiares afirmó que a partir de ahora debían permanecen más unidos que nunca y les habló de la responsabilidad que supone las generaciones que les han precedido.
Las visitas de los sevillanos para despedirse de la duquesa continuaron también por la tarde, trasladados desde la catedral hasta la sede de la hermandad. Mientras, parte de los restos serán trasladados al panteón de la Casa de Alba en Madrid. La hermandad de los Gitanos tenía previsto mantener abierto su santuario hasta que la afluencia de personas para visitar la lápida, instalada en una de las capillas laterales, decayera.
El hermano mayor de los Gitanos, José Moreno, destacó el “recuerdo imborrable” que deja la duquesa en la hermandad, mientras que su hijo Jacobo subrayó que la ceremonia había sido “muy emotiva”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario