23 de julio de 2010
«Si Basilea III no se modifica nos puede triturar a todos, a bancos y cajas»
ABC
Economía
«Si Basilea III no se modifica nos puede triturar a todos, a bancos y cajas»
Entrevista con José Antonio Olavarrieta, director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA)
Fernando Cortés y Laura Peraita
Día 19/07/2010 - 15.07h
Jose Alfonso
El presidente de la CECA, José Antonio Olavarrieta
José Antonio Olavarrieta (Madrid, 1946), director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorros, da la bienvenida a la nueva normativa que regulará a estas entidades, por considerar que cumple casi la totalidad de las demandas del sector. Destaca que el Real-Decreto aprobado por el Gobierno preserva el modelo originario de las cajas y que en materia de recapitalización «abre nuevas posibilidades». La flexibilidad, «ya que no todas las cajas tienen la misma dinámica y ahora pueden hacerse su traje a medida», y la voluntariedad, «cada caja puede elegir la opción que más le interese», son otras de las virtudes de la nueva normativa.
-¿Con este Real Decreto se va a transmitir una mayor confianza a los mercados?
-La reforma está pensada para preparar a las cajas para el futuro, hacerlas más fuertes para que tengan acceso a más capital y exista una mayor transparencia. Y, en este sentido, hay tres opciones. En primer lugar, una caja puede quedarse como está. También puede emitir cuotas participativas, ahora ya con la novedad de que el cuotapartícipe puede estar representado en los órganos de gobierno, junto a los otros grupos de interés, con capacidad para decidir. Y por último, la posibilidad más novedosa permite a una caja seguir siéndolo, pero cotizar, lo cual es ya la cuadratura del círculo. Es muy positiva la opción de externalizar hasta el 100% la gestión financiera de una caja en una entidad bancaria. El banco emitirá acciones y la caja será propietaria de al menos el 50% de las mismas, al tiempo que podrá recuperar la gestión financiera en cualquier momento.
-¿Podrá cotizar en Bolsa ese banco?
-Perfectamente.
-¿Se abre la puerta, entonces, a que las cajas dejen de ser cajas y se conviertan definitivamente en bancos?
-Las cajas van a seguir siendo cajas, incluso aquellas que hayan externalizado su gestión.
-¿Pero ya no harán banca, ni concederá préstamos...?
-Sí, de forma indirecta porque estas funciones estarán externalizadas. En las cajas quedarán las participadas, la obra social... Es una fórmula para captar y permitir al inversor privado que participe de la gestión del banco.
-Y en cuanto a la politización de las cajas, ¿qué modificaciones hay?
-Se ha rebajado del 50 al 40% la presencia de representantes públicos y, aunque, además, en esta ocasión nosotros no habíamos demandado estos cambios, ya no puede haber cargos electos o personas que ostenten cargos en la alta dirección —como secretarías de las autonomías, direcciones generales—, ni tampoco directores generales de compañías públicas. Además, se pide que la mayoría del consejo tenga una experiencia financiera. En este sentido, estamos satisfechos.
-¿Cree que habrá muchas cajas que acudan a la fórmula de crear un banco y que alguna, incluso, termine perdiendo su identidad como caja?
-Mi percepción es que no ocurrirá así. No supone en absoluto que se haya abierto la veda, sino que cada una encuentre en la flexibilidad su traje a medida. No creo que ninguna acabe siendo un banco porque las cajas grandes han decidido ser cajas y ya en su momento podrían haber dejado de serlo.
-Sí, pero en ese caso, la opción era la liquidación, no convertirse en otra entidad.
-Podían haber liquidado, pasando todo después a un banco. La nueva ley no está creada para que las cajas dejen de serlo, sino al contrario. Ser cajas está en nuestro ADN, que es luchar contra la exclusión social y financiera, maximizando el beneficio para que llegue al mayor número posible de ciudadanos, sean o no clientes. Ahora tendremos entidades con más recursos y eso favorecerá el crédito, lo que no quiere decir que la reforma, por sí misma, vaya a solucionar la escasez de crédito, que es un asunto vinculado a la economía real.
-¿Esta reforma tan radical es consecuencia de la coyuntura económica actual o es que las cajas han hecho algo mal en los últimos años?
«Existe una necesidad imperiosa de reestructuración del sector para ganar capacidad ante la peor crisis de la historia»
-Las cajas lo han hecho muy bien. De otra forma sería imposible que durante 32 años hayan ganado cuota de mercado de manera ininterrumpida. Creo que hay una necesidad imperiosa de reestructuración del sector para ganar más capacidad ante la peor crisis de la historia, que ha sacudido a todas las entidades financieras pero, con una particularidad, que es la diferencia de tratamiento de provisiones en este país. Es un éxito que el sistema financiero español esté capeando la crisis como lo está haciendo. Cuando se conozcan los «test de estrés» es posible que aquellos bancos extranjeros que están nacionalizados salgan mejor parados, gracias al dinero que les han inyectado sus Gobierno, algo que no es justo. Si la crisis hubiera terminado hoy, posiblemente no harían falta ni los SIP, ni el FROB, ni la reestructuración...
-¿Habrá sorpresas en los «test de estrés»?
-Creo que no, ni en cajas ni en bancos.
-Sin embargo, la ministra ha pedido que se amplíe el plazo de la dotación del FROB ...
-Tengo por máxima no opinar sobre declaraciones de otras personas...
-Da la impresión de que alguien va a salir mal retratado en el test y por eso hará falta más dinero...
-No digo que no pueda ocurrir, pero no se deberían ligar ambas cosas.
-La política de provisiones del Banco de España, ¿no ha sido demasiado estricta?
-Debemos estar muy orgullosos de lo que ha hecho hasta ahora el regulador. Los resultados están ahí. Con esta nueva normativa se da un paso de gigante al permitir que las cajas puedan dar acceso al inversor privado y eso, junto con el principio de preservar el modelo de órganos rectores, va a ser muy positivo.
«Si los 'test de estrés' son positivos y se restablece la confianza, empezará a haber más crédito»
-En el nuevo escenario, ¿va a poder sobrevivir una caja con 10.000 millones de euros en activo?
-Más que el tamaño, es la tipología la que determinará esa cuestión. Una caja que esté asentada a nivel local, que tenga su nicho de mercado muy claro, que no tenga problemas de liquidez y que sus ratios estén razonablemente bien, no tendría porqué tener problemas. Aunque, eso sí: se va a encontrar con las nuevas exigencias internacionales de capital. Por lo que hemos visto hasta ahora, si Basilea III no se modifica nos puede triturar a todos, a bancos y a cajas. En cualquier caso, una caja bien gestionada no tendrá problemas. Sí los puede tener cuando esté saliendo fuera de su ámbito territorial y no tuiviese el tamaño necesario.
-Y las fusiones, ¿en qué situación se encuentran?
-Las cajas son instituciones con muchos años, y entroncar distintas culturas no es sencillo. Lleva su tiempo. Yo, en cualquier caso, soy muy optimista y pienso que se van a consolidar todos los procesos en marcha.
-Muchos confían en que la salida de la crisis está en la recuperación del crédito. ¿Cuándo vamos a recuperarlo?
-La evolución de la economía lo determinará. Bancos y cajas están interesados en prestar y un prestatario solvente no debe de tener dificultades en obtener un crédito. Tratemos de que se recupere la financiación en el mercado interbancario, local e internacional. El paro está generando más morosidad. Cuanto mayor es la morosidad, más hay que provisionar. También hay que hacer un esfuerzo, con las pymes que no encuentran financiación y no porque las cajas y bancos no quieran dársela. Como es lógico, en tiempos de crisis hay más rigor y cuando se recupere la economía habrá más crédito. Si los «test de estrés» son positivos y se restablece la confianza, empezará a haber más crédito al mejorar la liquidez de los mercados. En cualquier caso, debemos estar muy orgullosos de la situación de nuestras entidades en un contexto tan difícil.
Economía
«Si Basilea III no se modifica nos puede triturar a todos, a bancos y cajas»
Entrevista con José Antonio Olavarrieta, director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA)
Fernando Cortés y Laura Peraita
Día 19/07/2010 - 15.07h
Jose Alfonso
El presidente de la CECA, José Antonio Olavarrieta
José Antonio Olavarrieta (Madrid, 1946), director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorros, da la bienvenida a la nueva normativa que regulará a estas entidades, por considerar que cumple casi la totalidad de las demandas del sector. Destaca que el Real-Decreto aprobado por el Gobierno preserva el modelo originario de las cajas y que en materia de recapitalización «abre nuevas posibilidades». La flexibilidad, «ya que no todas las cajas tienen la misma dinámica y ahora pueden hacerse su traje a medida», y la voluntariedad, «cada caja puede elegir la opción que más le interese», son otras de las virtudes de la nueva normativa.
-¿Con este Real Decreto se va a transmitir una mayor confianza a los mercados?
-La reforma está pensada para preparar a las cajas para el futuro, hacerlas más fuertes para que tengan acceso a más capital y exista una mayor transparencia. Y, en este sentido, hay tres opciones. En primer lugar, una caja puede quedarse como está. También puede emitir cuotas participativas, ahora ya con la novedad de que el cuotapartícipe puede estar representado en los órganos de gobierno, junto a los otros grupos de interés, con capacidad para decidir. Y por último, la posibilidad más novedosa permite a una caja seguir siéndolo, pero cotizar, lo cual es ya la cuadratura del círculo. Es muy positiva la opción de externalizar hasta el 100% la gestión financiera de una caja en una entidad bancaria. El banco emitirá acciones y la caja será propietaria de al menos el 50% de las mismas, al tiempo que podrá recuperar la gestión financiera en cualquier momento.
-¿Podrá cotizar en Bolsa ese banco?
-Perfectamente.
-¿Se abre la puerta, entonces, a que las cajas dejen de ser cajas y se conviertan definitivamente en bancos?
-Las cajas van a seguir siendo cajas, incluso aquellas que hayan externalizado su gestión.
-¿Pero ya no harán banca, ni concederá préstamos...?
-Sí, de forma indirecta porque estas funciones estarán externalizadas. En las cajas quedarán las participadas, la obra social... Es una fórmula para captar y permitir al inversor privado que participe de la gestión del banco.
-Y en cuanto a la politización de las cajas, ¿qué modificaciones hay?
-Se ha rebajado del 50 al 40% la presencia de representantes públicos y, aunque, además, en esta ocasión nosotros no habíamos demandado estos cambios, ya no puede haber cargos electos o personas que ostenten cargos en la alta dirección —como secretarías de las autonomías, direcciones generales—, ni tampoco directores generales de compañías públicas. Además, se pide que la mayoría del consejo tenga una experiencia financiera. En este sentido, estamos satisfechos.
-¿Cree que habrá muchas cajas que acudan a la fórmula de crear un banco y que alguna, incluso, termine perdiendo su identidad como caja?
-Mi percepción es que no ocurrirá así. No supone en absoluto que se haya abierto la veda, sino que cada una encuentre en la flexibilidad su traje a medida. No creo que ninguna acabe siendo un banco porque las cajas grandes han decidido ser cajas y ya en su momento podrían haber dejado de serlo.
-Sí, pero en ese caso, la opción era la liquidación, no convertirse en otra entidad.
-Podían haber liquidado, pasando todo después a un banco. La nueva ley no está creada para que las cajas dejen de serlo, sino al contrario. Ser cajas está en nuestro ADN, que es luchar contra la exclusión social y financiera, maximizando el beneficio para que llegue al mayor número posible de ciudadanos, sean o no clientes. Ahora tendremos entidades con más recursos y eso favorecerá el crédito, lo que no quiere decir que la reforma, por sí misma, vaya a solucionar la escasez de crédito, que es un asunto vinculado a la economía real.
-¿Esta reforma tan radical es consecuencia de la coyuntura económica actual o es que las cajas han hecho algo mal en los últimos años?
«Existe una necesidad imperiosa de reestructuración del sector para ganar capacidad ante la peor crisis de la historia»
-Las cajas lo han hecho muy bien. De otra forma sería imposible que durante 32 años hayan ganado cuota de mercado de manera ininterrumpida. Creo que hay una necesidad imperiosa de reestructuración del sector para ganar más capacidad ante la peor crisis de la historia, que ha sacudido a todas las entidades financieras pero, con una particularidad, que es la diferencia de tratamiento de provisiones en este país. Es un éxito que el sistema financiero español esté capeando la crisis como lo está haciendo. Cuando se conozcan los «test de estrés» es posible que aquellos bancos extranjeros que están nacionalizados salgan mejor parados, gracias al dinero que les han inyectado sus Gobierno, algo que no es justo. Si la crisis hubiera terminado hoy, posiblemente no harían falta ni los SIP, ni el FROB, ni la reestructuración...
-¿Habrá sorpresas en los «test de estrés»?
-Creo que no, ni en cajas ni en bancos.
-Sin embargo, la ministra ha pedido que se amplíe el plazo de la dotación del FROB ...
-Tengo por máxima no opinar sobre declaraciones de otras personas...
-Da la impresión de que alguien va a salir mal retratado en el test y por eso hará falta más dinero...
-No digo que no pueda ocurrir, pero no se deberían ligar ambas cosas.
-La política de provisiones del Banco de España, ¿no ha sido demasiado estricta?
-Debemos estar muy orgullosos de lo que ha hecho hasta ahora el regulador. Los resultados están ahí. Con esta nueva normativa se da un paso de gigante al permitir que las cajas puedan dar acceso al inversor privado y eso, junto con el principio de preservar el modelo de órganos rectores, va a ser muy positivo.
«Si los 'test de estrés' son positivos y se restablece la confianza, empezará a haber más crédito»
-En el nuevo escenario, ¿va a poder sobrevivir una caja con 10.000 millones de euros en activo?
-Más que el tamaño, es la tipología la que determinará esa cuestión. Una caja que esté asentada a nivel local, que tenga su nicho de mercado muy claro, que no tenga problemas de liquidez y que sus ratios estén razonablemente bien, no tendría porqué tener problemas. Aunque, eso sí: se va a encontrar con las nuevas exigencias internacionales de capital. Por lo que hemos visto hasta ahora, si Basilea III no se modifica nos puede triturar a todos, a bancos y a cajas. En cualquier caso, una caja bien gestionada no tendrá problemas. Sí los puede tener cuando esté saliendo fuera de su ámbito territorial y no tuiviese el tamaño necesario.
-Y las fusiones, ¿en qué situación se encuentran?
-Las cajas son instituciones con muchos años, y entroncar distintas culturas no es sencillo. Lleva su tiempo. Yo, en cualquier caso, soy muy optimista y pienso que se van a consolidar todos los procesos en marcha.
-Muchos confían en que la salida de la crisis está en la recuperación del crédito. ¿Cuándo vamos a recuperarlo?
-La evolución de la economía lo determinará. Bancos y cajas están interesados en prestar y un prestatario solvente no debe de tener dificultades en obtener un crédito. Tratemos de que se recupere la financiación en el mercado interbancario, local e internacional. El paro está generando más morosidad. Cuanto mayor es la morosidad, más hay que provisionar. También hay que hacer un esfuerzo, con las pymes que no encuentran financiación y no porque las cajas y bancos no quieran dársela. Como es lógico, en tiempos de crisis hay más rigor y cuando se recupere la economía habrá más crédito. Si los «test de estrés» son positivos y se restablece la confianza, empezará a haber más crédito al mejorar la liquidez de los mercados. En cualquier caso, debemos estar muy orgullosos de la situación de nuestras entidades en un contexto tan difícil.